El ex asesor de importantes grupos empresarios como Clarín, Mc Donald’s y Cencosud, el abogado Carlos Rosenkrantz, asumió este mediodía el cargo de juez de la Corte Suprema, para el que fue propuesto por el gobierno de Mauricio Macri. Así, el máximo tribunal completó su formación de cinco miembros, después de que hace dos meses jurara para el cargo el otro postulado por el actual gobierno, Horacio Rosatti.

Rosenkrantz -quien juró «por la patria y por el honor»- asumió en medio de una ovación prolongada de un auditorio en el que estuvieron presentes pocos jueces y muchos políticos. Acompañado por sus flamantes colegas, Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, el nuevo juez del máximo tribunal saludó con ambas manos en alto y una irruptiva sonrisa en sus labios a un auditorio que le dedicó un sonoro aplauso que no había recibido su antecesor Rosatti.

En el patio de butacas estaban la vicepresidenta, Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Justicia, Germán Garavano; su segundo, Santiago Otamendi, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y el ministro de Seguridad bonaerense, Gustavo Ferrari. Pero también Graciela Fernández Meijide, Eduardo Amadeo, Ricardo Gil LAvedra y el ex juez de la Corte Gustavo Bossert. También sorprendió la presencia del senador del Frente para la Victoria Juan Manuel Abal Medina, y del ex ministro de Economía Roberto Lavagna.

Ninguno de los jueces penales federales de primera instancia de Comodoro Py concurrió a la jura. Cuando asumió Rosatti, prensa de la Corte dejó trascender que él había pedido expresamente que no los invitaran. La representación institucional del Poder Judicial se limitó a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó; la Defensora General, Stella Maris Martínez, el presidente de la Cámara Federal de Casación, Alejandro Slokar; su par de la Casación porteña, Horacio Díaz, y un puñado de jueces de otros fueros.