El caso de la presa política Milagro Sala sacó de quicio a diputadas radicales de Jujuy. Todo comenzó a partir de una simple caracterización por parte de la legisladora Carolina Gaillard (FPV), quien dijo que el hecho de que Sala permaneciera en la Cárcel de Alto Comedero, a pesar de los reclamos de su libertad de la ONU y la OEA, demuestra la ausencia de un Estado de derecho en la provincia norteña. A partir de allí Gabriela Burgos y Silvia Martínez estallaron. La primera aseguró a los gritos que los que respaldan a la dirigente presa “son igual de corruptos”. La segunda, sin fundamentos, sostuvo que tanto la OEA como la ONU han caído “bajo el lobby kirchnerista que tergiversó la realidad”.

Gaillard viene acompañando a Sala y denunciando las atrocidades judiciales que se hicieron en Jujuy para garantizar la detención de la dirigente de la Tupac Amaru. No es la primera vez que hace referencia a este caso en el recinto de Diputados y la sesión de esta jornada no fue la excepción. Si bien la diputada la emprendió contra los dichos del presidente Mauricio Macri, “debe seguir presa porque la mayoría de la población está de acuerdo”, y que definió como “una barrabasada jurídica” lo que indignó a las jujeñas fue la afirmación de una ausencia de Estado de Derecho en la provincia. Cuando escucharon eso dieron un respingo en la banca y pidieron la palabra.

Burgos acomodó sus lentes y con un tono de voz cercano al grito aseguró: “En Jujuy hay Estado de Derecho desde diciembre pasado. Antes había un Estado paralelo”. Luego y para descartar las exigencias de la ONU y la OEA indicó que “todas las obligaciones internacionales fueron cumplidas”. No dio detalles sobre cuáles eran esas obligaciones pero dio toda la apariencia de que no importaba. Ante los abucheos que provinieron desde el sector del FPV la diputada los acusó de ser parte del esquema de corrupción de la Tupac. Tal vez por los nervios pero la frase no estuvo muy bien estructurada: “No me llama la atención que muchos dijeron que trabajaron muy bien con Sala y, obvio, los ladrones de guante blanca se llenaron los caudales con los fondos de la provincia y eso es lo que están cubriendo”.

Luego llegó el turno de Martínez, la misma diputada que en una sesión anterior dijo: “La mansión de Sala está cerca de la mía”. Si bien ahora se cuidó de no caer otra vez en un furcio, la legisladora elaboró una teoría un tanto tirada de los pelos o un mal sueño. “Las Naciones Unidas y la OEA e incluso la propia Comisión Interamericana (de Derechos Humanos) han cometido un gran error porque han respondido al lobby kirchnerista que se ocupó de tergiversar la realidad”, afirmó sin empacho y se escuchó una carcajada en el recinto.

Lo que sí quedó claro es que Martínez tiene buena información porque durante su desordenado discurso adelantó una información que todavía no se conocía cuando dijo que “Sala ha sido procesada por tentativa de homicidio”. Sin duda, se refería a la supuesta responsabilidad de la titular de la Tupac en un hecho de violencia de 2007.

El diputado del bloque Peronismo por la Victoria (Movimiento Evita), Remo Carlotto, vio la oportunidad y solicitó al presidente del cuerpo, Emilio Monzó, que envíe una copia certificada de estos discursos a los organismos internacionales que emitieron opinión por la detención de Sala. El legislador señaló que en los pronunciamientos de Burgos y Martínez están “la matriz de la detención de Milagro Sala”, que calificó de “arbitraria y política”.

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