El ministro del Interior Eduardo Wado De Pedro y el gobernador bonaerense Axel Kicillof funcionaron este martes como emisarios de la paz. En tanto, el mensaje público sobre qué quiere el kirchnerismo para empezar a recomponer es que “se enderece el barco”. Por lo pronto, las palabras del presidente Alberto Fernández sobre la autoridad presidencial no cayeron mal, ya que es lo mismo que dice Cristina Fernández: manda el presidente.

No es novedoso que Wado medie. Fue el que envió Cristina a tantear la posibilidad de que Alberto sea candidato. También fue el que inició la catarata de renuncias post PASO. “Y supo reconstruir después”, destacan cerca suyo.

Desde el kirchnerismo historizan las crisis del Frente de Todos en dos momentos, en base a dos grandes desacuerdos: el primero fue sobre la marcha del gobierno, que se reflejó en las elecciones pasadas. Consideraron en su momento que hubo una falta de olfato y lectura política, que había prioridades subvertidas. Y el segundo gran momento fue la discusión sobre el Fondo. Ambas fueron públicas. Y es así como propone la discusión Cristina. Hasta ahora, el denominador común de las crisis es que se pudieron resolver.

Por eso es clave el rol de los interlocutores. Este martes De Pedro se reunió con dos gobernadores peronistas, Raúl Jalil de Catamarca y Sergio Ziliotto de La Pampa con quienes habló “sobre la audiencia convocada por la Corte por el decreto de Macri que triplicó discrecionalmente fondos a Larreta en detrimento de las provincias”. “Coincidimos en la expectativa de poder subsanar esta situación injusta definitivamente”, picanteó para señalar al contrincante político por fuera de la coalición oficialista.

Fueron varios los gobernadores que estuvieron en la Rosada para participar de una actividad sobre cambio climático. Además de Ziliotto y Jalil también estuvieron Axel Kicillof; Gustavo Valdés de Corrientes; Gerardo Morales de Jujuy; Oscar Herrera Ahuad de Misiones; y Alberto Rodríguez Saá de San Luis. En ese contexto, Alberto y Axel charlaron junto a todos los presentes. Terminado el acto, uno de los funcionarios bonaerenses se quedó en la Rosada para transmitir un mensaje de pedido de paz. Es que en la provincia de Buenos Aires, en especial en el conurbano, se siente fuerte la inflación y hay preocupación. Sin embargo, dirigentes de ambos lados de la intra grieta, acuerdan en que son ellos dos los que tienen que hablar y mostrar sintonía. “Eso ordena todo hacia abajo”, sintetizan.

En tanto, la encargada de hacer pública la posición de Cristina es la senadora Juliana Di Tullio, quien volvió a sostener: “Qué Alberto enderece el barco”. En diálogo con Radio con Vos aseguró: “Me va tener espalda con espalda. Obviamente que existe un solo presidente, y que puede tomar decisiones, aunque los demás no estemos de acuerdo, pero se tiene que poder discutir, y desde hace meses que eso no está pasando”.