Tras varios intentos del gobierno porteño de avanzar contra la fisonomía del histórico Parque Saavedra, vecinos y vecinas del barrio trabajan en la elaboración de un proyecto de ley que busca que ese espacio verde y público se convierta en un «Área de Protección Histórica». No es para menos. El Parque y las inmediaciones del mismo fueron víctimas de varias inundaciones tras la falta de políticas en materia de obras públicas. La inundación más recordada ocurrió en abril de 2013 y tuvo un saldo de seis personas fallecidas. Por entonces Mauricio Macri era el intendente porteño y fue el primero en prometer que éste y otros barrios no se iban a inundar más. No cumplió. Pero la problemática continuó su camino en las dos gestiones de Rodríguez Larreta que, como única solución al problema, dijo que iba a desentubar el arroyo Medrano con la promesa de dejar un gran tramo al aire libre, una obra que iba a contar con el financiamiento del Banco Mundial. Los vecinos y vecinas lograron frenar esta iniciativa que iba a incrementar las inundaciones y provocaría graves consecuencias ambientales y sanitarias al dejar las aguas contaminadas del arroyo a la intemperie (ver recuadro).

Foto: Télam

Por esta razón, vecinos y vecinas del barrio trabajan en el diseño de medidas que tiendan a la protección integral del patrimonio del parque y a la preservación de su identidad cultural. Este gran espacio verde de 94.000 metros cuadrados es dueño de decenas de especies de árboles y plantas.

“Saavedra es un barrio que se organiza siempre para dar diferentes luchas. En este caso queremos declarar como patrimonio histórico al Parque para evitar que cualquier gobierno local del signo que sea o cualquier funcionario de turno, avance sobre el parque”, afirma a Tiempo José Olivo, integrante de Vecinos por Saavedra y referente del Partido Solidario de la Comuna 12. Uno de los objetivos de este proyecto es que cualquier medida que quiera emprender un determinado gobierno, la tenga que discutir y elaborar con las y los vecinos.

“Es un espacio que disfrutamos todos y necesitamos participar de las decisiones que se toman. En Saavedra tenemos una frase acuñada en relación a las inundaciones del barrio que es ‘Saavedra no duerme cuando llueve’, es algo muy sensible en nuestro barrio el tema de las inundaciones, tras la muerte de seis vecinos el 2 de abril del año 2013 por desidia del gobierno de la Ciudad”, recuerda Olivo y termina: “Es por eso que necesitamos mantener ese espacio absorbente que disfrutamos y vemos disfrutar jugando a los chicos al fútbol, queremos que siga así y que no se transforme”.  

Hace unos 80 años, el arroyo Medrano atravesaba todo el Parque Saavedra a cielo abierto. Fue entubado con obras de soterramiento en el año 1942, con el objetivo de mitigar los desbordes de los cursos de agua en los barrios y evitar las inundaciones, ante un proceso de avance en la urbanización y crecimiento poblacional. En 2021 el jefe de gobierno porteño, Rodríguez Larreta, intentó volver al pasado: y propuso abrir un extenso tramo del arroyo y dejarlo al aire libre.

Según la administración porteña, esta iniciativa pertenecía al Plan Hidráulico: una obra que construía “aliviadores para los arroyos entubados” que desembocan en el Río de la Plata. Las y los vecinos se organizaron para frenar esta medida, dado que el arroyo a cielo abierto tendría una extensión de 500 metros y «caminos peatonales a ambos lados» con el fin de generar «un nuevo corredor junto a un curso de agua», y esto dejaría al parque dividido en dos, y pondría en riesgo a niños, niñas y mascotas, además de que sumaría varios metros cuadrado de cemento al espacio verde, lo que afectaría la capacidad de absorción del suelo.

Pero el principal argumento fue que en el año 2013 se inundó todo el parque y el barrio, por el desborde del arroyo y que la iniciativa de la administración porteña no iba a solucionar de fondo el problema de las inundaciones ni a mitigar los desbordes.

Cómo frenaron la obra

Desde un primer momento las diferentes agrupaciones vecinales argumentaron que la iniciativa de Rodríguez Larreta, no iba a solucionar las inundaciones en el barrio. Por esta razón realizaron un reclamo al Banco Mundial para que no financie la obra.Los abajo firmantes, representantes, organizaciones y vecinos del barrio de Saavedra, de la ciudad de Buenos Aires, República Argentina, nos dirigimos a Uds. con el propósito de asentar nuestro requerimiento de atención a la solicitud de cancelación inmediata del proyecto”, comenzaba el documento presentado. Entre los argumentos presentados, destacaron que el proyecto de construcción de un arroyo artificial en el Parque Saavedra había sido rechazado formalmente por votación mayoritaria de la Junta Comunal de la Comuna 12, que es el ámbito público de gestión política y administrativa electa democráticamente.

En ese sentido, adujeron que el plan de Larreta “no considera como prioridad la prevención de inundaciones, no contempla impactos relativos ambientales y sociales, y resultaría una utilización irracional del financiamiento para la obra brindado por vuestra institución”, y solicitaron que los recursos previstos para la obra “se vuelquen inmediatamente a la realización prioritaria del denominado Reservorio 2 en terrenos ya definidos en el cercano, amplio y mucho más propicio Parque Sarmiento en el trayecto del arroyo Medrano, incluido en el Plan Director de ordenamiento Hidráulico de 2006”.

Tras analizar los variados argumentos técnicos realizados por especialistas, a los pocos meses el Banco Mundial dio marcha atrás con el financiamiento de la obra.

Aguas contaminadas

La Defensoría del Pueblo porteña realiza un monitoreo permanente de los arroyos que corren bajo la Ciudad. En el caso del Medrano, detectó que el problema recurrente de las inundaciones y anegamientos resulta agravado por la contaminación que afecta a sus aguas. El informe de laboratorio confirmó que cuando ingresan al subsuelo porteño, “las aguas del Medrano ya se encuentran severamente contaminadas (…) Esta contaminación se incrementa sensiblemente a lo largo de su recorrido bajo la Ciudad hasta revelar valores de deterioro mucho más severos en su desembocadura, donde diariamente se practican actividades náuticas y de pesca. La observación satelital muestra con claridad que el agua contaminada se desplaza hacia el sur e invade la zona costera”. Una vez abierto el arroyo en el predio que ocupa el parque, los olores ocasionados por productos químicos desechados por industrias linderas afectarían gravemente la salud de vecinas y vecinos.