El juez de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda fue dado de alta este martes en la clínica porteña en la que estaba internado tras haber sufrido un síncope vasovagal benigno el domingo pasado.

El magistrado, de 72 años, sufrió la descompostura mientras estaba almorzando con su esposa en un restaurante de la conocida «Recova» del barrio de la Recoleta, en Posadas y Cerrito de la ciudad de Buenos Aires, informaron sus voceros a Télam.

Añadieron que al registrarse el inconveniente los custodios de Maqueda llamaron al servicio de emergencias SAME, que trasladó al juez al Hospital Fernández, donde se produjo la primera estabilización.

Luego fue llevado al Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT), en Marcelo T. de Alvear y Larrea, donde atiende la obra social del Poder Judicial, y quedó alojado en una sala de terapia intensiva.

Los voceros destacaron a esta agencia que son habituales estos episodios cardíacos en Maqueda, quien en todo momento se encontró fuera de peligro.

«Fue internado en terapia intensiva para extremar los cuidados, pero es un cuadro habitual del doctor Maqueda, con episodios cíclicos de este tipo, con virtuales síncopes, y además ya tiene varios stents», describieron las fuentes.

En la clínica determinaron que el juez cordobés había sufrido un “síncope vasovagal benigno”, razonable para sus antecedentes cardíacos que demandaron incluso la colocación de varios stents en los últimos años.

Maqueda llegó a la Corte en 2002 y está a cargo del máximo tribunal, como juez de feria, hasta fin de mes, lo que en principio supuso alguna dificultad que fuentes de la Corte disiparon asegurando que el vicepresidente Carlos Rosenkrantz se encuentra en funciones.

Qué es el síncope vasovagal

El síncope vasovagal es la forma más común de desmayo. Ante la estimulación del nervio vago (que inerva la faringe, el esófago, la laringe, la tráquea, los bronquios, el corazón, el estómago, el páncreas, el hígado y vísceras), sobreviene una reducción de la frecuencia cardíaca y una dilatación de los vasos sanguíneos del cuerpo.

La frecuencia cardíaca lenta y los vasos sanguíneos dilatados hacen que llegue menos cantidad de sangre al cerebro, provocando así el desmayo. Es de tipo reflejo y puede ocurrir al orinar, defecar, deglutir o toser. Provoca una disminución en el ritmo cardíaco por debajo de 60 latidos por minuto (lo normal es de 60 a 100 latidos por minuto).