El jefe de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, presentó este miércoles un plan de diez puntos para poner fin a la «carnicería» en la Franja de Gaza que incluye la apertura de más pasos fronterizos, al mismo tiempo que el Consejo de Seguridad del organismo pidió «pausas humanitarias», en una resolución aprobada sin el voto de Estados Unidos, Rusia y Reino Unido, que se abstuvieron.

«A medida que la masacre en Gaza alcanza nuevos niveles de horror cada día, el mundo sigue observando conmocionado como los hospitales son atacados, los bebés prematuros mueren y toda una población se ve privada de los medios básicos de supervivencia. No se puede permitir que esto continúe», dijo Griffiths en un comunicado recogido por la agencia de noticias Sputnik.

«Esto no puede continuar. Las partes en conflicto deben respetar el derecho internacional humanitario, acordar un alto el fuego y detener los combates», dijo.

El funcionario instó a todas las partes a implementar un plan de diez puntos, que incluye adoptar un alto el fuego humanitario; facilitar un flujo continuo de convoyes de ayuda; abrir puntos de cruce adicionales para la entrada de ayuda y camiones comerciales, incluido Kerem Shalom, que comunica la frontera entre la Franja de Gaza e Israel.

También propone «mejorar el mecanismo de notificación humanitaria para ayudar a evitar ataques contra civiles e infraestructuras civiles» de las hostilidades, y financiar la respuesta humanitaria, que ahora asciende a 1.200 millones de dólares.

Griffiths subrayó que otros puntos son «permitir a la ONU y a otras a organizaciones humanitarias públicas y privadas acceder a combustible en cantidades suficientes para entregar ayuda y dar servicios básicos en Gaza sin impedimento o interferencias».

El plan incluye permitir «expandir el número de refugios seguros para desplazados en escuelas y otras instalaciones públicas en Gaza, así como garantizar que son zonas seguras durante las hostilidades»

Asimismo, pidió establecer «puntos de distribución de ayuda para civiles, en línea con las necesidades. Permitan que los civiles se muevan a zonas seguras y que vuelvan de forma voluntaria a sus residencias».

Destacó que el último punto del plan es «aplicar un alto el fuego humanitario para permitir que los servicios básicos se reinicien y el comercio esencial se reinicie».

«Un alto el fuego así es también vital para facilitar la entrega de ayuda, permitir la liberación de los rehenes y dar un respiro a los civiles», argumentó.

Asimismo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución propuesta por Malta, adoptado con 12 votos a favor y las abstenciones de tres de los cinco miembros permanentes -Estados Unidos, Rusia y Reino Unido- instando a “pausas y corredores humanitarios amplios y urgentes durante el número de días suficientes» para permitir la llegada de ayuda humanitaria a los civiles de la Franja de Gaza.

La formulación del texto deja en el aire el número de días que se consideran «suficientes», pese a que en una versión precedente del texto que pudo consultar la agencia de noticias AFP reclamaba una pausa inicial de cinco días consecutivos en las 24 horas siguientes a la adopción de la resolución.

«Se necesita que sea suficientemente largo para permitirnos movilizar los recursos, una vez que tengamos suficiente carburante, para llevar a la población lo que necesitan», dijo Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU.

«Tales medidas podrían permitir un acceso humanitario completo, rápido, seguro y sin trabas (…) para bienes y servicios esenciales importantes para el bienestar de los civiles, especialmente de los niños», dijo por su parte la embajadora de Malta, Vanesa Frazier, al presentar el texto.

La resolución «exige que todas las partes respeten sus obligaciones en virtud del derecho internacional, sobre todo en lo que se refiere a la protección de civiles, en particular los menores».

También «insta» a la «liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes detenidos por Hamas», aunque no condena el sangriento ataque del movimiento palestino contra Israel el 7 de octubre que dejó que dejó cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, incluyendo a una veintena de argentinos, según las autoridades israelíes.

En tanto, las autoridades de Gaza cifraron en más de 11.200 los muertos por los bombardeos israelíes, entre ellos unos 4.600 niños.