Empresarios y analistas argentinos que siguen con detenimiento la evolución de la guerra comercial entre Estados Unidos y China aseguraron que la declaración de una nueva tregua entre las potencias abre un compás de espera hasta ver las consecuencias que deparará.

En el marco de la cumbre de presidentes del G20 que se realizó en Osaka, Japón, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el jefe de Estado de China, Xi Jinping, acordaron una nueva tregua en la guerra comercial que protagonizan ambas naciones. Trump anunció que congelará la aplicación de nuevas alzas tarifarias a productos chinos y que aprobará que empresas de EE UU vendan productos de la cuestionada firma Huawei. Trump también anunció que a cambio, China anunció que adquirirá una «gran cantidad» de productos agrícolas. Mientras tanto, las conversaciones seguirán con vistas a un acuerdo definitivo.

Para el sector agrícola argentino, las noticias podrían no ser positivas ya que los productores argentinos esperaban beneficiarse de la política china de aumentar los impuestos aduaneros a las importaciones agrícolas desde los Estados Unidos. Incluso, las retenciones a las exportaciones de soja y otros granos que aplicó la administración de Mauricio Macri fueron aceptadas a regañadientes en nombre de este escenario que ahora se diluyó.

La nueva tregua entre EE UU y China podría impactar, además, en las ventas de harina de soja argentina que habían comenzado a remontar lentamente desde fines del año pasado. Para los ruralistas, se abrió un período de incertidumbre. «