Con el 90% de las mesas escrutadas, Juntos se impuso en las PASO en siete de las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires y complicó los planes de Axel Kicillof para noviembre, que quiere conseguir la mayoría en el Senado bonaerense.

El escrutinio provisorio dejó números desalentadores para el gobierno provincial. El Frente de Todos sólo consiguió triunfar en la tercera sección electoral que, en las elecciones generales, elegirá diputados provinciales. En el resto de las secciones, la oposición ganó, incluidas las cuatro en las que se votan senadores provinciales, donde Kicillof enfocó buena parte de la campaña en busca de revertir la ecuación actual.

Actualmente, la mayoría del Senado está en manos de Juntos por el Cambio con 26 bancas sobre 20 del oficialismo. El rol de la cámara alta es clave ya no sólo por la aprobación de leyes clave como el presupuesto sino debido a que por ella pasan las designaciones de jueces, fiscales y de ministros de la Suprema Corte de Justicia, que hoy acumula tres vacantes. También pasan por ese filtro los cargos en el Banco Provincia y organismos de contralor.

En las elecciones se renuevan 23 senadores, la mitad de la cámara. El objetivo de Kicillof para noviembre es arrebatarle la mayoría a Cambiemos y la mayoría de las fichas para lograrlo están puestas en la primera sección. Esa sección, que comprende a los distritos del Conurbano norte y oeste, elige 8 senadores. Pero en esos distritos, la oposición se impuso por 40% a 35% de los votos. En 2017, cuando se eligieron los senadores cuyo mandato vence en diciembre, JxC ganó 41 a 36 y se quedó con 5 de las 8 bancas. De repetirse este resultado en noviembre, el reparto quedará igual. Es decir que el gobierno volvería a quedarse con sólo 3 lugares.

En la cuarta sección, con el 97% de las mesas escrutadas, Juntos por el Cambio se impuso con el 49% de los votos entre las dos listas que competían, mientras que el oficialismo llegó al 33%. En noviembre se ponen en juego 7 bancas: 5 pertenecen a  Cambiemos y 2 al FdT.

En la quinta sección, que nuclea a los municipios de la costa y del este bonaerense, la oposición repitió el batacazo de elecciones anteriores. Con General Pueyrredón como distrito determinante en número de electores, se alzó con el 50% de los sufragios contra el 29% del peronismo. Si se repiten los resultados de la PASO, también se repetirá el reparto de hace cuatro años: 3 bancas para Cambiemos y 2 para el FdT.

Por último, en la séptima sección (centro de la provincia) el gobierno no logró llegar al piso del 33% que se considera para poder acceder a una banca. Con el 97% de las mesas escrutadas, la boleta de Juntos se alzó con el 51% de los votos contra el 30% que obtuvo el Frente de Todos. Allí se eligen 3 bancas y quien llega al piso gana todos los escaños, tal como pasó en 2013 con el Frente Renovador y en 2017 con Cambiemos.  

Las boletas de Juntos también se impusieron en tres de las cuatro secciones que votarán 46 diputados provinciales en las elecciones generales. En la segunda, consiguió el 51% y le sacó más de 20 puntos al oficialismo. En la sexta obtuvo el 52% contra el 27% del peronismo, mientras que en la Octava -La Plata- el macrismo ganó por 45 a 32.

El gobierno sólo tuvo un respiro en la tercera, el histórico bastión peronista, donde ganó por 42 a 32, una diferencia menor a la esperada. Esa populosa sección elige 18 diputados provinciales. ¿Cómo le fue al peronismo en 2017? Obtuvo 44 puntos y el Frente Renovador de Sergio Massa -que jugaba por afuera- obtuvo casi 10 puntos.