El primer príncipe en contagiarse fue Alberto Alejandro Luis Pedro Grimaldi, Alberto II de Mónaco, el 19 de marzo, cuando en Argentina comenzaba la cuarentena. El segundo fue Carlos, el príncipe consorte británico, Carlos Felipe Arturo Jorge Mountbatten Windsor. Luego se inició una seguidilla de jefes de Estado seculares.

El primer ministro Boris Jonhson encabeza esta lista, el 27 de marzo, y de allí en adelante, con matices, la pandemia demostró cuán democrático es el coronavirus, que también atacó por igual a conservadores enamorados del recorte presupuestario-como Boris Johnson, que sin embargo salió del hospital bendiciendo a la salud pública británica-, y a líderes algo más progresistas.

También hubo tres “primeras damas”, como Begoña Gómez, esposa del presidente de gobierno español, el socialista Pedro Sánchez; Sophie Gregorie, casada con el liberal premier canadiense Justine Trudeau; u Olena Volodymyrivna Kiyashko, la mujer del presidente de Ucrania, el excomediante Volodymyr Zelensky. Muy cerca de esos lares, Nikol Pashinián, el jefe de gobierno armenio, resultó contagiado junto con toda su familia.

El primer ministro de Guinea Bisau, Nuno Gomez Nabiam, también resultó infectado por Covid-19, junto con otros miembros de su gabinete de gobierno. Lo mismo ocurrió con su par ruso, Mijail Mishustin, lo que obligó a dos semanas de aislamiento del presidente Vladimir Putin. La canciller alemana Angela Merkel, también debió aislarse luego de que un médico con el que había tenido contacto resultara positivo para el virus.

De este lado del Atlántico, el mes pasado, el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, la pasó bastante mal y debió recibir un tratamiento llamado MAIZ en una sala de terapia intensiva. Son las siglas de Microdacyn, Azitromicina, Ivermectina y Zinc. Y más reciente es el caso del brasileño Jair Bolsonaro, que desafió al virus como política de Estado: asegura que se está curando con hidroxicloroquina, un medicamento de dudosa efectividad para este virus.

Otra mandataria contagiada es la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez. En las últimas horas también se confirmó el positivo de Eva Copa, la titular del Senado. Justamente en Venezuela, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, el hombre fuerte detrás del presidente Nicolás Maduro, también fue diagnosticado con Covid-19.