«Ojo con estos mesiánicos que quieren seguir destruyendo al pueblo argentino. No se lo vamos a permitir. Especialmente estos locos como (Javier) Milei, que son unos desquiciados y unos fascistas. Cuidado con los cantos de sirena de la derecha», arengó el gobernador jujeño y precandidato presidencial Gerardo Morales este sábado en Córdoba. Así cerró los dos días del encuentro programático de la UCR organizado por la Fundación Alem. Las 48 horas de debate interno no alcanzaron para concluir el programa. Recién se conocerá el próximo 12 de junio, cuando el radicalismo analice esa plataforma en la próxima Convención partidaria. Será un paso clave antes de resolver las candidaturas de Juntos por el Cambio a nivel nacional, pero sucede en un momento donde los radicales no pueden ocultar la preocupación que les genera la interna a cielo abierto del PRO entre el expresidente Mauricio Macri y el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta.

Faltan 33 días para que venza la inscripción de las precandidaturas que competirán en las PASO nacionales del 13 de agosto. La fecha límite es el lunes 24 de junio, un día después de las elecciones para gobernador de Córdoba, donde se definirá la sucesión de Juan Schiaretti entre Martín Llaryora, que buscará revalidar la continuidad del peronismo cordobés en el poder, y Luis Juez, que encabeza la boleta de JxC, acompañado por el radical Marcos Carasso.

Los dos candidatos de la principal coalición de derecha estuvieron este sábado en el encuentro de la UCR que encabezó Morales. Según confió uno de los participantes de las dos jornadas, están preparando «un programa integral de gobierno basado en buscar la estabilización, pero con crecimiento y desarrollo». La fuente detalló que «la idea es mantener la estabilidad macroeconómica a través de la eficiencia del gasto y no ajustando, estamos convencidos de un Estado presente que garantice libertades, pero a través del trabajo y la educación», explicó a Tiempo el dirigente. Es uno de los que interviene en la redacción del texto y su definición refleja el interés del radicalismo por establecer una hoja de ruta para salir de la crisis. El texto se mantiene en reserva y Morales salió a pegarle a Milei como una forma de sintetizar las preocupaciones que surgieron en las dos jornadas de debate programático. Todos prefieren hablar de eficiencia del gasto y no de ajuste, aunque es la misma fuerza política que ya aprobó el ingreso del diputado de ultraderecha José Luis Espert a JxC, quien lanzó su precandidatura presidencial el domingo pasado en la Feria del Libro. El ingreso del exsocio de Milei ya tiene el respaldo de la UCR y de la Coalición Cívica, pero el PRO todavía no terminó de definir su posición porque no aflojan las diferencias entre Rodríguez Larreta y Macri.

Juez llegó tarde este sábado al plenario. Venía de campaña y le endulzó los oídos a los radicales. Casi al mismo tiempo entró el diputado nacional Rodrigo De Loredo, titular del bloque Evolución Radical en la Cámara Baja.  Es el aspirante a intendente de Córdoba Capital por JxC en un comicio que se realizará el 23 de julio, es decir, dentro de dos meses. Sin embargo fue el encargado de ventilar la incertidumbre radical por las internas del PRO.

Foto: @horaciorlarreta

«Veo en este contexto que a JxC le falta más radicalismo para saber disputar las diferencias que tenemos, y hacer de las competencias un hecho virtuoso y no que esas disputas que vemos en la tele lesionen nuestra marca. Falta esa mirada del radicalismo, porque nos estamos tiroteando de más», lanzó el dirigente que responde a Martín Lousteau. El encuentro duró dos días y sólo se transmitió el cierre de una hora. En el ratito que le tocó hablar, De Loredo desnudó el malestar que recorre a los socios de JxC ante las diferencias que el PRO sigue sin resolver.

«Lo que dijo fue a título personal y como candidato a intendente», interpretó otro de los presentes ante la queja que lanzó De Loredo. Para mitigar el impacto del dedo en la llaga, el diputado también dijo que «hacía falta más PRO», pero lo definió como «un partido nuevo porteñocentrista».

