Una de las pocas manifestaciones públicas que la dictadura cívico militar permitía era el acto de fe católica de la procesión anual a la Basílica de Nuestra Señora de Luján. En octubre de 1977, las Madres de Plaza de Mayo decidieron llevar allí el reclamo de aparición de sus familiares y, para identificarse, surgió la idea de llevar en la cabeza un pañal de tela, como los que habían usado sus hijos. Fueron a la Catedral y pidieron por sus desaparecidos. Ese hecho no salió en los medios periodísticos de la época, pero la gente comenzó a comentar de esas mujeres del pañuelo blanco. Ese día nació el símbolo. Ayer se cumplieron 40 años de aquella procesión y las Madres recordaron el nacimiento del emblema con un acto frente a la Basílica.

“A pesar de que estamos siendo tan atacadas, de que nos quieren destrozar y llevarse puesto todo, las Madres no suspendemos nada de lo que hacemos porque estos son actos políticos indispensables”, dijo Hebe de Bonafini, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. También denunció un nuevo ataque, que mañana harán público, y pidió estar alertas para defender la Casa de Madres, “porque es del pueblo”, explicó.

El acto de conmemoración comenzó con una recorrida en la Basílica, y cuando las Madres ingresaron a la Catedral los obispos se acercaron a abrazarlas y a agradecerles por sus enseñanzas. “¡Qué diferencia! De aquella vez que nos negaron todo a esta vez que entramos, tal vez interrumpiendo una misa, y se acercaron a agradecernos por lo que hacemos. Nunca es tarde para que te den un abrazo”, reflexionó la presidenta de la Asociación.

Luego, Hebe recordó la peregrinación de hace cuatro décadas. “Un pequeño grupo de Madres con el pañuelo para hacer visible a los hijos, para pedirle a los que rezaban por los Papas, los obispos, por los enfermos, por los pobres, que había miles de desaparecidos que necesitaban también un rezo. Así conseguimos que rezaran también todos, a los gritos, por nuestros hijos”, recordó Hebe.

Durante el acto, Luis Zarranz, de la Asociación, remarcó el legado de las Madres y recordó el significado del símbolo: “La lucha de los 30 mil, eso es el pañuelo”, dijo. El final fue con música de Agustín Ronconi, de Arbolito, quien a pedido de Hebe puso ritmo de copla a un poema del escritor bonaerense Hamlet Lima Quintana. De vuelta en la Casa de Madres, proyectaron un video con los saludos de Teresa Parodi, Dilma Rousseff, Víctor Hugo Morales y Florencia Saintout, entre otros, quienes también expresaron lo que representa el pañuelo para la cultura, la política, la historia y el pueblo argentino. «