Alan García, el dos veces ex presidente de Perú, se suicidó de un tiro en la cabeza cerca de las 6.30 de la mañana cuando la policía de ese país intentaba detenerlo en cumplimiento de una orden judicial. El ex mandatario había sido inmediatamente trasladado al hospital Casimiro Ulloa con un “orificio de entrada y salida” donde fue intervenido quirúrgicamente. A pesar de que los médicos lograron sacarlo de tres paros cardíacos, nada pudo evitar el fatal desenlace.

“El señor García Pérez, indicando que iba a hacer una llamada a su abogado, ingresó a su habitación y cerró la puerta. A los pocos minutos, se escuchó el disparo de un arma de fuego. La policía forzó el ingreso a la habitación y lo encontró en posición de sentado con una herida en la cabeza”, informó el ministro del Interior, Carlos Morán.

El Poder Judicial peruano había ordenado el martes la detención preliminar por diez días contra Alan García por presunto lavado de activos y tráfico de influencias en el marco de la causa Odebrecht, en particular sobre la licitación para la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima. En el caso, se investiga el aporte de la constructora brasileña a su campaña de 2006, en la que triunfó y gobernó su período hasta 2011.

Además, una investigación periodística dio a conocer que Luis Nava, secretario presidencial de García, habría recibido 4,5 millones de dólares de Odebrecht. La fiscalía especial para el caso Lava Jato, a cargo de José Domingo Pérez, investigaba al ex presidente como posible destinatario de esos sobornos.

En noviembre de 2018, García solicitó asilo en la embajada uruguaya, pero su pedido fue rechazado. Inmediatamente, la Justicia le impidió salir del país por 18 meses mientras continuaban las investigaciones.

El último martes, el líder del partido aprista había negado, una vez más, todas las acusaciones en su contra, en la última entrevista había dicho sobre la denuncia: “Me parece ruinosa, malintencionada y hasta torpe, porque durante dos años han buscado, por todos lados, bienes, cuentas, millones, y no los tendrán porque no hay nada. Si otros se venden, yo no”.

La misma causa ya tiene a otros tres ex presidentes de Perú investigados: Ollanta Humala, Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuczynski.

«Partió con honor», dijo Nidia Vílchez, ex ministra de Vivienda bajo su administración. Mientras que el presidente actual del Perú expresó sus condolencias por Twitter.