Ya otra vez lejos de la atención general, Independencia de Gonzales Chaves y Garmense de De la Garma, dos clubes de pueblos bonaerenses que participan en la Liga de Tres Arroyos, finalmente jugarán esta tarde el partido que tenían programado para el domingo pasado y que fue postergado por una agresión que recorrió el país y gran parte del mundo: el golpe en la nuca que Cristian Tirone, defensor de la Reserva del equipo visitante, le asestó a Dalma Cortadi, la árbitra que dirigía ese encuentro preliminar. En cambio, los 20 minutos que restaban del partido de Reserva –el equipo del agresor ganaba 2-1- ya no se jugarán: la dirigencia de Garmense cedió a su rival los tres puntos en disputa.

Una semana después de la agresión, ni Tirone ni Cortadi estarán este domingo en el pequeño estadio de Independencia de Gonzáles Cháves, acorde a un pueblo de 10 mil habitantes, con una única tribuna de 15 metros de largo y diez escalones -eso sí, muy coqueta y techada, como si formara un solar-. Mientras Cortadi pasará el día en su casa de Tres Arroyos, recuperándose durante su reposo -lleva un cuello ortopédico, toma calmantes y le esperan dos semanas más de descanso-, el paradero del futbolista para este domingo era incierto al cierre de esta edición.

A Tirone le esperaban tres posibilidades, todas relacionadas a la disponibilidad carcelaria del suroeste de la provincia de Buenos Aires: 1) seguir detenido en la comisaría primera de Tres Arroyos -adonde fue trasladado el lunes, el día siguiente a su agresión-; 2) entrar en algunas de las unidades penales de la zona -la de Saavedra o la de Bahía Blanca-; o 3) transitar la Ruta 3 a bordo de un móvil carcelario desde la comisaría a la cárcel disponible.

Lo que está claro es que Tirone no volverá a su casa de De la Garma, el pueblo de 1700 personas en el que vive. Su último contratiempo fue en la audiencia del viernes, cuando el juzgado de garantías de Tres Arroyos, a cargo de Verónica Vidal, rechazó la excarcelación realizada por el abogado del jugador. Fuentes judiciales dijeron a Tiempo, «la señoría denegó el pedido pero la decisión no está firme. Fue apelada, no es cosa juzgada y la remitiremos a la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca».

Tirone está detenido e imputado (con una solicitud de excarcelación rechazada en primera instancia pero en apelación) por el delito de lesiones agravadas por alevosía, la condición de mujer de la víctima y la Ley de la Violencia de Deporte, que prevee una pena de hasta tres años a quien interrumpa un espectáculo deportivo. La causa empezó en Gonzales Chaves, pasó a Tres Arroyos y finalizará en Bahía Blanca.

Mientras tanto, el agresor seguirá detenido hasta que la Cámara resuelva. El juzgado de Tres Arroyos solicitó el traslado de Tirone desde la comisaría de esa ciudad a una unidad penitenciaria, un hecho que podría efectivizarse este fin de semana o entre lunes y martes. «Ya pedimos el cupo para que sea alojado, pero depende de cada jurisdicción», dijeron las fuentes.

A su vez, Cortadi -que el domingo perdió el conocimiento en el vestuario- primero fue derivada al hospital de Gonzales Chaves, donde le dieron el alta. Sin embargo el lunes, ya Tres Arroyos, volvió a descomponerse y decidió atenderse en una clínica local. Allí le recomendaron que se hiciera una tomografía, por lo que el miércoles volvió al hospital de Tres Arroyos -donde trabaja como personal de maestranza-.

«Dalma fue a ver un neurólogo, que le mandó a hacer una resonancia y una ecografía para ver la garganta y el oído, porque están inflamados. Tiene que seguir con el cuello ortopédico y tomando calmantes», le dijo Alejandro Cortadi, el padre de la árbitra, a Tiempo. «Todo es producto del impacto pero Dalma está bien, lúcida y más fuerte que nunca. Ahora guarda reposo  para volver a lo que más le gusta, estar en un campo de juego», agregó.

Mientras el club Garmense ya anunció que Tirone fue expulsado del club -y el Aprevide ratificó que no podrá volver a jugar al fútbol oficial-, un testimonio que pasó por alto durante la semana fue el de la ex mujer del agresor, Mayra Ramos, quien negó que Tirone (de profesión albañil) tenga antecedentes violentos, advirtió sobre el escrache mediático y lanzó un pedido desesperado: teme que su ex se suicide.

«Mi hijo menor (cuyo padre es Tirone) tiene un retraso madurativo y condiciones de desafío. Cristian es un papá absolutamente presente. Está todos los días a disposición mía y de mi hijo, acompañándolo a todas las terapias», dijo Mayra, que es docente y musicoterapeuta. “Entiendo que lo que sucedió es gravísimo y me solidarizo con Dalma, pero quiero saber qué sector de la sociedad va a ayudar a una persona que se equivocó y claramente necesita ayuda (….). En mi pueblo hay asesinos caminando por la calle y nadie dice nada. Hay abusadores trabajando en las escuelas y nadie dice nada. Jamás voy a justificar lo que pasó pero que pague lo que tenga que pagar y luego pueda rehacer su vida».

En contacto con Tiempo, uno de los fiscales de Gonzales Chaves que empezó el caso, Juan Ustarruz, contó cómo lo vio a Tirone en la comisaría de Tres Arroyos: «Hablé con el agresor y, aunque prefierió no prestar declaración testimonial, dijo que estaba arrepentido y que pedía perdón. Creo que ya es consciente del impacto que tuvo el caso».

La agresión podría haber sido aún peor. Los partidos de Reserva de la Liga de Tres Arroyos no tienen presencial policial pero los efectivos de Gonzáles Chaves habían llegado 15 minutos antes de tiempo -tenían que cumplir con su trabajo en la Primera- para entregar folletos que, irónicamente, intentaban apaciguar la violencia entre hinchas. Los dirigentes de la Liga plantearon este miércoles que los uniformados también asistan a la Tercera.