¿Es la remolacha la verdura del futuro? Puede cosecharse en verano y en invierno, producirse en grandes campos e invernaderos pero también en huertas familiares e incluso dentro de baldes colgantes en los balcones. Es una hortaliza amable con los suelos y rica en nutrientes que se adapta al cambio climático que vivimos. Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) lo afirma y enfatiza: hay que aprovechar las diversas propiedades de las remolachas cuyas variedades están muy poco difundidas en la Argentina.

«La remolacha hortícola se produce en los cinturones verdes de la provincia de Buenos Aires. Su demanda todavía puede crecer en base al interés por alimentos con alto contenido de antioxidantes, vinculados a efectos positivos en la salud humana. Además, se puede utilizar para producir colorantes naturales que usa la industria alimentaria y cosmética. Hoy en día, esos colorantes se importan en su totalidad, por lo que su producción local le permitiría al país ahorrar divisas», explica el docente de Floricultura de la FAUBA, Adalberto Di Benedetto.

No sólo eso, además señala que la variedad azucarera (que rinde 40 toneladas por hectárea)se podría usar para producir biocombustibles, y por su resistencia a la alta salinidad de los suelos podría desarrollarse en áreas agrestes que se vuelven imposibles para otros cultivos. También por esta característica, la variedad forrajera (que rinde entre 20 y 30 toneladas por hectárea), podría servir como suplemento para animales de tambos en zonas donde los suelos salinos desfavorecen el crecimiento de alfalfa.

«En la Argentina, al subir la temperatura al norte de la Patagonia y al sur de Buenos Aires se abre una ventana agroclimática que la remolacha es capaz de ocupar. Es un área muy grande que va desde el Océano Atlántico hasta casi la Cordillera de los Andes», acota.

Un alimento saludable que se siembra en la oscuridad

Zulma Molloja es productora de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Cuenta que alrededor de las 19 horas del miércoles pasado, junto a sus compañeros, comenzó a sembrar hasta la medianoche en el invernadero una gran cantidad de plantines de remolacha que fueron regados con agua suficiente hasta que las papas quedaron bien empapadas. Antes sembraban desde las 5 o 6 de la mañana pero con la ola de calor interminable no se puede porque los plantines mueren rápido y las y los trabajadores no aguantan el sol.

La UTT es una organización que reúne a más de 25 mil productores en el país, de los cuales 7 mil se encuentran en la región platense de Los Hornos (Buenos Aires), desde donde Molloja conversa con Tiempo. «La remolacha es un alimento muy nutritivo; en verano la cosecha sale en un mes y medio o en dos meses. Esta época es de plantines para que la producción salga pareja ya que algunas semillas nacen después que otras», afirma.

Molloja sostiene que la remolacha se puede plantar en cualquier época del año. «En invierno se demora la producción. Sale entre tres y cuatro meses desde que se siembra, depende de cómo va empapando. Se puede sembrar en el campo o en invernadero pero en invierno, en campo, demora más por el frío, la helada paraliza la planta, en cambio los invernaderos tienen techo solar que le da crecimiento», cuenta.

La siembra en invernadero durante el verano tiene beneficios pero también sus limitaciones. Si afuera hacen 40 grados, dentro del invernadero la temperatura puede escalar a 50 o 60 grados. «Durante el día es imposible permanecer adentro y trabajar la tierra, hasta 9 PM podés estar ahí», asegura.

La hoja también se come

El consumo de la remolacha en la Argentina sufre dos barreras: el desconocimiento de la población, y su color, que a veces genera rechazo, sobre todo en niños. Si bien la mayoría de las recetas que se encuentran sobre esta amable hortaliza refieren a la papa de remolacha, Molloja resalta que las hojas se adaptan a diferentes tipos de comida. «Puedes hacer ensaladas con tomate y hoja verde de remolacha, con queso, ricota, aceite, sal, vinagre; se pueden hacer buñuelos y tartas, muchos no lo saben y las tiran. Nosotros aconsejamos que se aproveche todo, que no la desperdicien».

Y sigue: «la remolacha es hermana del rabanito, tiene vitamina C, es buena para los que tienen anemia. Mi abuela lavaba bien las papas de remolacha, las hacía hervir y colaba el jugo rojo, lo ponía en una jarra para que lo tomemos». Entre las propiedades que se le atribuyen a la remolacha, un informe de Conicet señala que también es rica en compuestos fenólicos y betacarotenos que previenen la ocurrencia de ciertos tipos de cáncer. «

La lucha por el Procrear Rural

«Hacer agroecología es bueno pero imaginate lo que sería tener una vivienda de material. Aquí en los campos alquilados, los dueños no te permiten hacer nada, vivimos en esta situación precaria donde pasamos el calor con techos de chapa y el frío en el invierno», dice Molloja.

Las viviendas en los campos rentados son de madera, altamente inflamables ante cortocircuitos. «Por eso hacemos verdurazos, para mostrar cuál es el verdadero campo y por eso hemos presentado un proyecto de ley para poder comprar las tierras», cuenta. La UTT impulsa un Procrear Rural para que los pequeños productores puedan acceder a una vivienda digna y a una parcela donde producir alimentos. «La situación que vivimos es triste porque nosotros somos el verdadero campo que alimenta».