La violencia contra las mujeres es pan de cada día en mi país, aparece en titulares multicolor, en las primeras planas de los diarios: «Ebrio quema a su pareja con 7 meses de embarazo», «Mujer fue secuestrada y golpeada 10 días por ex pareja». La violencia machista es una larga cadena que tiene como último eslabón el feminicidio, solo en los últimos cinco años, 858 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. La cadena puede comenzar con las miradas obscenas, el acoso callejero, los insultos. Siete de cada 10 peruanas sufre violencia psicológica. También están los tocamientos, golpes y violaciones sexuales. Somos el primer país, junto a Bolivia, con más denuncias de violación sexual a nivel Latinoamérica.   

La subvaloración de nuestro trabajo y la dependencia económica también son parte de esta cadena. Por cada hombre, tres mujeres son iletradas. Las peruanas ganamos un 29,7% menos que los hombres, a pesar de realizar el mismo trabajo y nuestras tareas domésticas y de cuidado no son reconocidas ni valoradas, aun equivaliendo al 23,9% del PBI.

La discriminación, la objetivación de nuestro cuerpo, el no dejarnos decidir, también son formas de violencia. El aborto es penalizado, aun en casos de violación sexual. Las esterilizaciones forzadas fueron un mecanismo de control de nuestros cuerpos durante la dictadura fujimorista. También es parte de esta cadena, la exclusión de los espacios de poder y de toma de decisiones: sólo 36 de 130 parlamentarias(os) son mujeres. Dos de cada cinco mujeres autoridades en gobiernos regionales y locales son víctimas de acoso político. Existen muchas otras formas de violencia, por el solo hecho de ser mujeres. 

Frente a este tenebroso panorama, el 13 de agosto del año pasado, miles de mujeres salimos a las calles, cansadas de la violencia y desigualdad instalada en nuestra sociedad, les exigimos al Estado y a los medios de comunicación que dejen de ser cómplices del sistema patriarcal, y a la ciudadanía que tome conciencia de esta grave situación. Dijimos en voz muy alta: ¡Ni Una Menos! Y que si tocan a una, tocan a todas.

Ahora, con una nueva arremetida neoconservadora, que nos ataca inventando una supuesta «ideología de género», y a menos de un mes de conmemorar la lucha de las mujeres por la igualdad, el 8 de Marzo, Día de la Mujer Trabajadora, en Perú nos organizamos junto a millones de mujeres de todo el mundo para el Paro Internacional de Mujeres. Para combatir al patriarcado universal y politizar nuestra agenda. Las mujeres no tenemos nada que perder en esta revolución, más que nuestras cadenas. Este 8M le vamos a hacer recordar al mundo que gira por nuestro trabajo y nuestros cuerpos. ¡Que tiemble el patriarcado! Se va a caer, se va a caer. «

*Abogada y activista feminista, maestría en estudios de género y coordinadora de la Alfombra Roja Perú.

Entrá a la web especial de Tiempo sobre el Paro Internacional de Mujeres.