En una sesión que comenzó cerca de las 11 de la mañana de este jueves y se extendió a lo largo de la tarde, la legislatura porteña aprobó el proyecto del Presupuesto 2024. El documento, prevé un crecimiento en la actividad del 2,7%, una inflación estimada del 69,5% y un tipo de cambio de 607 pesos por dólar para fines del año que viene. Entre otras cuestiones, la tasa de ABL tendrá una actualización mensual por el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad.

La obra pública contará con una participación del 15% del presupuesto total, y su principal proyectó será el «Viaducto Sarmiento» para los que se destinarán $36.237 millones. En Educación habrá una inversión de $1.168.918 millones; Salud cuenta con un monto de apenas $958.220 millones; y Seguridad con $891.190 millones. Durante la sesión, diputadas y diputados de la oposición criticaron el ajuste en sectores sensibles como salud, educación y vivienda.

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Foto: @AgenciaTelam

En materia educativa representa el 17,3% del presupuesto de la ciudad. Para la legisladora porteña Maru Bielli de Unión por la Patria (UxP), que renovó su mandato por cuatro años más, el recorte en 17 años de gestión PRO ha llevado a la caída de 8,65 puntos porcentuales de presupuesto.

“No puede ser que otro año más las veredas tengan más presupuesto que infraestructura escolar. De 89 obras de refacción en escuelas presupuestadas para el 2024, 40 ya figuraban en el presupuesto del 2023. Es decir, casi la mitad de las obras ya se encontraban previstas anteriormente”, destaca Bielli. “La escuela tiene que poder volver a ser sinónimo de potencia, el ámbito por excelencia de construcción de lo colectivo y la planificación en comunidad de un futuro más promisorio. Es necesario pensar diseños institucionales que permitan una mejor vinculación de la escuela secundaria con el mundo del trabajo”, agrega.

Respecto al presupuesto destinado en Vivienda, Bielli advierte que este presupuesto expresa el modelo urbano que viene desarrollando el macrismo hace 16 años y que se trata de un modelo excluyente que fortalece a los grandes desarrolladores inmobiliarios a la vez que expulsa a los vecinos de los barrios populares y a los inquilinos.

“En el Barrio Padre Carlos Mugica, recortaron más de 10 mil millones de pesos y se redujo la participación del presupuesto del barrio dentro del presupuesto general de la ciudad a su piso histórico de 0,26%. En el programa de mejoramiento de vivienda de la Unidad de Proyectos Especiales (UPE), ya en el 2023 le recortaron 1.300 millones de pesos.

Y para el 2024 destinarán sólo un tercio de lo que presupuestaron este año”, destaca la diputada de UxP y suma: “Para los inquilinos solo se destinan 114,6 millones de pesos: lo mismo que gastan en poco más de un día de publicidad y propaganda o 3 días en veredas. Esto representa un recorte de 68% con respecto al año 2023 en términos reales en los programas Alquileres BA y Garantía BA”.

El Frente de Izquierda (FIT), también votó en contra del presupuesto de Jorge Macri y considera que lo aprobado “es un recorte en todas las áreas y un aumento para las fuerzas de seguridad. Un claro perfil de ajuste hacia las mayorías populares a favor de los grandes empresarios y que se prepara para reprimir la protesta social”, manifestó durante la sesión la diputada porteña Alejandrina Barry.

Presupuesto vs. Realidad

Para la docente y militante del PTS, el presupuesto de Jorge Macri está totalmente alejado de la realidad. “Ante el agravamiento de la crisis social este presupuesto recorta las partidas de áreas sensibles: un recorte real de -19,92% en salud, -24,56% en vivienda y -24,71% en educación”.

Al mismo tiempo que advierte que en el presupuesto existe un plan privatista en educación: “debemos ser claros que tira por la borda nuevamente cuando se habla de igualdad educativa. En el presupuesto del Ministerio de educación, la gestión privada aumenta su participación para 2024 mientras la gestión estatal se reduce 3,5 puntos porcentuales”.

Por su parte, el legislador porteño Matías Barroetaveña (UxP), declaró que “la gestión del PRO nos lleva a la tormenta perfecta, excesiva presión tributaria y regresiva distribución del ingreso. La llegada de Jorge Macri al ejecutivo no cambia nada en la tendencia, continúan los negocios inmobiliarios mientras que los vecinos no tienen vivienda, continúan las exenciones impositivas a sectores que no producen en la ciudad mientras que por el otro lado la indigencia continúa aumentando y se desfinancian programas de asistencia.”

De acuerdo a un estudio realizado por el equipo de Barroetaveña, la inversión en educación cae drásticamente si se toman los valores constantes de 2015 y se los compara con el presupuesto 2024.  “La educación inicial cae un 45%, la primaria un 37%, la media un 44% y la técnica un 35%”, destaca el informe.

Respecto a la educación privada, el sector “cae un 26% y la relación entre la inversión en educación privada y pública paso $37 en el sistema privado por cada $100 invertidos en el sistema público en 2015, a $46 por cada $100 en 2024”. Por último, el Programa Ciudadanía Porteña “pasa de tener en 2015 un presupuesto de $54 mil millones de pesos constantes de 2024 a uno de $37 mil millones para el año que viene, en un contexto de fuerte crecimiento de la indigencia. Esto es una caída del 32% en términos reales (2024 vs 2015)”.

Para el diputado del mismo bloque, Javier Andrade, el oficialismo votó un presupuesto que profundiza la desigualdad en la ciudad, la misma que mantiene JxC desde hace 16 años. “Es un presupuesto en el que no se apuesta a la producción sino a beneficiar a las grandes empresas priorizando los negocios”, aseveró. Andrade asegura que el presupuesto “no contempla ninguna ampliación de derecho en materia de género, diversidades, minorías ni discapacidades. 

Para sorpresa de nadie, elijen recortar en salud, educación y vivienda, no así en seguridad”, agrega y termina: “Un claro ajuste a la mayoría de las y los porteños, a trabajadores, comerciantes, estudiantes e inquilinos, y como era de esperar, a favor de los grandes empresarios amigos del poder».