La carrera contra el rebrote parece perdida. La realidad que ya viven varios países de la región, que volvieron a implementar restricciones, comienza a percibirse en el horizonte argentino. Mientras el gobierno ultima detalles para iniciar la vacunación contra el coronavirus de los primeros 300 mil trabajadores de salud el lunes 28 de diciembre, las últimas cifras oficiales marcan un crecimiento del 21% en los contagios de la última semana. El movimiento generado por las fiestas y las vacaciones, sumado a la caída en la percepción de riesgo, incrementan las chances de una suba exponencial antes de que termine el período estival.

“No sé si hay espacio político para restricciones en este tiempo. Pero si seguimos así, van a tener que llegar. La vacuna no resuelve el problema tan pronto”, advierten a Tiempo altas fuentes del Ministerio de Salud de la Nación. Unos 6006 casos nuevos de coronavirus fueron detectados en promedio cada día de la última semana: 1062 más que los siete días anteriores. Las curvas de contagio vuelven a mirar hacia arriba y el cruce de burbujas para los próximos días, cuando las familias vuelvan a encontrarse, dificulta pensar en un quiebre de tendencia. Cada jurisdicción emitió recomendaciones que apuntan a mantener elevado el nivel de alerta: distancia mínima de 1,5 metros en la mesa, uso de tapabocas, reuniones al aire libre o en espacios muy ventilados, e higiene de manos permanente. Nada nuevo, pero cada vez menos respetado.

¿Papá Noel traerá la vacuna rusa?

Desde el gobierno aseguran que la vacuna desarrollada por el Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología de Rusia llegará y comenzará a ser aplicada antes de fin de año. La fecha marcada en el calendario, pero aún no anunciada oficialmente, es el lunes 28 de diciembre. El cronograma completo de Presidencia indica que un avión de Aerolíneas Argentinas saldría el martes 22 de diciembre a la madrugada rumbo a Moscú. Cargaría unas 300 mil vacunas de la primera dosis de Sputnik V y emprendería el regreso el 23/12 alrededor de las 7 de la mañana. El arribo al país se espera para las últimas horas del 23. “Todo depende del peso del avión y los vientos que podrían obligar a realizar una escala técnica para recargar combustible”, explican a Tiempo.

“En Rusia ya se visitaron las plantas para tener las BPM (Buenas Practicas de Manufactura) y se está cerrando esa parte. Esta semana estarían presentados los resultados de la fase 3 en ANMAT, y con eso ya estaríamos listos para vacunar”, confirman desde Salud. Si todo sigue como está previsto, entre el 24 y el 28 de diciembre se distribuirían las 300 mil vacunas en las distintas provincias y ese último lunes del 2020 se comenzaría a vacunar. Los primeros en recibirlas serán el personal de salud público y privado que atienden Covid. “Cada provincia determina y define dónde se realiza, y hay distintas opciones según como se haya desarrollado la pandemia en el territorio. Depende más del lugar de almacenamiento de la vacuna que de otra cosa”, precisan desde el Ministerio.

¿Y las otras vacunas?

Desde hace varios meses Argentina mantiene diálogos con cinco laboratorios, a los que se suele identificar por la nacionalidad de su mayoría accionaria: AstraZeneca (Reino Unido), Gamaleya–Sputnik V (Rusia), Sinopharm (China), Janssen–Johnson & Johnson (Bélgica–EE UU) y Pfizer-BioNTech (Alemania–EE. UU). Con ellos avanzó en el diseño de preacuerdos de los cuales ya se firmaron dos: AstraZeneca (por 22 millones de dosis) y Gamaleya–Sputnik V (por 20 millones de dosis con posibilidad de aumentar a 10 millones más), que será la primera en llegar. Al pequeño lote de fin de año le seguirán dos entregas en enero y febrero. Las de AstraZeneca, cuyo principio activo se fabrica en el país, se espera que estén disponibles para aplicar a la población entre abril y mayo.

Adicionalmente, el gobierno tiene un acuerdo para recibir a partir de marzo unas 9 millones de dosis de vacunas a través del mecanismo COVAX, un sistema organizado en el marco de la ONU que compra a los laboratorios a menor precio y distribuye entre quienes integran la alianza. Fue diseñado para garantizar el acceso a los países de menores recursos y en muchos casos es la única expectativa que tienen para inmunizar a su población.

Argentina también contaba con recibir en los próximos meses vacunas de Pfizer-BioNTech, pero según fuentes oficiales, “el laboratorio se comprometió más de lo que puede entregar y ahora está poniendo excusas para dejar afuera a algunos”. De hecho, el mismo día que el Reino Unido aprobó el uso de su vacuna, la empresa reconoció que de las 100 millones de dosis que había anunciado que produciría durante 2020 solo podría llegar a hacer la mitad.