“Duele en el alma pedir hoy, después de tanto camino recorrido, que se haga justicia. Pero al tener que explicarle a dos chicos de 17 y 14 años (mis hijos) por qué, el que me torturó, sigue sin dar la cara y contar el motivo por cual lo hizo”, escribió el ex combatiente de Malvinas, Silvio Katz. El hombre fue estaqueado por militares argentinos en las islas durante el conflicto bélico de 1982 y en la carta le pide al juez Federal de Ushuaia, Federico Calvette, que avance la causa por las torturas a los soldados en la que aún no declararon los militares acusados.

La carta de Katz está dirigida “no al juez federal sino al Federico (Calvette) ser humano” y reclama que concrete la indagatoria de los 18 militares para que avance la causa la causa 1777/07 sobre violaciones a los derechos humanos contra los soldados conscriptos durante la guerra en la que es querellante. La indagatoria está pendiente desde diciembre pasado cuando Calvette convocó después de once años de iniciada la causa, a un grupo de militares luego de que la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia rechazara una serie de pedidos de prescripción.

En la carta, la víctima le contó al juez que a sus hijos también tiene que explicarles que “teniendo una medalla del congreso nacional, no la uso, esperando que se la quiten al que en realidad y mediante delitos de lesa humanidad, traicionó a su nación torturando a compatriotas”.

La causa está radicada en el juzgado federal de Río Grande, que Calvette subroga. Los querellantes consideraron el llamado a indagatoria como un “punto de inflexión”, pero advierten que la aprobación del pliego de Mariel Borruto para ocupar ese juzgado, vacante desde agosto de 2016 tras la renuncia de Lilian Herráez, parece haber dejado el expediente en una suerte de pausa.

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Sobre los militares pesan un centenar de denuncias de casos de violaciones a los derechos humanos. En el expediente declararon 120 soldados, como víctimas o como testigos, de las torturas inflingidas en el Regimiento de Infantería N°5 -dependiente de la III Brigada de Infantería-, al que integraban cinco compañías militares.

Las denuncias apuntan a torturas como los estaqueamientos, picana y enterramientos en la turba durante un tiempo. Al pedir la indagatotria, el fiscal Rapoport consignó que los militares sancionaban con esa torturas faltas como robar comida o dormirse en la guardia.

 Al inicio de la causa se denunciaron 105 casos de torturas de soldados y unos ochenta hechos delictivos cometidos por noventa militares de las Fuerzas Armadas a los que acusaron por por homicidios, abandono seguido de muerte, tortura, vejámenes, coacciones, amenazas, lesiones graves, lesiones leves y abuso de autoridad.

Katz es una de las víctimas de esas prácticas y denunciante de Eduardo Flores Ardonio, quien en 1982 cuando era subteniente del Ejército lo torturó obligandolo a poner las manos, los pies y la cabeza en agua helada, lo estaqueó y lo hizo comer entre excrementos. “‘Judío de mierda’ fue lo más suave que escuché de él”, contó en declaraciones periodísticas.

La carta 

«Carta al Juez Federal de Ushuaia

Dr. Federico Calvette

Mi nombre es Silvio, soy ex combatientes de Malvinas, te escribo de ciudadano a ciudadano, mi intención es contarte que hace 37 años busco justicia y no se lo digo al juez federal (que bastante se ocupa desde su cargo) sino al Federico ser humano.

Duele en el alma pedir hoy y después de tanto camino recorrido que se haga justicia, pero al tener que explicarle a dos chicos de 17 y 14 años (mis hijos) por qué, el que me torturo, sigue sin dar la cara y contar el motivo por cual lo hizo mientras su padre sufre desde el corazón las terribles humillaciones propinadas en el no tan lejano 1982.

También tengo que explicarles que teniendo una medalla del congreso nacional, no la uso, esperando que se la quiten al que en realidad y mediante delitos de lesa humanidad, traicionó a su nación torturando a compatriotas que «solo» íbamos a entregar la vida por nuestra patria.

Soy querellante en la causa 1777/07 donde espero, junto a otros tantos ex combatientes de Malvinas, que llegue el día donde se llame a declaración indagatoria a los primeros de una larga lista de militares que torturaron en Malvinas y eso depende de vos.

Sabrás comprender qué difícil es el día a día en una vida plagada de preguntas sin respuestas y ver compañeros morir a diario sin justicia ahonda mi dolor y mi desesperado pedido de ayuda.

Sin más y esperando que convenzas al Juez Federal para que me dé una mano, te quedo eternamente agradecido.

Silvio Eduardo Katz»