El miércoles de la semana pasada, un informe de Tiempo alertó sobre un nuevo recorte educativo en la Ciudad que comenzará a partir del próximo año, y que está focalizado sobre los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD) que forma profesores y profesoras en Educación Física: El ISEF N°2 “Federico Williams Dickens”; y el Nº 1 «Dr. Enrique Romero Brest”. La Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente, dependiente del Ministerio de Educación de la Ciudad, envió un documento a estos institutos superiores bajo el título “Propuesta de renovación de la formación docente”, donde propone una fuerte reducción en la carga horaria y la eliminación de 24 materias.

Estos profesorados actualmente cuentan con 64 asignaturas  y la cartera que conduce Soledad Acuña va a reducirlos a 40 materias y una quita de 400 horas de estudios. Sus estudiantes y profesores aseguran que esto les quitaría todo un año de formación, ya que de cinco tramos que tiene la carrera pasará a tener cuatro. Ante esta noticia, el conjunto de los profesorados porteños, se mantiene en estado de alerta, ya que no descartan que se haga lo mismo todos los terciarios.

“El ministerio con el argumento de que las carreras son muy largas, dice que esto obstaculiza que los docentes se reciban. Es mentira. Es obvio que al igual que van a recortar a partir de 2023 los profesorados de educación física, van a ir por el resto de los terciarios”, explica a Tiempo Estela Fernández, Rectora del Instituto de Educación Superior Juan B. Justo y Presidenta del Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal –CESGE–, organismo conformado por las y los rectores de todos los profesorados porteños.

“El vaciamiento comenzó con la aprobación de la UniCABA y ahora con la quita de materias. Soledad Acuña quiere vaciar de contenido nuestros profesorados y despedir trabajadores y trabajadoras”, destaca y agrega: “Este nuevo avance no es una reducción de planes, es claramente un recorte presupuestario, pero además tiene que ver con una concepción de qué lugar tienen los contenidos en diversas áreas. Para el ministerio los contenidos no son importantes”.

De acuerdo al documento oficial al que tuvo acceso Tiempo, que lleva como título: “Propuesta de renovación curricular de la formación docente para la Educación Física”, el objetivo del gobierno de la Ciudad es reducir de 3007 horas reloj de formación docente a 2.600. En el punto B de esta modificación de la carrera docente, la cartera educativa argumenta que “es necesario que la propuesta curricular posibilite una mejora en las trayectorias de las y los estudiantes del profesorado (…) y que ello implique, para las y los estudiantes, una cursada diaria aproximada de un turno”.

En el punto C, titulado “Orientar el perfil del egreso hacia la docencia, en sus distintos ámbitos profesionales”, aparece la verdadera intención del fuerte recorte: “La renovación curricular sostendrá un perfil de egresado centrado en el ejercicio de la docencia, tanto en el sistema educativo formal como en la educación no formal”, comienza el texto. “Sin embargo, reconocemos que el campo de la Educación Física también puede comprender otras incumbencias profesionales (por ejemplo: entrenadores o deportistas de alto rendimiento) cuya formación podría llevarse a cabo a través de la oferta de tecnicaturas existente en la Ciudad o a través de trayectos complementarios al profesorado”, continúa. “Es necesario que la nueva propuesta curricular del profesorado contemple posibles articulaciones y pasarelas con otras ofertas dentro de la jurisdicción”, termina.

Vaciamiento, despidos y programas sin contenidos

Desde el CESGE, advierten que el desmembramiento de los institutos de formación docente será en todos los sectores. Contenidos teóricos y prácticos de los programas de estudio; quita de presupuesto económico; y despidos de profesores, profesoras y personal auxiliar. “Es muy preocupante, porque la quita de programas de estudio y contenidos es la mirada que tiene el ministerio que conduce Soledad Acuña, de la educación en general, además de la quita presupuestaria que se verá representada en muchísimos puestos menos de trabajo”, suma la presidenta del organismo. “Los rectores y rectoras, defendemos las carreras y estamos de acuerdo con la revisión de los planes de estudio, pero nunca en una reducción de los mismos, siempre es pos de mejorar la calidad de la formación y, por supuesto, pensar en diferentes acompañamientos para favorecer las trayectorias de las y los estudiantes”, remata Fernández.