El mundo sigue girando alrededor de (o atravesado por) el Covid–19. En ese contexto, la Región sigue siendo una de las más castigadas. Una de las razones parece ser la falta de iniciativa para aplicar la única medida que actualmente sirve para desacelerar los casos: confinar.

Colombia tuvo su gran pico el 20 de enero, con casi 18 mil casos en un día. El 16 de agosto habían tenido el primer pico con 11.600. Ahora las autoridades hablan de un “tercer pico” que acelera sin pausa. De 10.222 contagios el 2 de abril pasaron a 16.377 en las últimas horas, con más de 320 muertes diarias, lo que da cuenta de un sistema sanitario colapsado. Ante ese panorama, el gobierno decidió confinar a 12 millones de personas de cuatro de las principales ciudades colombianas el fin de semana: Medellín, Bogotá, Barranquilla y Santa Marta.

«Las próximas semanas van a ser de enormes desafíos en los sistemas de salud del mundo entero», aseguró el presidente Iván Duque en la noche de este martes. Sólo una persona por familia podrá ir a comprar comida, medicamentos o productos de primera necesidad. Ya desde finales de marzo el Ejecutivo nacional viene endureciendo las medidas. Primero fue la nocturnidad, pero la falta de medidas homogéneas al mismo tiempo redundaron en una circulación que nunca terminó de bajar, y que sigue haciendo crecer los casos. Algo similar a la Argentina.

Chile sigue en su promedio diario más alto desde el inicio de la pandemia, con 7276 casos. Aunque el último día la mortalidad bajó de 137 a 35, posiblemente por una cuestión de sistemas y cargas. El país trasandino continúa con toque de queda a partir de las 21 horas y otras restricciones, que están dando su resultado en cuanto a la movilidad, que cayó más de un 50% respecto a la primera semana de marzo. Con más del 95% de camas ocupadas, la Subsecretaría de Redes Asistenciales presentó un plan de «incentivo económico» para hospitales y clínicas que logren habilitar más plazas de las que tienen reportadas.

La noticia igualmente la dio alguien de Argentina: el arquero Alexis Martín Arias fue acusado por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) de utilizar a un amigo en noviembre para hacerse cuatro test PCR en su nombre y así poder ver acción con su equipo, Unión La Calera, estando contagiado.

No es la única persona pública denunciada por algo relacionado a falta de cuidados. La Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso decidió seguir adelante con una denuncia contra el Presidente Sebastián Piñera por no usar mascarilla en la playa de Cachagua. Ocurrió en diciembre, cuando el Mandatario fue sorprendido caminando en la playa de la Región de Valparaíso sin utilizar su barbijo, donde además se sacó una fotografía con una mujer que tampoco tenía puesto su tapabocas. La acusación sostiene que ese acto configuraba “el delito de infringir normas higiénicas y de salubridad, prescrito y sancionado en el artículo 318 del Código Penal”.

Con 2599 casos en un día, Paraguay vivió ayer un nuevo récord. Lo mismo sucedió con las muertes, que llegaron a 89. Perú también sufre en abril su mayor tasa de mortalidad en pandemia, aunque fue superado hace un día por Uruguay, donde el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, declaró hoy que el Hospital Español está en “situación de colapso”, al igual que los sectores de terapia intensiva de Rivera, Paysandú y Salto.

En Uruguay pasa algo similar a Brasil: los mandatarios locales deben avanzar con restricciones que el gobierno central se niega a aplicar. El presidente Luis Lacalle Pou declaró la semana pasada que las medidas “son suficientes si se cumplen”. Pero en la práctica, los casos siguen subiendo. Así, entonces, son las intendencias las que salen con más restricciones. La última fue Paysandú, que estableció el cierre de plazas entre las 22 y las 6, y la prohibición de circular en canteros y rambla.

En Brasil todos los días hay alguna noticia que suma otro condimento negativo a ese caldo de descontrol y falta de medidas sanitarias del gobierno. Esta vez la novedad es que en algunas ciudades brasileñas, sobre todo Río de Janeiro, las muertes superan en hasta un 16% a los nacimientos.

En Europa, mientras continúan con confinamientos y medidas de restricciones la mayoría de los países (Países Bajos, Alemania, Italia, Francia), se conoció que Alemania le dará otra vacuna (Pfizer o Moderna) a menores de 60 años que recibieron una primera dosis de AstraZeneca. El ente regulador europeo (EMA) había concluido la semana pasada que, aunque pueda existir un posible vínculo entre los coágulos y la vacuna, aún no probado, los casos representan una proporción tan ínfima de los vacunados que los beneficios del fármaco superan a sus riesgos.

Al mismo tiempo, en esta lucha geopolítica, con los laboratorios haciendo su juego y sus lobbys, se conoció que Pfizer adelantará la entrega de 50 millones de dosis a la Unión Europea, mientras negocia un tercer contrato de otros 1800 millones de dosis. Mientras en España sumaron 10.474 nuevos contagios ya hablan de que el parate de la vacuna de Janssen, por investigaciones que llevan adelante en Estados Unidos, y los problemas con AstraZeneca, “ponen en jaque la inmunización en Europa”.