A una semana del comienzo de la escalada bélica, mientras en Tel Aviv, cientos de personas se manifestaron ante la sede del Ministerio de Defensa israelí en solidaridad con los rehenes capturados por Hamas pero pidieron la renuncia del primer ministro Benjamín Netanyahu, muchas partes del mundo fueron escenario de distintas movilizaciones en las que por un lado se reclamó por los derechos de los palestinos en Gaza, o a favor de Israel.

«¡A la cárcel, Bibi!», se pudo leer en los carteles de los manifestantes. Otras pancartas decían: «Tiene sangre en sus manos», «Fuimos abandonados», «Devuelvan a los rehenes inmediatamente» y «No hay confianza, renunciá». En medio de la protesta, un manifestante gritó a favor del primer ministro y la policía rápidamente lo dispersó.

A una semana de la explosión de la guerra entre Israel y Hamas, volvieron a realizarse  manifestaciones en diversas ciudades del mundo. En Alemania, unas 50 personas se concentraron en la Puerta de Brandeburgo, en el corazón de Berlín, con banderas en apoyo a la población palestina, pero la policía evitaron la protesta. La capital alemana también fue escenario de marchas de solidaridad con Israel.

En el centro de Londres, miles se manifestaron bajo fuerte vigilancia, en apoyo de los palestinos. Lo mismo en Francia: el Ministerio del Interior ordenó la prohibición de manifestaciones, argumentando que representaban una amenaza al orden público, pero miles de franceses fueron protagonistas de diferentes marchas, algunas de ellas reprimidas por la policía. En España, unas 700 personas se pronunciaron en el centro madrileño y otro tanto sucedió en ciudades como Barcelona, Gijón y Navarra. Otras marchas estudiantiles a favor de Palestina se replicaron en otros puntos de Italia como Nápoles o Florencia. En Atenas, una marcha respaldó la causa palestina en la icónica plaza de Syntagma. También en Malasia y en Indonesia, tras la oración de ayer, cientos salieron ondeando banderas y portando carteles con mensajes de condena por la acción militar en Gaza. El viernes se desarrollaron protestas en Nueva York: de un lado de Times Square, un centenar apoyaban a causa palestina y del otro, una veintena, lo hacía por Israel.

Al mismo tiempo, se escucharon variadas voces. Por caso, el pianista y director de orquesta Daniel Barenboim calificó de «crimen escandaloso» el ataque del movimiento palestino Hamas contra «la población civil israelí», al tiempo que condenó el actual asedio militar a la Franja de Gaza.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, convocó a la comunidad internacional y al secretario general de la ONU, António Guterres, para una «intervención humanitaria internacional» con el objetivo de un cese del fuego que «ponga fin a la más grave violación de los derechos humanos en el conflicto» entre Israel y Palestina: «Es urgente un cese del fuego en defensa de los niños israelíes y palestinos».

El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que el conflicto ilustra «el fracaso» de la política de EE UU en Medio Oriente, y afirmó que la creación de un Estado palestino es una «necesidad». Lo manifestó tras un encuentro que mantuvo en el Kremlin con el primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani.