Reshma Qureshi nació en la India y tiene 19 años. Hace dos, cuando tenía apenas 17, mientras caminaba por la calle junto a su hermana mayor fueron abordadas por el ex marido de esta última, quien junto a un grupo de amigos intentó agredir a su ex pareja arrojándole ácido sulfúrico en la cara. Reshma defendió a su hermana y gritó para que algunos de los transeúntes se detuvieran a ayudarlas. Pero nadie intervino. Entonces, enfurecidos por el atrevimiento de esas mujeres que no aceptaban someterse en silencio a su destino de sometimiento, los hombres no se contentaron con atacar solo a una. A causa del ataque, Reshma perdió un ojo y quedó con su cara parcialmente desfigurada.

Ella y su hermana forman parte del enorme grupo de mujeres que en la India y otros países de oriente son víctimas de esta modalidad atroz de la violencia machista. Una forma cobarde de tomar por la fuerza (una fuerza absurda y monstruosa) lo que no ha podido ganarse con el amor y el respeto. Un modus operandi criminal que intenta disciplinar a estas mujeres que no consienten aceptar un rol de sumisión, arrancándole aquello que estos hombres suponen es el mayor tesoro que puede tener una mujer: su belleza física.

A partir de ese crimen, lejos de resignarse a su tragedia, Reshma se convirtió en una activista por los derechos y la dignidad de las víctimas de este particular delito, convirtiéndose en la cara de la campaña #EndAcidSale (#DetenganLaVentaDeÁcido), organizado por Make Love No Scars (Hagamos el amor y no las heridas), una ONG con base en la ciudad de Nueva Dehli, cuyo principal objetivo es conseguir que se regule la venta ácido al público en general, haciéndolo inaccesible a los potenciales agresores de mujeres. A partir de ahí se convirtió en una personalidad pública, una activista que lucha para que otras mujeres no tengan que pasar por el calvario que ella conoce tan bien.

Es en el marco de esas luchas que Reshma fue convocada por firma FTL moda, dedicada a fomentar una imagen femenina que se aparte del estricto dogma de la belleza occidental, para integrarse a las actividades de la Semana de la Moda de Nueva York como modelo principal en el desfile de la diseñadora de modas de origen indio Archana Kochhar. El mencionado desfile se llevó a cabo ayer por la noche y generó una gran repercusión, dándole una inusitada visibilidad a la causa de Reshma, quien fue la encargada de abrir la pasada con un vestido blanco realizado en una tela con estampados propios de la cultura de su país. Tras el desfile Reshma se manifestó satisfecha y feliz. “Me siento realmente bien y la experiencia fue genial. Creo que ha cambiado mi vida”.

Reshma también ha realizado una serie de tutoriales para que chicas atacadas aprendan a maquillarse y en los que las insta a no perder la coquetería, a no dejarse vencer por las intenciones de sus agresores. Según los informes de la organización Make Love No Scars, que entre otras cosas ofrece apoyo psicológico y laboral a las víctimas, se producen entre 500 y 1000 ataques de este tipo al año sólo en la India.

Por su parte, no es la primera vez que la organización de la Semana de la Moda de Nueva York se compromete con distintas causas sociales vinculadas a la vida social de las mujeres, utilizando sus actividades para darles visibilidad. El año pasado, por ejemplo, la australiana Madeline Stuart se convirtió en la segunda modelo con Síndrome de Down en desfilar por las pasarelas de este reconocido evento, uno de los más prestigiosos dentro del mundo de la moda a nivel mundial.