El paro del 30 se sentirá fuerte en todo el país. Si bien no logrará paralizar la actividad en forma íntegra por la negativa de los principales gremios del transporte que militan en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) a sumarse modificando la «no prestación de servicio» pautada para el día siguiente, son muchos los sindicatos que serán de la partida.

De movida, adhieren los 80 sindicatos que integran el  FreSiMoNa y los gremios que integran las tres fracciones de las CTA (en especial, los docentes de nivel inicial, primario y secundario, los docentes universitarios y los estatales de ATE ).

Pero en las últimas horas se han ido conociendo nuevas adhesiones que alcanzaron incluso a gremios que participan del propio Consejo Directivo de la CGT. Es el caso de los judiciales de Julio Piumato que, sin adherir explícitamente a la convocatoria ni participar de la movilización, elípticamente, se han sumado al paro.

Fracciones opositoras en los gremios del transporte abonarán a la medida, como es el caso de una treintena de líneas de colectivos de Capital Federal y Gran Buenos Aires cuyas comisiones internas se encuentran enroladas en la agrupación Juan Manuel Palacios, liderada por Miguel Angel Bustunduy, y que ya anunciaron que no circularán el 30.

Tampoco lo harán los aviones, ni el Subterráneo de Buenos Aires ni tampoco la línea Sarmiento del ferrocarril, en manos de la lista Bordó opositora de Rubén Pollo Sobrero. Lo mismo con el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) que participó de la conferencia de prensa con el Frente Sindical y la seccional Rosario del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA).

Algo similar ocurrirá con parte de los trabajadores telefónicos de Foetra a partir de la adhesión de la minoría opositoria en la Comisión Directiva y del sector de Claudio Marín que integra el oficialismo pero se referencia en la CTA de los Trabajadores.

La Confederación de Trabajadores Municipales adhirió a contramano de lo dispuesto por el sindicato porteño de Amadeo Genta e integrante del Consejo Directivo de la CGT. También la oposición en el sindicato de entidades deportivas (UTEDyC) anunció su adhesión a la medida.

Pero uno de los ases en la manga que se reservan las organizaciones que integran el FreSiMoNa son las 70 regionales de la CGT que participaron del plenario realizado en el SMATA donde se fijó la medida.

Un destacado dirigente del FreSiMoNa recordó a este diario que «fueron ellos los que pidieron el paro». El mismo dirigente explicó que «representan más del 80% de las organizaciones regionales que existen desde Ushuaia hasta La Quiaca».

A escala regional, muchas de ellas agrupan seccionales de sindicatos que a nivel nacional no se han plegado a la medida. Así ocurre con varias seccionales del sindicato de Comercio de Armando Cavalieri como, entre otras, la de La Pampa y Rosario e incluso del sindicato de la Sanidad liderado por Héctor Daer.

«Hay casos en donde están todos los gremios de una provincia agrupados en esas organizaciones. En Santiago del Estero, por ejemplo, están los gastronómicos que no paran a nivel nacional», señaló a Tiempo el mismo dirigente.

Es a partir del poderío de esas organizaciones que el paro también se sentirá fuerte en la calle con marchas en el interior del país.

Así ocurrirá en Salta, Tucumán, Neuquén, Rosario, Córdoba, Entre Ríos y Corrientes, entre otras provincias.

Pero, claro, el epicentro será en la Ciudad de Buenos Aires donde las organizaciones acordaron un acto a las 13:30 en la Plaza de Mayo.

Si bien aún no existe una definición sobre los dirigentes que harán uso de la palabra, se descuenta que se escucharán las voces de Pablo Moyano, Sergio Palazzo, Hugo Yasky y alguno de los dirigentes del triunvirato piquetero de San Cayetano que aportarán gran parte de los manifestantes.

En tanto, los sindicatos del Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC), identificados con la izquierda y el clasismo, pararán y participarán con una columna independiente de la marcha para empalmar luego con el acto que el Frente de Izquierda realizará a las 17 horas en la misma Plaza de Mayo . «

Se perdieron más de 252 mil empleos y, para el gobierno, podrían haber sido más

La destrucción del trabajo registrado no se detiene. Según datos oficiales basados en el relevamiento del Sistema Previsional Argentino (SIPA) y difundidos por la Secretaría de Trabajo, en febrero de este año se computaron 252.500 empleos registrados menos que en el mismo mes del año pasado.

Al mismo tiempo, el poder adquisitivo del salario promedio mensual se redujo un 8,8% en términos interanuales, toda vez que los $ 38.242 brutos registrados en febrero incorporan un incremento del 38% contra una inflación del 51,3% en el mismo período.

En la Secretaría de Trabajo consideran que esa caída del salario real operó como una suerte de amortiguador de los despidos al conceder un margen de competitividad a las empresas.

Sin lugar a dudas ha sido el sector industrial el que más sufrió la caída del empleo ya que fue allí donde se perdieron 69.500 puestos de trabajo en el período, que representan una caída del 5,8% contra una contracción general del empleo registrado del 2,5 por ciento.

Otro dato que se puso de manifiesto en la realidad del mercado de trabajo es el que surge de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que realiza la Secretaría de Trabajo sobre una muestra de unas 3000 empresas.

Allí, para el mes de marzo, se registró una caída interanual del 2,4% en la creación de empleo pero, además, se verificó una expectativa de creación de empleo del -0,8% que mejoró los registros de los dos meses anteriores pero consolidó una tendencia negativa de cinco meses consecutivos. Es decir, cae la creación de empleo y las expectativas a futuro no son mejores. «