En tres días de intenso trabajo, muralistas de distintas regiones de la Argentina y de otros países se juntaron para homenajear a José Hernández, el mentor del Martín Fierro. Lo hicieron pintando unos 30 murales en el paredón del Liceo Militar del partido bonaerense de San Martín, a unas cuantas cuadras de la chacra donde nació el escritor gauchesco.

José Hernández nació el 10 de noviembre de 1834 en el antiguo caserío de Perdriel, la chacra de su tío don Juan Martín de Pueyrredón, donde hoy funciona un museo, en el partido de San Martín. Los artistas, que llegaron este viernes, el sábado realizaron su obra y el domingo visitaron la chacra donde nació Hernández.

«La idea es hacer esto todos los años. Lo organizamos desde la subsecretaria de de cultura de la Municipalidad, que conduce Nanci Katopodis. Nos comunicamos con artistas de distintos países y del interior del nuestro para que concursen y puedan venir. Acá hay referentes de la cultura, literatura, historia y otros géneros. Decidimos hacerlo con gente de distintas partes por el Martín Fierro, un libro latinoamericano”, explica Ricardo Goy, uno de los organizadores, a Tiempo.

El Gaucho Martín Fierro es un poema narrativo escrito en verso por Hernández en 1872, una obra literaria considerada ejemplar del género gauchesco. La continuación, La vuelta de Martín Fierro fue escrita en 1879. Ambas obras fueron consideradas libros nacionales en nuestro país.

El muralista mexicano Gustavo Martínez Patricio, por su parte, aseguró: “Soy de la Universidad Intercultural Del Estado De Hidalgo Uiceh de México. Para mí es un gran honor haber podido participar y hacer un mural. Estoy super contento porque nos han tratado de maravilla. Muy bueno lo que organizaron porque participan personas de distintos puntos de Latinoamérica. Creo que expresamos más que una pintura en esa pared, porque también es algo del corazón de cada uno de nosotros y por eso me gustaría volver el próximo año”.

El mendocino Walter Lucero, también definió su «orgullo y una gran felicidad, por haber compartido esta experiencia con distintos muralistas de todas partes de la región. Convertimos las paredes en color, la energía en movimiento y quedó ahí plasmada para la gente».

El día se prestó para la actividad: un sol estuvo radiante y la música del Indio sonó durante toda la jornada inspirando a quienes participaron.

«Para mí esto es un momento que nunca voy a olvidar en mi vida. Vengo desde Santiago del Estero a participar. Me siento un privilegiado por haber estado en este momento tan significativo», aseguró otro de los muralistas, Cristian Benavides.