La caída del poder adquisitivo no cesa. Tomando en cuenta los datos oficiales publicados el miércoles por el INDEC, el salario real sufrió una caída del 12,01% como resultado de un incremento de los sueldos en general que se ubicó 19 puntos por detrás de la suba de precios.

Es que, en mayo y según lo registrado por la Encuesta Permanente de Hogares que realiza en INDEC, los haberes en general subieron un 2,8% consagrando un acumulado interanual del 38,4%. Los precios, según el propio INDEC, en el mismo período, subieron un 57,3%. 

El escenario es aún mas gravoso para los trabajadores que se desempeñan «en negro». Es que, para ese segmento, la suba de salarios interanual llegó a apenas un 32% quedando 25,3 puntos más atrás que los precios. Si se lo comparara con la Canasta Básica Total que mide el umbral de la pobreza y que está compuesta por los bienes y servicios esenciales que consume ese segmento en particular, la situación es aún más precaria puesto que la misma se encareció un 61,1%. El diferencial es de casi 30 puntos que se incrementa aún más para los sectores más relegados puesto que la Canasta Alimentaria lo hizo en un 61,7%.

De hecho, en mayo y con relación al mes anterior se produjo un retroceso en términos nominales del salario no registrado de un 0,2% mientras que el salario registrado privado subió un 4,2% y el de los empleados públicos un 2,4%.

A nivel general, en los primeros cinco meses de 2019,  los salarios crecieron un 15,6% mientras que los precios lo hicieron en un 19,2%. Los no registrados, otra vez, fueron los más relegados al acumular, en ese mismo período, un incremento de apenas el 9,2%. 

Con todo, ninguno de los sectores logró acompañar la inflación toda vez que, los privados registrados y bajo convenio, con capacidad de negociación paritaria, vieron sus salarios crecer un 18%, todavía algo por debajo que la suba de precios.