Monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, Córdoba, y encargado de escribir el protocolo de acción ante casos de abusos sexual en la Iglesia, pidió hoy que los curas condenados por estos delitos vayan a la cárcel, sean apartados del sacerdocio y paguen a sus víctimas un resarcimiento económico.

El obispo Buenanueva emitió su opinión sobre los abusos sexuales en la Iglesia, en la agencia católica de noticias AICA. “Un cura que es encontrado culpable de abuso sexual debe expiar su delito ante la sociedad. Normalmente, eso significa: cárcel», sostuvo el religioso.

Las declaraciones del obispo se dan a conocer, luego de que una investigación de la agencia AP pusiera de manifiesto, semanas atrás, que el Papa redujo la pena de varios curas abusadores por una cuestión de «misericordia». El pasado año, Francisco había expresado que se sentía interpelado a hacerse cargo de todo el mal que hicieron algunos sacerdotes. En esos días, el sumo pontífice sostuvo: “Hacerme cargo y pedir perdón del daño que han hecho por los abusos sexuales de los niños. La Iglesia es consciente de este daño, que es un daño personal, moral. Y no vamos a dar un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de estos problemas y a las sanciones que se deben poner. Al contrario, creo que debemos ser fuertes, con los chicos no se juega”.

El texto que escribió Buenanueva lleva precisamente el título «Abusos: verdad, justicia y misericordia». Allí, el obispo sostiene que en la investigación tiene «un rol primario la justicia penal del Estado», y pide también que «quienes han tenido diversos grados de responsabilidad de la conducta delictiva de los abusadores, han de hacerse cargo de las consecuencias civiles de esos delitos, es decir: pagar los resarcimientos económicos que establezca la justicia».

Buenanueva fue designado en su cargo en 2013. Es el encargado de elaborar el protocolo de acción ante casos de abuso sexual dentro de la Iglesia. En sus declaraciones, el obispo aclaró: «personalmente me inclino hacia la posición que sostiene que, en las actuales circunstancias, la comisión de un solo delito invalida ya al sacerdote para ejercer el ministerio. Por lo tanto, que la dimisión del estado clerical es la sanción más adecuada». Además sostuvo que la «misericordia, es ayudar a ese sacerdote a comprender que sus actos han herido tan profundamente el sacerdocio que, de hecho, ya no podrá ejercerlo como la Iglesia quiere que sea vivido».

Por su parte, Carlos Lombardi, especialista en derecho canónico y defensor de varias víctimas de abuso, no está de acuerdo con los dichos de Buenanueva y señaló que “lo que dice el obispo es políticamente correcto, pero cuando apretás un poco no deja de ser otro hijo de la Iglesia, puertas adentro son todos lo mismo». Lombardi también afirmó que cuando Buenanueva era obispo auxiliar de Mendoza, encubrió los abusos cometidos por el sacerdote Jorge Morello, contra un seminarista. «Somos pocos y nos conocemos mucho –aseveró Lombardi-. Buenanueva mintió en el expediente, acá no hay muchas vueltas, dicen esto pero después a los curas abusadores los mandan a rezar a un monasterio».

La cantidad de denuncias por abusos sexuales por parte de religiosos de la Iglesia Católica llega «al menos a 32» en la Argentina.