El Plan Remediar viene con novedades: a partir de ahora los botiquines que se reparten en los Centros de Atención Primaria de la Salud tendrán incorporados medicamentos de salud mental, un rubro cuyo consumo aumentó en pandemia al menos un 7%.

Se trata de los psicofármacos sertralina, biperideno, haloperidol, diazepam, risperidona y escitalopram que, según informaron desde el Ministerio de Salud de Nación, se incluyeron tras “una selección básica de los más utilizados en distintos tipos de tratamientos, en función de la experiencia clínica de distintos profesionales en el ámbito hospitalario y en el primer nivel de atención”.

La iniciativa –agregaron– está orientada a “garantizar el derecho al acceso y cobertura de medicamentos básicos para dar respuesta a las problemáticas en salud mental en los Centros de Atención Primaria de la Salud”.

El anunció se dio en el marco de una visita de la ministra Carla Vizzotti al depósito del operador logístico de insumos y medicamentos del Correo Argentino, ubicado en Tortuguitas, desde donde por primera vez saldrán para su distribución los botiquines del programa Remediar que incluyen los remedios para la atención en salud mental.

Según explicaron, los nuevos botiquines se enviarán a partir de febrero a las 17 provincias que ya solicitaron su envío y serán distribuidos a los distintos centros de salud o depósitos registrados con farmacéuticos certificados, para que luego las jurisdicciones realicen la entrega directa a los beneficiarios.

Diversificar coberturas

Remediar fue uno de los planes estratégicos impulsados por Salud tras la crisis del 2001. Se creó en 2002, y fue ampliado y profundizado durante el kirchnerismo. Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia el programa primero sufrió recortes y vaciamiento (al igual que otros emblemáticos como Conectar Igualdad o el Plan Nacional de Lectura), y luego fue reemplazado por la Cobertura Universal de Salud (CUS), una idea del primer ministro de Macri Jorge Lemus, que nunca terminó implementándose en su totalidad, y que tenía menos remedios en el “botiquín”.

Con la actual gestión, Remedir volvió a impulsarse, y este año la idea es ampliarlo a otras patologías invisibilizadas en una primera etapa por no ser las ‘clásicas’, ejemplo salud mental. “Esta acción se suma a una política muy activa de fortalecer el Remediar, aumentar el número de botiquines, actualizar el vademécum y de trabajar en las demás áreas como salud sexual, VIH y hepatitis”, informó la ministra, y agregó sobre las provincias que aún no solicitaron los botiquines: “Estamos trabajando para que el resto de las jurisdicciones puedan también recibirlo con los cuidados que requiere esta estrategia en particular”.

El secretario General del Consejo de Farmacéuticos de la Ciudad de Buenos Aires y titular del el Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (CEPROFAR), Rubén Sajem, contó a tiempo que son medicamentos que suelen estar entre los 1000 y los 5000 pesos, un número nada menor, sobre todo teniendo en cuenta que hay un 35% de las personas en Argentina que acceden a los medicamentos exclusivamente a través del sistema público: “Hay que pensarlo como una noticia positiva porque se van a considerar las enfermedades que tienen que ver con la salud mental por primera vez desde el Estado. Hay antidepresivos, anticonvulsionantes, hay un medicamento para el trastorno obsesivo–compulsivo, hay incluso un antiparkinsoniano, y está el diazepam se usa como sedante pero como ansiolítico general y también como relajante neuromuscular. No hay ahí entre los anunciados medicamentos para tratamiento de la ansiedad, sino más bien de esas otras enfermedades que está muy bien que se las empiece a considerar como parte de un tratamiento necesarios, los cuales la persona que los necesita no puede prescindir de ellos”.

Sajem no atribuye esta medida a una supuesta respuesta por el aumento de este tipo de medicamentos en pandemia: “No lo veo en relación a que haya aumentado el uso. En un momento se insistió con que habían aumentado mucho los psicofármacos durante la pandemia. Seguimos desde CEPROFAR el tema, no lo vimos así, aumentó un poco, un 7% en 2021, pero hay que ponerlo en el contexto de una recuperación en el uso de medicamentos en general que había caído mucho en 2019. Si comparamos, en otras enfermedades como antihipertensivos aumentó un 12%, para glaucoma creció mucho también. En realidad de acuerdo al promedio histórico durante la pandemia hay un aumento del 2% en el uso de medicamentos psicotrópicos, psiquiátricos o para el sistema nervioso, y no es muy preocupante si consideramos lo que es transitar una situación de pandemia”.