Juan José Bonano estudió Paleontología pero jamás soñó que iba a dedicarse a la conservación y al avistaje de aves, metié que lo hace feliz y que imprime desde el área de Desarrollo de la ONG Aves Argentina. En la Casa de Misiones en Buenos Aires dio un taller de avistaje y lanzaron la Ruta de las Aves de la región de las Aguas Grandes de Misiones y le reveló a Tiempo de Viajes por qué algunas aves “bailan”, contó porqué la Urraca que tiene mala prensa y recordó la leyenda del colibrí. 

-¿Todos los lugares de la selva son buenos para ver aves?

-Trabajamos en territorio proponiendo una Ruta de las Aves, un circuito no tradicional para conocer no sólo el destino típico de observación de aves de la zona de aguas grandes, que abarca las Cataratas y alrededores, sino que todas las localidades circundantes que tienen también sus ambientes propiamente restaurados o también sitios que están tan bien conservados que permiten  tener una experiencia muy interesante de recorrer la provincia avistando la avifauna.

-¿El tema de los “bailarines” es un mito o una realidad?

-¡Nada de mito! Es una gran realidad. Bailarín naranja, bailarín azul. Son aves impresionantes que tenemos en nuestro país. Específicamente en nuestro bosque atlántico interior, que todos le llaman selva misionera, que no los vamos a encontrar en otra parte del territorio así que son parte del patrimonio natural intrínseco que tiene la provincia de Misiones. Es sumamente interesante encontrarlos, hay muchas especies de bailarines. No todas tienen la misma demanda de ambiente. Quizás encontrar a una especie de “Bailarin”, nos está indicando que el lugar tiene un nivel de sanidad muy especial y también lo marca como un lugar a conservar. Son especies muy interesantes de nuestra selva. Siempre disfrutarlas es un placer aunque no sea tan fácil dado que las aves en la selva son un desafío.

-Algunos que han visto al ave “bailarín naranja” dicen que parece que baila polca o chamamé ¿Es así?

-¡Claro! Cuando hacen ese despliegue, tienen muchas de las piezas de baile de esta región. 

-¿Por qué bailan los “bailarines”?

-El baile para ellos es un despliegue reproductivo. Un cortejo. Y la particularidad es que lo hacen en lugares específicos que tiene un nombre técnico en inglés LEKS y suelen ser fieles a estos “leks”. Entonces si uno descubre uno de estos sitios y lo mantiene inalterado, seguramente en cada temporada lo van a repetir en este mismo lugar al baile. Conociendo el LEK, uno tiene muchas chances de volver a ver en el mismo sitio, al ave llamado “bailarin”. 

-El tema del avistaje de aves, ¿es también un tema de paciencia?

-No existe avistaje de aves sin toneladas de paciencia. Es lo más importante de todo. Mucho más importante que los binoculares, que la camarita, que la guía de aves que llevas para reconocer las especies. Sin paciencia no podes practicar la observación de aves. Porque las aves vuelan, se mueven, se esconden y uno tiene que aprender a tenerles paciencia y que ellas nos tengan paciencia a nosotros cuando somos lentos para reconocerlas! Paciencia de ambos lados, por así decirlo. 

-¿El tucán es la figurita repetida?

-No, yo creo que repetida no hay nada en la selva misionera. El tucán es una especie maravillosa de la selva misionera, que tenemos en la Argentina tanto en Misiones como en las yungas del norte argentino, y su presencia siempre se celebra porque tiene que ver que hay alimento para estas aves grandes de selva y también son aves que tienen un rol fundamental formando el ambiente porque a través de su alimentación, de los frutos que comen diseminan otras plantas. 

-La Urraca, que se la ve mucho en el sendero que conduce a la Garganta del Diablo en las Cataratas del Iguazú. ¿Tiene mala prensa?¿Es de Boca la Urraca? (por su color azul  y amarillo en el plumaje)

-No sé si es de Boca. (Risas) es necesaria. Es un “bicho”  muy “humano” entre muchas comillas. Porque es una ave que se adapta a todo. Tiene  esta particularidad de ser “pilla”, ve  oportunidad de obtener alimento en cosas que nosotros tenemos a mano y uno siente el “robo” de comida, a veces se llevan cosas que no son comida, así que hay que estar atentos. 

-¿El colibrí es cierto que son nuestros seres queridos que nos cuentan que están bien?

-Sin dudas, a mi me gusta pensar que es así. La leyenda cuenta que son las almas de quienes nos acompañaron en esta vida, es muy lindo pensarlo de esta manera. También son el alma de la selva. Los colibríes son exclusivos de América y en la selva vamos a encontrar la mayor variedad en medio de semejante biodiversidad. Siempre es lindo ver un colibrí. Pero verlo en su ambiente, entre las sombras y claros de la selva, en la vegetación es muy interesante y tiene mucha más mística. 

-¿Cuál es la figurita difícil para ver en la selva?

-Muchísimas. Porque muchas aves son difíciles de detectar. A menos que uno tenga el oído muy agudo y las pueda escuchar vocalizar. Casi nunca vamos a verlas.

-¿Hay predadoras famosas?

-Son grandes predadoras. Las águilas. Aguila Crestuda, águila Harpía, que son casi míticas porque al ser tan grandes abarcan  territorios más extensos y es raro verlas pero cuando ocurre, es magia.

-¿Cuándo eras chico soñabas con ser un experto en el avistaje de aves?

-No, para nada. Cuando era chico quería ser Paleontólogo. Y terminé en esa senda porque las aves hoy sabemos que fueron dinosaurios. Todo vuelve. Pero no había soñado  con dedicarme a la conservación y estoy muy feliz de haberlo podido concretar.