El presidente electo Javier Milei postergó su viaje a Estados Unidos a Israel, pero es posible que lo haga antes de asumir. El dato se desprende de la conferencia de prensa que ofreció este viernes el embajador norteamericano Marc Stanley, donde aseguró que invitó al economista de ultraderecha para que tenga reuniones la semana que viene con funcionarios de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Tesoro.

No pudo encontrarse esta semana porque la agenda la cortó la celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, pero es posible que lo vea a principios de la semana próxima. En ese encuentro, anticipó Stanley, le hablará del cambio climático global, un tema que el presidente electo de Argentina niega en forma pública y tajante como lo hace el exmandatario Donald Trump.

«Puede ser que tengamos diferentes ideas respecto de cómo abordar el cambio climático y lo podemos conversar, pero Estados Unidos y el gobierno de Biden están haciendo un esfuerzo muy importante para enfrentar el cambio climático y es un tema que voy a plantear frente al gobierno de Milei en nombre del pueblo estadounidense», aseguró. «Sé que él tiene la intención de viajar a los Estados Unidos y voy a reconocer que yo lo he invitado a reunirse en Washington con funcionarios. Si él quiere nosotros vamos a acordar visitas, lo podemos planificar. Creo que hay grandes probabilidades de que esto ocurra, pero todavía no se ha confirmado», remarcó.

Quizás sea una de cal y varias de arena, pero lo cierto es que Stanley buscará conducir un veloz acercamiento con Milei y dar un giro. El economista de ultraderecha está en el foco de la administración del mandatario estadounidense Joe Biden, cuyos funcionarios prestaron todo el apoyo posible a su competidor, el ministro de Economía y excandidato del oficialismo, Sergio Massa. Biden lo definió como «mi amigo», en un momento donde el vínculo con el Fondo Monetario Internacional ha entrado en una etapa de silencio y tensión a partir de las medidas que llevó adelante durante la campaña y que implicaron el incumplimiento de las pautas acordadas.

La futura relación del FMI con el gobierno de Milei es uno de los temas más delicados de la relación bilateral con Estados Unidos. Ante la consulta de Tiempo, Stanley relativizó el rol que tiene su país en el directorio del Fondo. «Qué bueno que me hayan preguntado eso porque cuando yo hablo con el público argentino a veces se confunden. El FMI es el FMI. Estados Unidos es un miembro, un voto en el FMI.

– Pero tienen el 16%.

– Sí, solamente el 16%. Bueno, no creo que sea tanto el 16%, ¿no?

– Pero es un voto determinante.

– Puede ser, a veces, sí puede ser un voto importante. Pero el año pasado nos votaron en contra.

Para Stanley, a pesar de los cintureos, el rol de su gobierno con el Fondo será clave. «Yo espero que,  a pesar de eso, seamos un voto influyente, que sigamos teniendo un voto influyente en el FMI. Pero a pesar de eso, no somos el FMI. Y creo que es importante para la Argentina reunirse con el FMI y explicar los planes de la Argentina frente al FMI. Creo que también es importante que la Argentina se reúna con el Departamento del Tesoro para que puedan explicarle cuáles son sus aspiraciones con respecto al FMI y poder obtener el apoyo del FMI para esa posición», detalló.

Luego reconoció: «No es tan sencilla la situación con el FMI. Y creo que hay cuestiones difíciles que hay que conversar en el FMI y puedo decirles que no es tan fácil. Y lo que he escuchado es que el equipo de Millei está dispuesto a entablar conversaciones serias con el FMI. Y creo que eso los debe enorgullecer».

Aunque no se han encontrado después del balotaje, el diplomático considera que el titular del Comité Olímpico Internacional, Gerardo Whertein podría ser el próximo embajador argentino en Washington.  «Se me indicó que quizás él pueda ser el embajador. Hemos trabajado muy bien con él en el pasado, así que creo que es una buena decisión, pero hasta que no lo designen no puedo decir nada», aclaró.

En el diálogo con un puñado de medios, Stanley aportó una particular explicación sobre la comunicación protocolar que tuvo con el presidente electo luego del resultado de la segunda vuelta. «Voy a decir que llamé por error a Javier Milei. Bad dial, se dice en inglés y acá sería ‘una llamada con el culo’. Él me respondió la llamada, fue algo vergonzoso. Entonces, cuando me devolvió la llamada, en respuesta a esta llamada por error que le hice, lo felicité. Nos llamó, pero no lo quería molestar, porque ahora el trabajo que él tiene por delante es armar un gabinete».

Cuando el encuentro estaba por finalizar, sobre el filo de la media hora prevista, Stanley no quiso opinar sobre el interés de Milei de mudar la embajada argentina en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. En su lugar destacó el rol del gobierno argentino. «La Argentina ha hecho un trabajo serio para repatriar y recuperar a los rehenes. También me ha enorgullecido la labor de Joe Biden para generar este cese de las hostilidades y liberar a 50 rehenes, con suerte más, donde  espero que incluidos algunos argentinos. Pero más allá de eso no estoy calificado para comentar sobre estas cuestiones», resumió.

Además de las pretesiones con Milei, Stanley también espera estrechar el vínculo con la vicepresidenta electa y titular del Senado, Victoria Villarruel. «Me he reunido con ella, pero no tengo una relación robusta todavía. Hemos pedido una reunión más extensa entre nosotros para poder conocerla mejor y generar una relación más sólida».