A 87 años del levantamiento de las fuerzas fascistas que dio inicio a la Guerra Civil, los españoles deben elegir a un nuevo gobierno y se enfrentan a la posibilidad de que muchas de las conquistas logradas en las últimas décadas, y especialmente durante el período de la coalición de centroizquierda PSOE-Unidas Podemos, tengan un giro de 180 grados, alertan desde ese sector. En ese contexto, el voto desde Argentina resulta clave.

En el país hay medio millón de ciudadanos en condiciones de emitir su voto y en un momento en que la disputa está tan pareja como indican las encuestas, y con un sistema parlamentario donde cada banca resulta fundamental para formar gobierno, no son pocos los que apuestan a las mesas dispuestas desde este lado del Atlántico. De allí la publicidad del gobierno de Pedro Sánchez que se ve en los canales argentinos y se cruza con la de los precandidatos locales a las PASO de agosto.

Ciertamente, la elección de este domingo en el país ibérico es clave también para nuestro país, ya que la centroizquierda que está en La Moncloa replica ideales y un modelo social que la emparenta con el Frente de Todos, mientras que la sintonía entre el Partido Popular y el PRO no se oculta y hasta algunos de los representantes del partido que hoy dirige Alberto Núñez Feijóo aprovechan cada vez que pueden para denostar fieramente al peronismo y sus aliados.

No es casual que desde los sectores progresistas recuerden el levantamiento de las tropas establecidas en Marruecos contra el gobierno de la Segunda República, ese 18 de julio de 1936. Es que la amenaza real es que el PP no consiga los escaños necesarios para poder gobernar solos y que apele a Vox, como lo ha hecho en varias regiones autonómicas. Y el partido que conduce Santiago Abascal es neofranquista sin tapujos.

“Hoy el fascismo se apunta a la desaparición de un mundo donde la vida se pueda desarrollar en condiciones de habitabilidad, provocando una pobreza coyuntural, germen del peor fascismo. Nuestra lucha es hoy más compleja si cabe, luchamos contra unas ideas y valores reaccionarios y segregacionistas que cuentan con el respaldo de la mayoría de los medios de comunicación, propiedad de grandes grupos financieros”, dice un comunicado en tal sentido de Podemos Exterior. “Por eso este 18 de julio de 2023 vamos más allá de rendir homenaje a los hombres y mujeres que en 1936, en defensa de sus ideales de libertad y democracia, de igualdad y de revolución social, defendieron la Segunda República y a todas las personas luchadoras víctimas de la dictadura fascista”.

La esperanza del progresismo es que la izquierda ayude a consolidar la coalición con el PSOE para poder evitar esa tragedia. Para lo cual armaron una agrupación, Sumar, que se encolumna detrás de la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Desde Argentina, dicen los militantes, se buscará impedir que el PP y Vox deroguen las leyes de Nacionalidad–que otorga la nacionalidad a descendientes de españoles nacidos fuera de la península- y la de Memoria Histórica, que obliga a retirar todas las menciones y homenajes a la dictadura franquista, que a 45 años de la recuperación de la democracia aún persisten.

Pero también quieren evitar que la derecha junto con la ultraderecha arremetan contra los beneficios sociales y el sistema de educación y salud públicos universales. Algo de eso ya viene ocurriendo en Galicia, la región que gobernó Núñez Feijóo desde el año 2009 hasta 2022, cuando asumió la presidencia del Partido Popular. “Feijóo ha hecho un desastre- dice Luis Fernández, candidato a Senador por el Bloque Nacionalista Gallego- y han emigrado 200.000 jóvenes por la precarización y el paro”.

El voto gallego en Argentina suma 180.000 ciudadanos y se califica a nuestro país como la quinta provincia gallega. De allí la importancia de que los ciudadanos con derecho a voto acudan a la sede porteña de la embajada para que no llegue al poder “el PP en alianza con la ultraderecha de Vox, racista, negacionista y antigallega con un grado de profundidad que asusta”, agrega Fernández.

Los lugares de votación son en los consulados del interior del país. En la ciudad de Buenos Aires y alrededores, en la sede de la embajada, Figueroa Alcorta 3102, por la entrada de la calle Ramón Castilla. Este martes y el miércoles de 10 a 20 horas, el jueves cierra a las 17.