Hace años que la Universidad Nacional del Oeste quiere recuperar la institucionalidad, pero no resulta fácil. Esta novela sumó hoy un nuevo capítulo: la Sala II de la Cámara Federal de San Martín dejó firme su propio fallo del 1° de septiembre por el cual Martín Othacehé debe volver al rectorado. La medida llega unos días antes de que se realice una asamblea para ratificar la expulsión del hijo del ex intendente de Merlo.

Este diario pudo saber que hay temor y tristeza en la comunidad educativa por el inminente retorno del ex rector. “Una de las últimas medidas que Othacehé intentó ejecutar antes de irse fue echar a tres cuartos de los docentes y no docentes de la universidad”, explicó a Tiempo uno de los profesores que prefirió no revelar su identidad por miedo a sufrir represalias.

“Desde hoy temprano estamos viendo autos raros y gente extraña pasar por las diferentes sedes. Esta metodología de apriete ya la conocemos. Por eso, se tiene que garantizar la realización de las asambleas universitarias del próximo 4 de octubre que buscará ratificar la expulsión de Othacehé y la del 13 de octubre en la que se elegirán las nuevas autoridades”, explicó a Tiempo Argentino Marcelo Ducrós, secretario de Legal y Técnica de la UNO.

“Hoy por la mañana, el juez federal en lo contencioso de San Martín, Oscar Papávero, rechazó una medida cautelar planteada por Othacehé para que se suspendieran las dos asambleas de octubre”, precisó Ducrós. Pero el festejo duró apenas minutos. “Al mediodía, sugestivamente y en tiempo record, la Sala II que había decidido reponer a Othacehé desestimó nuestra apelación”, agregó Ducrós quien cree que “el fallo viola la autonomía universitaria y pone en riesgo todo el sistema. Es un serio antecedente que deberá ser tratado en todos los niveles”.

Largo conflicto

La UNO se convirtió a fines de la década pasada en una de las últimas universidades nacionales en crearse. Pero desde 2013 tiene graves problemas institucionales: en esa época se hizo cargo de la institución el hijo mayor de Raúl El Vasco Othacehé, cuya legalidad de la asunción fue puesta en duda por el Ministerio de Educación. Es que el entonces intendente de Merlo se había pasado a las filas de Sergio Massa y el secretario de Políticas Universitarias, el camporista Martín Gil, se lo facturó al no homologar los programas de las carreras ni los títulos de los primeros egresados.

Luego, Othacehé volvió al Frente para la Victoria de la mano del ex gobernador Daniel Scioli pero debió competir en las internas del kirchnerismo con Gustavo Menéndez, quien se quedó con las PASO de 2015 y poco después con la intendencia. Caídos en desgracia, funcionarios, allegados y familiares del hombre que había gobernado el populoso distrito desde 1991, recalaron en diferentes cargos en la UNO, que para ese entonces manejaba un presupuesto de más de 100 millones de pesos.

Las gestiones por normalizar la universidad estuvieron trabadas hasta que el Ministerio de Educación conducido por Esteban Bullrich planteó una salida: debían renunciar el rector Othacehé y su vice, Daniel Blanco. Ambos estaban dispuestos a dar un paso al costado, pero el hijo del ex intendente dio marcha atrás y comenzó una guerra interna que perdura hasta el día de hoy.

El 13 de agosto de 2016 la Asamblea Universitaria, el máximo órgano de la institución representado por los claustros docentes, no docentes y los estudiantes, resolvió echar a Othacehé por 54 votos contra 4. A partir de ese momento, Blanco quedó como vicerrector a cargo de la UNO y la situación se fue normalizando con el tiempo: el Ministerio finalmente reconoció las carreras y en junio de este año se validaron los primero títulos.

Por eso, el fallo de la Sala II cayó pésimo. Los tres claustros rechazaron la medida y se movilizaron al Ministerio de Educación para que se tomen los recaudos necesarios para que las dos asambleas pendientes se lleven adelante con normalidad.

Desde el seno de la universidad coincidieron en señalar que esta avanzada judicial ocurre casualmente poco después de la salida de Bullrich del Ministerio y tras el arribo de Alejandro Finocchiaro. A esto, se suman los rumores cada vez más fuertes de la reaparición de un personaje que supo ser mano derecha de Othacehé hijo: Hernán Piotti López, quien dentro de este esquema de encumbradas conspiraciones sería el aceitado nexo entre cierto sector de Cambiemos y el ex intendente de Merlo para recuperar la universidad.

El contador Piotti López tiene un largo haber de cargos públicos, pero de la mayoría de ellos salió eyectado cuestionado por sus manejos económicos: llegó a estar en el rectorado de la UBA, donde militó en Franja Morada; en el Instituto Universitario River Plate; fue subsecretario de Administración y Normalización Patrimonial del Ministerio de Economía bajo las gestiones Amado Boudou y Axel Kicillof; y entre 2008 y 2009 manejó las contrataciones de personal del Banco Central. 

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