La alusión no fue casual porque otro de los temas que incomodó al encuentro radical es que este martes habrá otro encuentro de la UCR en Córdoba. Es inorgánico y fue convocado para organizar la «mesa radical Patricia Bullrich presidente», que es impulsada por el exministro de Defensa Oscar Aguad. El exfuncionario de la presidencia de Mauricio Macri es el suegro de De Loredo. Algunos participantes del encuentro cordobés que fueron consultados por este diario leyeron la queja del candidato radical a intendente como una forma de despegarse de la movida propiciada por «El Milico» con quien comparte familia.

Otros desconfían de ese movimiento. Especulan que ocurre cuando el schiarettismo no apacigua sus gestos de acercamiento con Rodríguez Larreta para negociar coincidencias con JxC. No son sólo mensajes. También hay adelantados, como el expresidente del PRO cordobés, Javier Pretto, que dejó el partido amarillo y aceptó volver al schiarettismo donde comenzó su carrera política. Lo hizo para ser el candidato a viceintendente de Córdoba Capital detrás de Javier Passerini, elegido por Llaryora para buscar el control de la capital provincial que le arrebataron a la UCR hace cuatro años. 

La fuga de Pretto impactó dentro de JxC, pero la desconfianza se multiplicó porque el exmacrista impuso una condición. Acordó que mantendrá su candidatura como vice del schiarettismo para la capital, pero aclaró: «Yo sigo trabajando para Larreta, porque entiendo que es la persona que necesita Argentina para salir de esta situación y encontrar un rumbo posible», le dijo al canal 12 de Córdoba. 

El salto que hizo Pretto del PRO al peronismo cordobés incomoda mucho al larretismo y Schiaretti, pero a la vez enfurece a la UCR y a Juez. Así como Rodriguez Larreta hace entrismo en el schiarettismo con Pretto, Bullrich hará lo propio este martes con Aguad, pero cuando sigue buscando un precandidato a vicepresidente que la acompañe. Sonaba el senador y candidato a gobernador mendocino Alfredo Cornejo. En el bullrichismo admiten que con ese sector de la UCR también hay chances de contar con otro mendocino en la boleta grande, como el extitular de la UCR Ernesto Sanz.

A nivel nacional Bullrich está como Larreta. No han definido a su compañero de fórmula. Recién esta semana plasmaron un pacto para ordenar las disputas en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires a expensas de las presiones del magnate que fundó el PRO. En tierra porteña acordarán un candidato único entre el ministro de Gobierno, Jorge Macri y su par de Salud, Fernán Quirós.

Este sábado, Elisa Carrió recibió al médico larretista en su casa para respaldarlo en una contienda que se definirá por encuestas y lejos de las urnas. Para la provincia fracasaron las negociaciones de unidad (que había contado este diario) y habrá dos candidatos macristas por la gobernación: el diputado y exvicejefe porteño Diego Santilli se medirá con el intendente de Lanús Néstor Grindetti, que desde esta semana es el precandidato elegido por Bullrich. Ambos aspirantes bonaerenses pactaron competir limpiamente, pero la gran duda es el futuro del diputado nacional Cristian Ritondo, que tenía el respaldo de María Eugenia Vidal y buscaba ser el candidato de Bullrich. La precandidata presidencial eligió a un intendente de estrecha relación con Macri y clausuró la influencia de la exgobernadora en la provincia que gobernó hasta 2019. La elección de Grindetti incomodó a Ritondo y a los otros que esperaban el mismo puesto: Javier Iguacel y Joaquin De La Torre, que no deja de hablar de aliarse con Milei en segunda vuelta. En el gobierno porteño apuestan a recuperar a Ritondo, que por ahora quedó debilitado por Bullrich.

En esa mesa también impacta el duelo entre Macri y Larreta por la inclusión de Espert. «Todavía no está cerrado. Lo único que está en pie es el respaldo de Horacio para que se sume, pero faltan los demás», resumió uno de los conocedores de la negociación que sigue sin resolución porque Macri se opone. El expresidente sostiene que Espert sólo le resta a Bullrich y beneficia a Larreta. En su entorno señalan que el economista no solo tiene un acuerdo político con la Ciudad, sino también económico. La versión cae como sal en las heridas que siguen sin cerrar dentro del PRO. Por eso los radicales no ocultan su preocupación, ni siquiera cuando tienen que debatir plataforma económica.  «