Luego de cuatro horas de una tensa reunión en la que los cruces y los pases de factura estuvieron a la orden del día la CGT ratificó la movilización convocada para el próximo 22 de agosto a la Plaza de Mayo en contra la política económica del gobierno.

“Ratificamos los resuelto en el plenario nacional de Ferro para convocar a una movilización de protesta el martes 22 a la Plaza de Mayo con la agenda con las demandas que tiene la CGT desde el año pasado, con la participación de todas los sindicatos confederados y de los movimientos sociales”, anunció Juan Carlos Schmid, uno de los triunviros, en conferencia de prensa que se llevó a cabo en el histórico edificio de la calle Azopardo.

Schmid, ante más de una decena de periodistas, admitió que “hubo discusiones” pero que pudieron “lograr un síntesis y todos los sindicatos vamos a marchar”.

Lo cierto es que el momento más caliente del encuentro lo protagonizaron Héctor Daer, secretario General de Sanidad y uno de los triunviros, y el secretario gremial de Camioneros, Pablo Moyano. Daer lo acusó de no ser orgánico y forzar el llamado al Confederal que se llevó a cabo en Ferro. Moyano le contestó: “Ustedes no escuchan a las seccionales del interior. Si no lo convocan ustedes los convocó yo”. El guante de la chicana lo recogió Francisco “El Barba” Gutiérrez quien le recriminó al camionero su falta de organicidad. El momento fue tenso, pero no llegó a mayores.

Tanto Gordos como Independientes fueron con ánimo conciliadores y aceptaron la postura del moyanismo de respetar lo decidido en el último plenario de la central obrera.

Los triunviros aseguraron que extremarán las medidas de seguridad para minimizar las posibilidades de que se repitan los  incidentes de la última movilización.

Por otra parte los dirigentes señalaron que no se convocará a un paro durante la movilización, sino que se convocará a un confederal para fines de septiembre donde se decidirán los pasos a seguir.