Tras el ataque de cinco perros a un pequeño lobo marino, las autoridades de Las Grutas avanzaron con multar a los vecinos y turistas que bajen con sus mascotas a la playa. La medida regiría para los sectores ubicados entre las bajadas 0 y 7, que son las más céntricas. Las multas serán de 13.000 pesos.

La decisión se analiza debido a «la compleja situación que la ciudad atraviesa por los perros con dueño que vagabundean sin supervisión, generando trastornos». Según dijeron, ya lo venían estudiando, pero el violento ataque que vivió un lobo marino juvenil, agredido por un grupo de canes –entre ellos un pitbullprecipitó el abordaje.

Se nos está complicando que la gente entienda, además, que con el brote de gripe aviar en lobos marinos hay que tener especial cuidado en que los perros no bajen a la costa«, explicó la titular del área de zoonosis municipal, Ada Nahuelhual.

«Nos pasó, por caso, durante el fin de semana último. Estuvimos monitoreando a un lobo que no tenía síntomas de la enfermedad pero al que teníamos que vigilar debido a su comportamiento, porque permanecía en la costa. Y los vecinos hicieron caso omiso de nuestro pedido y nos enfrentaron cuando les recordábamos las recomendaciones vigentes” se lamentó la mujer.

Prohibiciones

En realidad, sostuvieron la prohibición de transitar en la costa con animales ya existe, y está regulada por varias ordenanzas.

“Por eso existe cartelería que alerta sobre el tema. Pero evaluamos, tras varias reuniones que mantuvimos con el secretario de gobierno municipal Nicolás Carassale, ser más estrictos con esta disposición. Lo anunciaremos ni bien termine de definirse todo” cerró Nahuelhual.

En diálogo con Río Negro Radio, la titular de Juzgado de Faltas N° 2, Jéssica Stremel, confirmó que se trabajará, de cara al verano, en la imposición de multas para los dueños de mascotas que bajen a la playa con ellas, en la franja que se extiende desde la bajada de Los Acantilados hasta la séptima.

«Existe una ordenanza que rige desde 1996, pero que hasta ahora se manejó según la voluntad de vecinos y turistas, a la hora de respetarla o no. Eso cambiará. Reforzaremos los controles y habrá multas. Están fijadas en 10 USAM (la Unidad Sancionatoria Municipal). A valores actuales, ascenderían a casi $13.000 por incumplir con esta normativa» aseguró.

Más allá de lo recaudatorio, apuntó que lo que buscan es generar consciencia entre los dueños de mascotas: «La omnipresencia del Estado es imposible, todo depende de nuestra consciencia como ciudadanos. La multa sería ‘el último orejón del tarro’. Antes, hay que apostar al respeto y a nuestro rol como responsables de nuestros animales, porque somos nosotros los que tenemos el raciocinio».

El ataque de los perros

Las multas y sanciones fueron anunciadas tras el ataque de cinco perros (entre ellos un par de pitbulls con dueño) a un lobo marino juvenil. Ocurrió el 29 de septiembre, en la bajada Terraza al Mar, que está ubicada en el acceso norte.

La agresión quedó registrada en varios videos, en los que se ve que el animalito fue hostigado y lastimado. La sucesión de imágenes muestran muestran al lobo ensangrentado en uno de sus laterales.

En diálogo con Río Negro, Zoonosis municipal, que tomó intervención en el asunto, aseguró que el animal no murió tras el ataque. Aunque reconocieron que no pudieron dar con él, pese a las inspecciones posteriores realizadas en la playa.

Foto: Captura video

Desde esa cartera informaron además que están tratando de identificar a los perros autores del ataque, para convocar y multar a sus dueños. Hasta el momento lograron dar con el dueño de la pitbull de collar amarillo. Según anunciaron, sería multado por «una cuantiosa suma, para que la sanción se convierta en una medida ejemplar».

El animal no sólo estaba sin supervisión en ese momento, sino que además, según relatos de vecinos de su dueño, suele protagonizar a diario escenas violentas.

“Ese hombre se acercó a este Juzgado de Faltas, y en su descargo alegó que en realidad esa perra es ‘comunitaria’, porque él la adoptó porque estaba en la calle, pero entre varios frentistas se hacen cargo de ella” explicó Jessica Stremel, la titular de ese organismo. Sin embargo, desde Zoonosis aseguraron que en el barrio lo señalaron a él como el dueño, y relataron varios hechos en los que la pitbull los agredió.

“La idea es que esto no pase desapercibido. Porque por otra parte estamos con un contexto muy complicado por el brote de gripe aviar, donde se recomienda que las mascotas no estén cerca de los lobos marinos, ni bajen a la playa. Así que lo analizaremos” explicó Stremel sobre la sanción.

Multas

“Esas multas parten desde los $12.718, 83 y llegan a los $635.941,50. La suma máxima se aplicaría en caso de que el perro en cuestión hubiera herido o puesto en riesgo alguna vida. Así que no se descarta que la sanción se incline hacia el monto mayor” adelantó la referenta del juzgado.

“Todavía estoy shockeado por lo que pasó” reconoció Maximiliano Cartes, el autor del video que cobró notoriedad. 

“Ese día bajé a la playa y enseguida noté la escena, ví a los perros a la distancia. Siempre bajo con los equipos para tomar imágenes, pero esta vez usé la cámara de teleobjetivo, para mirar de cerca lo que estaba ocurriendo, porque al principio no podía identificar lo que pasaba” relató el muchacho.

Al darse cuenta de que estaban atacando a un lobito les preguntó a los que estaban en la costa si alguno de ellos era dueño de uno de los perros, pero le dijeron que no. Acto seguido, todavía con la cámara en la mano, corrió hacia el mar para disipar a los animales.

“Ahí se me mojó la cámara, en mi intento de socorrer al lobo. Le pegaba patadas al agua para levantar espuma y asustar a los perros. Varios se dispersaron, porque eran como 5, pero la pitbull de collar era la más encarnizada, y no dejaba de molestar al lobito”, recordó.

El video que logró capturar pudo tomarlo con su celular, momentos antes de que se alejaran algunos de los perros. Añadió: “Cuándo me fui el animalito estaba inmóvil en la costa. Parecía muerto. Era conmovedor escuchar a su mamá. O interpreté yo que se trataba de su mamá, porque era el bramido de un lobo adulto el que se oía, que parecía querer orientarlo en su regreso, llamándolo desde mar adentro. Eso me dio mucha pena”.