El expresidente de Bolivia Evo Morales Ayma formalizó su candidatura a senador por Cochabamba en representación del MAS. El mandatario -con refugio político en Argentina- encabeza la lista de aspirantes a ese cargo por el Movimiento al Socialismo de esa región clave del país andino en la que figuran cuatro postulantes titulares y cuatro suplentes.

La inscripción de Morales estuvo teñida por la persecución del gobierno de facto de Jeanine Añez contra sus partidarios y representantes, al punto que su apoderada la abogada Patricia Hermosa, fue detenida el pasado viernes y enviada preventivamente a la cárcel el domingo por delitos de «sedición y terrorismo».

En ese procedimiento, también le incautaron documentos del mandatario que estuvo al frente del Poder Ejecutivo por más de 13 años, aunque finalmente el Tribunal Supremo Electoral (TSE) terminó por recibir el trámite.

Evo, de 60 años, renunció el 10 de noviembre pasado tras una insurrección de la policía boliviana y por presiones de las Fuerzas Armadas. Impedido de participar como presidente, se postula para el senado en un contexto difícil porque si bien el MAS aparece como favorito para las elecciones convocadas para el 3 de mayo, tanto los medios como el poder económico y el político que gobierna desde hace tres meses buscan todas las alternativas para que no regrese al Palacio Quemado el partido que llevó a cabo la transformación democrática más profunda en la historia de ese país.

Es así que el MAS lleva como candidato a la presidencia a Luis Arce, que fue ministro de Economía de Morales y lideró un proceso virtuoso para el crecimiento del país, que lo llevó a ser la estrella del desarrollo durante toda su gestión dentro de la región. Algo inédito para una nación que figuraba como la más pobre de América del Sur y tradicionalmente la de menor posibilidad de crecimiento. Como vice figura un dirigente de la comunidad aymara, David Choquehuanca, que fue canciller durante casi toda la gestión de Evo.

Los distintos sectores de la derecha, en tanto, mostraron su disparidad de criterios para combatir al “evitismo”. Presentaron al cierre del plazo de inscripción a ocho alianzas para la presidencia. Añez, que había prometido no presentarse y juró que llegó al poder para cumplir el mandato de Morales -que terminó formalmente el 22 de enero pasado- anunció que quiere participar y se anotó con el empresario Samuel Doria Medina como aspirante a vice.

También participarán Carlos Mesa, que ocupo al presidencia de manera provisora entre 200 y 2005; el ultraderechista de Santa Cruz de la Sierra, Luis Fernando Camacho; el líder evangélico coreano Chi Hyun Chung; el expresidente conservador Jorge Quiroga (2001-2002), el dirigente minero Feliciano Mamani y el general retirado derechista Ismael Schabib.

Según una encuesta de la firma Mercados y Muestras, difundida por el periódico Página Siete, Arce tiene un 26% de apoyo para llegar a la presidencia, Mesa y Camacho empatan en el segundo lugar con 17%. Les siguen Áñez con 12%, Chi con 6% y Quiroga con 3%.

La segunda vuelta está prevista para el 14 de junio y el nuevo gobierno y el futuro Congreso deben asumir a fines de junio o en julio. Hay que recordar que tanto el Poder Ejecutivo como el legislativo se autoextendieron el mandato, que finalizó el 22 de enero.

Mientras tanto, y como signo de la persecución que denuncia el MAS, el abogado de Morales, Wilfredo Chávez, denunció que el gobierno intentó detenerlo para impedir que no pudiera logra inscribir al expresidente. Oros excolaboradores de Evo como como Juan Ramón Quintana (Presidencia) y Javier Zavaleta (Defensa), permanecen refugiados en la embajada mexicana en La Paz.