El gobernador bonaerense, Axel Kicillof expresó durante la presentación de un plan de desarrollo urbano en la localidad de Guernica que su administración «buscará tierra en todo el conurbano para hacer la urbanización que falta» en el distrito. «No queremos esconder más los problemas estructurales sino traer soluciones de fondo. Llevará más tiempo, será más difícil, tendremos que seguir pidiéndole ayuda al presidente Alberto Fernández, pero estamos para cumplirles las necesidades a nuestro pueblo», dijo el funcionario, junto a quien estuvieron los ministros de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, y de Desarrollo, Juan Zabaleta.

El año pasado, unas dos mil familias usurparon un predio privado de doscientas hectáreas en la localidad de Guernica, tras lo cual el Gobierno provincial lanzó el Plan de Suelo, Vivienda y Hábitat, que con una inversión total de 190.186 millones de pesos hasta 2023, se propone como una vía de solución al histórico déficit habitacional del distrito. Ahora, en cumplimento de la Ley 14.448, de Acceso Justo al Hábitat, los propietarios de un terreno lindante al lugar donde estuvo la toma, que realizarán un desarrollo urbanístico, donaron una porción de tierra al municipio.

El Gobierno bonaerense llevará a cabo las gestiones para desarrollar allí la infraestructura necesaria para hacer viviendas. Para el gobernador, «se usó Guernica para estigmatizar, sembrar indignación y odio y, acaso, buscar violencia» y analizó que para su administración era preciso «reconocer el conflicto, que no siempre debe resolverse a través del triunfo del más poderoso». En ese marco, rememoró que «hubo una toma de terrenos y desde la oposición y algunos medios había, por un lado estigmatización -atacando a quienes llevaban adelante la ocupación- pero, a la vez, se reconocía que había mucha carencia».

Kicillof recordó que, cuando ocurrió la toma, «la Justicia marcó el desalojo y la prensa pedía que se produzca rápidamente porque parecía que querían ver violencia» y expresó que, no obstante, «el gobierno de la provincia se involucró desde cada una de sus áreas para plantear un modelo de reconstrucción de planificación urbana en la provincia». «Decidimos actuar de manera humana, no esconder lo problemas, ni resolverlos por la fuerza, sino de manera sistemática, seria y rigurosa. Decidimos, sobre todo, tener en cuenta Que eran personas que tenían un problema y una necesidad, no enemigos», aseveró el gobernador e indicó que «eran familias de bonaerenses que terminaron así porque el Estado les había fallado».

Posteriormente, planteó que los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner «hicieron miles de viviendas», pero (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal interrumpieron la política de viviendas para no reconocer que el peronismo había hecho las cosas bien, lo que generó una olla a presión». El gobernador señaló que «cuando hubo una orden judicial, querían ver topadoras» y destacó que «el ministerio de Seguridad no actúa así», por lo que «no se derramó una gota de sangre, no hubo un lastimado ni un problema». Expresó que, en cambio, «se acompañó a la Justicia con el compromiso que hoy honramos, de resolver la problemática».

Kicillof contó que ante el déficit de tierra, se decidió «hacer cumplir la Ley, que indica que para que un barrio privado o una urbanización cerrada esté en norma, obligatoriamente tiene que contribuir con una parte para que se desarrolle un emprendimiento social o de utilidad pública». «No es tierra comprada ni donada. Es tierra que se cede porque se cumple la ley. Aquí son 60 hectáreas. Trabajamos muy bien con los privados», ponderó. Finalmente, dijo que «estos son los grandes temas sobre los que debemos reflexionar y no acerca de cómo hace un gobierno para sacarse de encima operaciones políticas generadas para generar bronca». Del acto participaron también la intendenta de Presidente Perón, Blanca Cantero y los ministros bonaerenses Andrés Larroque, .Sergio Berni y Estela Díaz; la titular de Aysa, Malena Galmarini; y el intendente Mariano Cascallares.