Los profesionales de la salud mental de la Ciudad de Buenos Aires desnudaron este sábado una de las asignaturas aún irresueltas en medio de la cuarentena: cómo y qué hace el Estado para preservar a los trabajadores que cumplen tareas esenciales ante un posible contagio del nuevo coronavirus durante su trabajo. Los trabajadores y profesionales de los Centros de Salud Mental N° 1, de Nuñez, y el N°3 Florentino Ameghino, de Almagro, denunciaron que la Dirección General de Salud Mental porteña, a cargo de Humberto Lorenzo Persano, les ordenó asistir en forma compulsiva a los hoteles donde están los repatriados en cuarentena sin los cuidados ni protocolos mínimos para evitar los riesgos de contagio del nuevo coronavirus.

Ante las consultas de este medio, en el ministerio de Salud no contestaron si aplicarán los cuidados básicos que les reclaman y tampoco aportaron precisiones sobre la existencia de previsiones para evitar el contagio en los trabajadores públicos afectados a tareas esenciales que tienen permiso para transitar dentro de la cuarentena.

Los trabajadores del CeSaM 1 denunciaron que la comuna «ha determinado enviar a hoteles de esta ciudad -donde los huéspedes se encuentran en rigurosa cuarentena, puesto que han sido repatriados desde zonas con alta circulación de Covid 19- una asistencia compulsiva de equipos de salud mental conformados por profesionales de efectores públicos de la ciudad, sin condiciones claras de bioseguridad». La asamblea de trabajadores del Ameghino sostuvo que hicieron propuestas para responder a la situación, pero la única respuesta fue el cumplimieto de la directiva.

Propuestas alternativas ignoradas


«Junto al director de la institución, ofrecimos nuestra absoluta disposición y compromiso a trabajar y asistir a aquellas personas que lo necesitasen en el marco de la emergencia sanitaria, ofreciendo alternativas suficientes para poder responder a esta demanda desde nuestro lugar de trabajo, sin necesidad de exponernos a circular», detallaron en un comunicado. También propusieron «la posibilidad de asistir de forma presencial en los casos que se evaluasen como absolutamente imprescindible, solicitando para ello, el traslado hacia el hotel y el equipo de protección personal para nuestro cuidado y el de la sociedad toda».

En ambas instituciones cuentan lo mismo: Persano se ha negado terminantemente y comenzó a enviar a los profesionales en forma compulsiva a los hoteles donde están las personas que regresaron de viaje y están cumpliendo la cuarentena. «No sólo se nos ha negado cada uno de los pedidos -amparados en derechos de los trabajadores y en las disposiciones de bioseguridad expedidas por la OMS y el Ministerio de Salud de la Nación- sino que además se nos solicita que llevemos nuestro alcohol en gel y un cuaderno para anotar las prestaciones que allí brindemos».

En el CeSaM 3 agregaron que la Dirección de Salud Mental les respondió «repartiendo a los profesionales a diferentes hoteles para asistir desde el lunes 30/03, sin un esquema de trabajo claro, protocolo, ni recursos suficientes para contener una situación que ellos mismos generaron al obligar a los pasajeros a hospedarse en los hoteles».

La comunidad profesional del CeSaM 1 advirtió que tampoco «está previsto el traslado de los profesionales, ni la capacitación, ni el acceso al uso de los kits de protección recomendados por el Ministerio de Salud de la Nación». Tampoco hay «un responsable a cargo del Gobierno de la Ciudad, ni con un protocolo escrito para llevarlas adelante. No se está colaborando para cumplimentar las normas sanitarias para lograr el freno al contagio».

La cuarentena empezó hace rato en los CeSaM

El planteo de los profesionales de la salud mental refleja la zozobra que experimentan todos los trabajadores dedicados a tareas esenciales en medio de la pandemia. En los hospitales porteños ya se han escuchado los planteos de sus médicos para reclamar mayores medidas de prevención, sin dejar de trabajar toda la semana en medio de la atención de pacientes y la duplicación de esfuerzos para afrontar el aumento de contagios.

En el Ameghino sus trabajadores recordaron es que «otro efecto de esta solicitud es que los pacientes de nuestro Centro de Salud Mental continúan en asistencia por vía telefónica desde el inicio de la cuarentena», pero ha sido «organizada por los propios trabajadores, ya que no nos han brindado más recursos como líneas telefónicas o acceso a internet». Todos ellos «quedarán sin asistencia debido a que tendremos que asistir a otro lugar de trabajo», adviertieron en referencia a la orden compulsiva de ir a los hoteles.

«Desde el comienzo de la epidemia en nuestro país, el Gobierno de la Ciudad no nos proveyó del material necesario para la higiene y seguridad a los profesionales que seguimos asistiendo con regularidad en la institución, teniendo que conseguirlos por nuestra propia organización», sostuvieron los psicólogos que afrontan de su bolsillo la compra de «insumos totalmente insuficientes debido a la dificultad conocida para acceder a los mismos».

La asamblea del Ameghino condenó «el atropello de parte de las autoridades, la falta de consenso y respuestas adecuadas ante la situación de emergencia sanitaria». También repudió «la arbitrariedad de enviar a realizar dichas tareas a profesionales que se encuadran dentro de las personas de riesgo, exponiéndonos a nosotros y dejando sin atención a la comunidad que asiste regularmente a nuestra institución».