El exdirector general de la constructora brasileña Odebrecht, Carlos Armando Paschoal, declaró ante la Justicia de San Pablo que fue «casi obligado a construir una historia» para perjudicar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuando se presentó como ‘colaborador’ en la megacausa ‘Lava Jato’. Durante una audiencia, Paschoal se refirió específicamente a la investigación que giró en torno al presunto pago de sobornos para la reforma de una casa de fin de semana en Atibaia, São Paulo, supuestamente financiada por las constructoras OAS, Odebrecht y Schahin.

En febrero de 2019, la Justicia brasileña aseguró que el caudillo del PT había recibido un millón de reales (unos 270.000 dólares) por las reformas del inmueble y lo condenó a 13 años de prisión por «corrupción y lavado de activos». Esta es la segunda sentencia contra el exjefe de Estado brasileño.

Paschoal también fue condenado en ese proceso, a dos años de prisión con régimen abierto. Ahora señaló a los funcionarios del Ministerio Público Fiscal y los acusó de haberlo «coaccionado» para que declarase en contra de Lula. «En el caso del sitio [de Atibaia, la casa en cuestión], que no tengo absolutamente nada que ver, por ejemplo, casi me coaccionaron para que diera cuenta de lo que había sucedido. Y yo, en realidad, en ese caso, identifiqué al ingeniero para hacer el trabajo. Tuve que construir una historia», advirtió. El ex funcionario dijo que se vio obligado a señalar algo como «mira, esto sucedió, esto, esto y aquello», y apuntó «al ingeniero que hiciera las obras». Sin embargo, no dio más precisiones sobre el relato que habría sido obligado a crear.

Por su lado, el abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, aseguró que la defensa del expresidente ya había advertido sobre la existencia de una estrategia político-judicial para inculpar a su cliente y mandarlo a la cárcel. «Solo refuerza lo que dijimos», enfatizó.

Breno Altman, director editorial del sitio de noticias local Opera Mundi, se refirió a las recientes revelaciones de Carlos Armando Paschoal, y afirmó que su declaración arroja más luz sobre las sospechas de que los fiscales del ‘Lava Jato’ «presionaban» a empresarios para que declararan en contra de los exfuncionarios del Gobierno petista, y dejar así a Lula da Silva sin chances de competir en las elecciones presidenciales de 2018.