En el Día Internacional del Orgullo LGBT, Mariana Gómez, joven lesbiana detenida y agredida por un policía el 2 de octubre de 2017 mientras besaba a su esposa, fue declarada culpable y condenada a un año de prisión en suspenso por la jueza Marta Yungano, del Tribunal Oral en lo Criminal N° 26. Gómez había sido procesada por la jueza de instrucción María Dolores Fontbona de Pombo por «resistencia a la autoridad y lesiones».

El veredicto de la jueza Yungano decidió «condenar a Mariana Solange Gómez a un año de prisión en suspenso y al pago de las costas del proceso por el delito de resistencia a la autoridad en concurso con lesiones leves agravadas, por tratarse de miembros de las fuerzas de seguridad pública». Mariana lo escuchó junto a su esposa, Rocío Girat, mientras afuera, en la calle, activistas feministas y de la diversidad sexual exigían su absolución. A la salida de tribunal, Mariana se descompensó y debió ser asistida. Mientras se recuperaba, en la calle se cantaba: «Marian, escucha, tu lucha es nuestra lucha».

«La sentencia es lesboodiante, es discriminadora. Nosotras llegamos hasta acá porque queríamos la absolución para que fuera un precedente. No esperábamos este fallo. Es en suspenso y eso es peor, porque tenemos que estar con cuidado en todas las esquinas. Compañeras necesitamos el apoyo, necesitamos que esto se difunda», dijo Rocío en la puerta del tribunal, antes de retirarse junto a Mariana.

Consideró que la condena fue «adoctrinante para todo el colectivo». Y anticipó que apelarán el fallo. «Vamos a seguir exigiendo la absolución. Vamos a dar pelea, a dar batalla. Vamos a apelar y a hacer visible que la jueza es una más de este sistema lesboododiante. Esto es un reflejo de lo que es la justicia patriarcal. Los femicidas y violadores salen por esa puerta. Las pibas salen condenadas y encerradas».

Los hechos

El 2 de octubre de 2017, apenas pasado el mediodía, Mariana fue a acompañar a Rocío a tomar el colectivo a la estación Constitución. Cuando estaban ahí, se desató una tormenta de lluvia y piedras, y decidieron guarecerse en el ingreso de la terminal de subtes.

No estaban solas: había decenas de personas haciendo lo mismo. También había alguna otra pareja que, como ellas, se reía, se tocaba o se besaba. Muchos fumaban también, como Mariana. «Pero de las que fumaban o se besaban, las únicas lesbianas éramos nosotras», contó Mariana.

Fue detenida y obligada a colocar su cara contra la vereda, «en una actitud de violencia inusitada, pues nunca se resistió ni ejerció violencia para con los efectivos policiales». Esto dice la presentación judicial, junto con tres videos que documentan el abuso policial. Mariana quedó en libertad esa misma noche.

Procesada por la jueza de instrucción María Dolores Fontbona de Pombo por «resistencia a la autoridad y lesiones», esta la acusó de «dar golpes de pecho» a un policía. Y la envió a juicio. «La jueza ignoró buena parte de la prueba: ofrecimos el testimonio de Rocío y filmaciones, y no les dio importancia. Sólo se basó en el testimonio de los dos policías y del empleado de Metrovías. Enfocaron todo el hecho en que fue por fumar en un lugar prohibido y que la resistencia a la autoridad fue consecuencia de tratar de impedir eso», dijo Lisandro Teszkiewicz, su abogado.

El juicio oral

En la primera audiencia, el 5 de junio, Mariana pudo declarar lo que ella y Rocío vivieron  casi dos años atrás. Agradeció a la jueza que la hubiera escuchado: «Me violaron durante 16 años y nunca logré que me escuchara una jueza. Ahora una jueza me escucha, pero como acusada. Voy por la absolución», dijo entonces, mientras organizaciones de la diversidad, en la calle y en las redes, exigían justicia para Gómez, #ProcesadaPorBesar.

Rocío y Mariana están casadas y ambas pasaron por la experiencia de ser abusadas sexualmente por familiares. En el caso de Rocío fue su padre, el suboficial de la Armada Marcelo Girat, y en el de Mariana, su padrastro y el padre de este. Los dos casos se hicieron públicos en 2014 y fue en ese contexto cuando se conocieron.

Los fundamentos de la polémica sentencia que la condenó se darán a conocer el 5 de julio . «

Marcha contra los travesticidios y transfemicidios

Más de 5000 personas se movilizaron en la 4° Marcha Plurinacional «Basta de Travesticidios y Transfemicidios» en Buenos Aires, en el Día Internacional del Orgullo LGBT. Con 39 muertes en lo que va del año, la brutalidad del número evidencia la urgencia del reclamo. Criminalizadas por los códigos contravencionales y estigmatizadas por un Estado que avanza muy lentamente en políticas de inclusión y acceso a derechos básicos, las disidencias sexuales quedan a merced de la violencia machista.