En su pedido de informe al Poder Ejecutivo de Santa Fe, el diputado provincial Carlos del Frade pide saber “qué medidas se tomaron para desarticular los negocios de las bandas de Mauro Novellino, Lucía Uberti y Emanuel Lescano” que operan en Venado Tuerto. También se pregunta por los grupos de Reconquista “dirigidos por Gustavo Romero, Duilio Repetto, Gustavo Farías y Ezequiel Schiffo, este último integrante de la Policía de la Provincia de Santa Fe” y por los de Villa Constitución, donde la “Banda de Las Flores” y “la de Hugo Días”, famoso por sus relaciones con el capo narco preso Luis Paz; “Jaimito” y “Tomazo”, manejan una red de negocios ilegales a la vista de todos.

Con nombres completos y apodos; vínculos y conexiones y lugares de operación (centros de detención incluidos), del Frade elaboró un preciso mapa del delito que permitió identificar al menos a 90 bandas narcocriminales que azotan todo el territorio santafecino.

“Las fuentes que tomé fueron los datos de la justicia provincial y federal; los informes de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), el repaso de todas las noticias publicadas en los medios durante el 2022 y sobre todo las voces de los vecinos y vecinas de los distintos pueblos de la provincia de Santa Fe que, contrariamente a nosotros los diputados que tenemos una situación de privilegio, viven con miedo. Pudimos identificar 90 organizaciones criminales, pero hay muchas que no están nombradas en el informe porque no hubo causas o información sobre ellas. Para mí el número es el doble”, destaca del Frade.

En el uso de su derecho a saber que tituló Proyecto de comunicación, el diputado exige respuestas, por ejemplo, sobre las “medidas tomadas para desarticular los circuitos de armamentos y bandas que actúan en los barrios de la ciudad de Rosario donde se produjeron la mayor cantidad de homicidios en 2022 como son Ludueña y Empalme Graneros, la zona del Cordón Ayacucho, Grandoli y Gutiérrez y en Las Flores, como también en Santa Lucía y Godoy y además en los barrios Bella Vista, Villa Banana, Flammarión, Larrea y Nuevo Alberdi, zonas que se repiten como las más castigadas de acuerdo a la información del Observatorio de Seguridad Pública en los últimos cinco años”.

En otro tramo del informe, se requiere conocer “si existen informaciones confirmadas e iniciadas como también medidas para desarticular posibles maniobras de lavado de dinero a través de la Fundación Lio Messi, los puertos asentados a la vera del río Paraná, los principales clubes de fútbol de la provincia, las mutuales ubicadas en ciudades como Santa Fe, Rosario, Venado Tuerto, San Lorenzo, Rafaela, Reconquista y San Jorge; los negocios de BLD (la firma de corretaje de granos y otros servicios); las potenciales mesas de dinero que aparecieron mencionadas en la llamada megacausa de Rosario y contabilidades de ciertas cooperativas y sindicatos intervenidos”.

Para del Frade, el mapa que elaboró “demuestra que existen dos mafias; una por arriba que es la del lavado de dinero y la circulación de armas, algo que yo llamo la fábrica de Frankenstein porque todos sabemos que después ese personaje terminó matando a su creador; y otra mafia que va por debajo y que son las pandillas que surgen por afuera de las grandes bandas gracias a todas esas armas que están circulando en las calles y que explican el record de crímenes. Cada vez tenemos más chicos que creen que matando gente se van a llenar de guita”.

Un grito en el desierto del delito

Hace diez años que del Frade denuncia la supremacía del crimen organizado en Santa Fe, algo que lo obligó a convivir con amenazas. “Una de las razones de que esto no cambie es que las autoridades no pueden gobernar a las policías, los nichos de corrupción se comen a la fuerza. A eso hay que sumarle la ceguera de los gobiernos que destinan presupuestos exiguos a deporte, trabajo, cultura, educación y alegría”.

Si para los poderes Ejecutivo y Legislativo solo importa la disputa electoral, si la connivencia de las organizaciones narcocriminales con la policía y el Poder Judicial está probada, si las muertes violentas siguen engordando una estadística ya demencial, qué lleva a del Frade a insistir en la denuncia del horror. “La intención –dice– es generar conciencia crítica en la población para que se vote distinto y que los gobiernos, tanto el provincial como el nacional, asuman que siguiendo las recetas del capitalismo solo vamos a una mayor violencia –hace una pausa–. Qué manera de gritar en el desierto, ¿no?”–suelta una carcajada irónica.