Hay un conflicto con vista al río entre pescadores y la Administración General de Puertos (AGP). El contrapunto se debe al lugar que los pescadores vienen utilizando desde 1936, cuyos permisos están caducos desde 2015. El organismo nacional busca avanzar con una serie de obras para poner la zona en valor y que sea abierta a la comunidad. Pero la iniciativa tiene una fuerte resistencia de la Asociación Argentina de Pesca (AAP), que lo define como uno de los pocos espacios de pesca que quedan en la Ciudad.

Durante este tiempo, los pescadores deportivos informaron que fueron presentando diferentes notas y que incluso mantuvieron conversaciones telefónicas y audiencias con los funcionarios por la renovación del permiso. Sin embargo, las partes no logaron ponerse de acuerdo. “Los meses pasaron y la aprobación no se concretó. En el ínterin nos pidieron nuevos requerimientos que presentamos resaltando los aspectos de sustentabilidad de nuestra Institución integrada al entorno ciudadano por su dilatada historia y que entiende que sustentabilidad es mucho más que la retórica de moda. En ese momento comenzaron a hablar de hacer un mirador público en el muelle y que debíamos abrirnos a la ciudad”, insistieron desde la AAP.

Tiempo intentó dialogar con la AAP, pero sus referentes no respondieron los mensajes. Quienes sí hablaron con este diario fueron fuentes relacionadas con la AGP que mencionaron que “hay un plan de obras aprobado desde 2012, en el marco de una tendencia nacional que es la de integrar las áreas portuarias a las distintas ciudades, entre ellas Buenos Aires. El puerto dejó de ser algo alejado y desconectado”.

Los trabajos están planteados para tres etapas. La primera está prevista que finalice el mes que viene y tiene que ver con el Paseo de Pescadores, que contempla la renovación y apertura al público del espacio que conecta la calle Cecilia Grierson con el muelle ubicado al final de ese camino; la segunda etapa prevé la construcción de un corredor hacia la orilla del río, lindera a la entrada del club de pesca; y la tercera, que iniciaría a mediados del año que viene, comprenderá la creación de un mirador a la orilla del río.

“Siempre estuvimos y estamos abiertos a la comunidad ya que previa autorización permitimos que contingentes de jubilados y de niños discapacitados gocen del predio, resaltamos el aspecto ecológico conservacionista de la Asociación y la promoción de la pesca entre niños y jóvenes”, se defendieron en el comunicado los pescadores.

“Explicamos detenidamente –continuaron- que es simple de entender que si AGP convierte al muelle al igual que el predio en público, carece de lógica abonar un arancel para ingresar a un espacio público y así acabaría la hermosa realidad que representa nuestra Asociación Civil sin fines de lucro que en base a la cuota societaria realizó infinidad de obras que van desde la reparación del muelle durante tantas sudestadas, y su constante mantenimiento, a erigir un predio impecable y acorde con el entorno de Puerto Madero y que cuenta con un extenso historial ciudadano”.

Por su parte, desde la AGP señalaron que durante este proceso de diálogo “se les ofreció un nuevo lugar en el marco del proceso de apertura a la comunidad”, por lo que “en los próximos días habrá nuevas mesas de diálogo para continuar la búsqueda de consenso”. De la misma manera, puntualizaron que “se les garantizó su presencia y la continuidad de las actividades que desarrollan en la nueva etapa; sin embargo, reclamaron exclusividad del uso del muelle y continuar la discrecionalidad en su administración, lo que contradice el espíritu de un espacio abierto a la comunidad”.

“AGP no impulsó desalojos ni expulsiones, pero mantiene su decisión de trabajar para lograr un muelle y sus alrededores abierto para todas las personas que quieran visitar y disfrutar un mirador al río”, concluyeron desde la autoridad portuaria.