Con los contratos firmados para la construcción de la obra civil de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner, a la megaobra ya le corre el cronómetro: la fecha señalada para su finalización es el 20 de junio de 2023.

El acto encabezado en la localidad bonaerense de Salliqueló fue uno de los primeros de alto voltaje político para el flamante ministro de Economía, Sergio Massa, quien acompañó al presidente Alberto Fernández y a los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof, de La Pampa, Sergio Ziliotto, y el de Neuquén, Omar Gutierrez. Allí, Agustín Gerez, presidente de Energía Argentina, firmó los contratos para la etapa uno con la UTE conformada por Techint (Paolo Rocca) y Sacde (Marcelo Mindlin), BTU (Carlos Mundin) y ESUCO (Carlos Wagner).

Esta primera parte, que incluye el tendido de un caño de 36 pulgadas de diámetro y 583 kilómetros de extensión entre Vaca Muerta y Salliqueló, atravesando Río Negro y La Pampa, iniciará pronto. «Ahora comienza la etapa de traslado de equipos, movimientos de suelo y armado de frentes de obra en simultáneo. Buscamos hacer el gasoducto en rápida velocidad», dicen desde Energía Argentina a Tiempo.

También contempla obras complementarias, como el gasoducto Mercedes-Cardales con caños de 30 pulgadas, y la ampliación de un tramo del antigup gasoducto NEUBA II en la Provincia de Buenos Aires. Otra firma de Techint, Tenaris, es la proveedora de los 56.700 tubos de 12 metros de largo con los que se armará el gasoducto. «Espero que quienes tienen que hacer la obra cumplan con su parte del contrato y entreguen en tiempo y forma», advirtió Massa en el acto.

«Estamos frente a un proyecto de infraestructura trascendental e histórica, que permitirá incrementar la capacidad de transporte de gas desde la segunda reserva de gas no convencional del mundo hasta los centros de consumo de nuestro país. Comenzamos a transitar el camino definitivo hacia el autoabastecimiento energético», aseguran desde el ente liderado por Gerez. Las obras de la Etapa I generarán 10 mil puestos de trabajo directos, más otros 40 mil indirectos.

En el financiamiento de la etapa uno se combinan el Aporte Solidario y Extraordinario y fondos incluidos en el Presupuesto, que están generando rendimientos en el Fideicomiso Pellegrini. También, probablemente, se complemente con recaudación, deuda en pesos o emisión durante el año próximo. Pero ya el gobierno pone el ojo en cómo financiará la segunda etapa. «Una tarea: hoy estamos firmando el contrato del primer tramo. Espero que en no más de 30 días estemos licitando la ingeniería del segundo», observó Massa. Según pudo saber Tiempo, el financiamiento esta vez será privado, estrategia que buscó sin éxito el expresidente Mauricio Macri en 2019.

«Comenzaremos en breve con la licitación de los estudios de ingeniería básica y de detalle para armar el proyecto. Diseñar la letra fina para que las empresas coticen», agregan desde Energía Argentina sobre el segundo tramo, que cubrirá el trayecto entre Salliqueló hasta San Jerónimo (Santa Fe) y permitirá aumentar en un 25% la capacidad de transporte de los gasoductos troncales del país.

Cuando el gasoducto esté finalizado, Argentina no solo podrá reducir significativamente las importaciones de gas, tanto de los barcos de GNL como de fluido desde Bolivia, y gasoil, sino que, además, estará en condiciones de comenzar a exportar gas a Brasil, Chile y quizás Uruguay. El economista Cristian Folgar se muestra algo más escéptico respecto a la capacidad de ahorro energético: «El proyecto total del gasoducto implica algo así como 40 millones de metros cúbicos por día de expansión. Solo este invierno entre GNL, gas de Bolivia y gasoil para las centrales térmicas se importó el equivalente a 60-65 millones de m3 por día. O sea: ni siquiera con la obra completa dejaríamos de importar».

Sin embargo, Folgar asegura que «con la obra completa las importaciones se reducirían mucho y aumentaría la posibilidad de exportar fuera de los picos de consumo interno (en verano)». Un factor clave para el invierno de 2023 serán «los precios y volúmenes exportados versus los importados». Y anticipa: «Recién con todo el proyecto terminado se puede llegar a equilibrar la balanza comercial del gas natural».

Según la consultora de Nicolás Arceo, Economía y Energía, el crecimiento de la demanda reflejó un déficit comercial del sector energético de U$S 2648 en el primer semestre de 2022, el más elevado desde 2014. «Se decidió soltar un poquito de reservas para garantizar a los argentinos que pudieran tener calefacción, la computadora o las máquinas de las empresas funcionando», señaló Massa respecto de los altos precios de la energía a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania. Esto explica el salto exponencial en los niveles de subsidios, que rondaría los U$S 15.500 millones este año, nivel sólo superado en 2015.

El gobierno asegura que el gasoducto estará funcionando en junio. Para Folgar, en cambio, «no se termina para el invierno 2023, lo más probable es que se termine casi cerrando el año». Frente a la posible dilación que plantean algunos especialistas, desde el área energética del FdT recuerdan que, por contrato, las empresas involucradas en el proceso «sufrirán penalidades económicas si se demoran en los tiempos establecidos, así como premios económicos si concluyen antes de lo previsto». Además, se muestran confiados en que «este gasoducto va a quedar chico, por lo que se va a tener que hacer otro». El eslabón final, por ahora ambicioso, será la construcción de una planta de licuefacción, valuada aproximadamente en U$S 5 mil millones. «

Beneficios en Tierra del Fuego

Al día siguiente del anuncio, Sergio Massa participó de la exposición Oil&Gas 2022, en Neuquén, y anunció proyectos vinculados al aumento de la producción de gas y petróleo. A partir del 1 de enero, el sector «tendrá una enorme cantidad de ventajas competitivas sobre el crecimiento de la producción, que presume la libre disponibilidad de divisas para aquellos que invierten en la medida que haya crecimiento de la producción», aseguró el ministro, aunque también advirtió: «Que el Estado dé ventajas, no significa que sea bobo». Las empresas participantes son Total Energies (Javier Rielo), Pan-American Energy (Marcos Bulgheroni) y Wintershall DEA (Manfred Boeckmann), para un proyecto de gas en el mar frente a Tierra del Fuego.