«Ahora les quiero a hablar a los 4.035.465 bonarenses que no fueron a votar el 12 de septiembre -dijo Victoria Tolosa Paz-. Miren, lo que les voy a pedir es sencillo: que vayan a votar por quienes quieran, pero lo que no podemos permitir es que lo que se decida el 14 de noviembre sea con ustedes afuera», arengó este miércoles por la noche la primera candidata a diputada nacional del Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires. Lanzó sus últimas palabras para cerrar su intervención en el debate televisivo con la mira puesta en aquellos que se ausentaron en las PASO, la mayor obsesión del oficialismo y la oposición para las próximas elecciones.

Cuando la candidata miró a la cámara por última vez y le habló a ese público, en las gradas para los invitados los colaboradores del exvicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli se miraron entre sí. «Parece que estuviera hablando de nosotros», bromeó uno de los operadores del primer candidato a diputado de Juntos por el Cambio, cuando se apagaron los reflectores y los seis competidores habían bajado de sus atriles.

En el equipo de campaña opositor cada vez son más las menciones que hacen a encuestas que hablan de una recuperación del oficialismo. Si bien advierten que no son todas, la reiterada mención de esa ventaja en boca de los escuderos del macrismo bonaerense aumenta las sospechas sobre su intencionalidad. Cada vez son más quienes creen que la ventilación de esos datos son para movilizar a los votantes propios que no asistieron a las primarias y que podrían salir de sus casas para impedir que el peronismo revierta los casi cuatro puntos de ventaja que la interna de Santilli con Facuando Manes le sacó a Tolosa Paz con lista única.

En el campamento de Santilli no dejan de hacer números para saber a dónde apuntar. Eluden con diplomacia cualquier agitación intencional sobre el interés de empujar el voto propio dormido. Pero admiten que entre JxC y el FdT hay grandes diferencias sobre los universos a movilizar. «Ellos perdieron 1.800.000 votos. Es obvio que tienen un público de crecimiento mucho mayor al nuestro», ataja un experimentado colaborador del «Colo». La incógnita que tienen macristas, radicales y lilitos, en la Provincia, a veces suena a expresión de deseos. Consideran que de esos casi dos millones de votos perdidos en relación a 2019 hay una gran parte que no volverá a votar al oficialismo «porque pensaban que (el presidente Alberto) Fernández no era (la vicepresidenta) Cristina Fernández. Creían que el peronismo iba a mejorar la situación económica, o también que se habían cansado de Mauricio Macri», resumieron en el PRO bonaerense.

La fatalidad que le depara al oficialismo con ese votante desencantado no pasa inadvertida en el Frente de Todos. En el peronismo, prefieren guardarse la información sobre una posible recuperación. En su lugar hablan de la hiperactividad de una campaña que se provincializó y que solo se nacionaliza cuando el presidente protagoniza actos o apariciones focalizadas con vecinos.

Los intendentes opositores no le pierden pisada a esos movimientos. Así como creen que el FdT tiene un camino cuesta arriba, en JxC no pierden de vista que hay un mayor involucramiento de toda la estructura municipal del peronismo, especialmente en el conurbano. Para contrarrestar la base de esa recuperación, la escudería de Santilli trabajará en dos frentes para los próximos 20 días. Reforzará la búsqueda del millón de votos que quieren sumar y otros 350 mil que en las primarias votaron a otros candidatos como José Luis Espert, de Avanza Libertad; Cynthia Hotton, de Valores para Mi País, y Florencio Randazzo, de Vamos con Vos.

Con ese objetivo a cuestas, Macri volverá a pisar suelo bonaerense para respaldar a Santilli. Su visita será en el interior provincial para fidelizar el voto propio y reforzar a una geografía donde el exvicealcalde porteño tiene un largo camino de recordación por recorrer. Con el expresidente pasa lo contrario. Sigue siendo muy dificil llevarlo al conurbano, pero ahora puede funcionar mejor en el público del interior agrario. «Mauricio bajó la imagen negativa más que Cristina y que Kicillof. No está para llevarlo al conurbano porque sigue generando mucho rechazo, pero en el interior sabe que puede aportar y por eso está predispuesto, también le sirve a él», apuntaron en el equipo santillista.

Macri desembarcará como parte de un despliegue más amplio que buscará, por sobre todo, retener los votos obtenidos en septiembre. Así como el expresidente estará en la pampa húmeda bonaerense, en el conurbano ya preparan recorridas con la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y con la titular del PRO, Patricia Bullrich. También estará el senador nacional y dirigente del radicalismo porteño, Martín Lousteau, mientras que el alcalde