Tras el desalojo de la toma de Guernica, el gobierno de Axel Kicillof trabaja para acelerar la generación de lotes con servicios y también define un protocolo para anticiparse a nuevas ocupaciones de tierras. El plan para las familias que aceptaron irse voluntariamente y el objetivo de entregar 10 mil casas por año hasta 2023. «No se trata de resolver miseria con más miseria», repiten.

Las soluciones se enmarcan en el Plan Bonaerense de Suelo, Vivienda y Hábitat que lanzó Kicillof hace un mes en busca de una solución al déficit habitacional histórico que se agravó con la pandemia y quedó expuesto con las tomas. El programa prevé la construcción de 33.600 viviendas y de 85.353 lotes con servicios en los próximos tres años. Está a cargo de la Unidad Provincial de Tierra y Vivienda, que es coordinada por la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, y que está trabajando ahora en los lotes para las familias de la toma de Guernica.

Después de 40 días de trabajo interministerial en el predio tomado, 732 familias aceptaron la propuesta del Ministerio de Desarrollo de Comunidad y se retiraron voluntariamente. Tras el desalojo del jueves, 8 familias más que quedaban en el lugar fueron asistidas en los distintos dispositivos de emergencia -clubes, comedores, casa de la juventud- que siguen funcionando en Guernica.

«El trabajo del gobierno fue enorme durante tres meses en tratar de conseguir alternativas a aquellas familias que, de verdad, no tenían dónde vivir. Se les consiguió lugares transitorios en el mismo predio, se resolvió el tema de los alquileres para aquellos que habían perdido la changa con la pandemia y habían dejado de pagar, se trabajó intensamente en las distintas situaciones», explicó a Tiempo la ministra García y consideró que el gobierno fue «sumamente responsable» porque, «pese a ser un tema de la justicia, intervino para que tuviera el menor costo colateral posible».

La funcionaria trabaja ahora a contrarreloj con el municipio de Presidente Perón en la generación de los lotes con servicios para esas familias y, aunque aclara que es un proceso que lleva su tiempo, anticipa que en 20 días podría estar ya la localización de los terrenos.

«Seguimos trabajando con la gente de Presidente Perón en los lotes. No va a ser de un día para otro porque hay que poner agua y cloacas, no se trata de resolver el tema de la miseria con más miseria e indignidad, no se trata de tirarlas en cualquier lusgar a las personas, así que estamos trabajando, ya tenemos un loteo y seguramente en los próximos 15 ó 20 días tendremos una localización», anticipó García. Y subrayó: «Los terrenos están en tránsito. Si digo que ya están, sería una irresponsabilidad».

Aunque en el gobierno creen que el desalojo no tuvo un costo político para Kicillof, el objetivo es evitar que se repita la foto del jueves. En este punto es que están elaborando junto a los intendentes un «protocolo de anticipación» para que el Estado bonaerense llegue a atender la problemática antes que se produzca la denuncia judicial.

«No se puede llegar a la misma situación donde tuvimos primero la localización de dos o tres carpitas, luego veinte, cien y al mes teníamos mil localizaciones en este predio. Tenemos que tener un alerta temparana de esta situación», aseguró la ministra.

El desafío es atender a las familias antes que intervenga la Justicia. «En el territorio se sabe rápidamente cuándo hay una toma. Necesitamos saberlo con mucha premura para accionar y disparar todas las soluciones que tiene el Estado antes que la denuncia haga que tenga intervención la Justicia y, por lo tanto, la policía», aclaró.

10 mil viviendas

La primera tarea de la Unidad de Tierra y Vivienda fue realizar un mapa de tierras de toda la provincia. No existía un registro actualizado de la tierra pública y privada. Eso permitió también saber cuántas tomas de tierras existen hoy.

«Después de 9 meses de trabajo ya tenemos identificado lo que es tierra pública disponible y urbanizable. Hoy en la provincia existen aproximadamente 80 lugares tomados en los que hay que tomar cartas en el asunto», señaló la ministra. Y amplió: «Tomar cartas no es decirle a esa gente que le vas a dar un lote en cualquier lugar que esté lejos del transporte, de los hospitales, de las escuelas, con lo cual estaríamos redoblando la pobreza. Lo que estamos planteando es la localización en zonas urbanizables con servicios y cercanía de la zona urbana para que puedan tener además los servicios del Estado».

El objetivo de Kicillof es construir entre 8 mil y 10 mil viviendas por año hasta 2023 en el marco del Plan de Suelo, Vivienda y Hábitat con fondos provinciales y también nacionales. El déficit habitacional en Buenos Aires es histórico pero, según remarcan en el Ejecutivo, se agravó también por la baja ejecución durante la gestión de Cambiemos que solo construyó 2 mil casas por año. “Históricamente en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se construyeron entre 7 mil y 8 mil viviendas anuales en la provincia. En el gobierno de María Eugenia Vidal tuvimos 2 mil. El objetivo de este plan es construir entre 8 mil y 10 mil hasta 2023”, precisó la ministra y aclaró que el plan implicará “un gran trabajo sobre el ordenamiento” de la tierra pública y privada, incluidos los countries y emprendimientos privados, que por ley están obligados a ceder tierras a los municipios para construir viviendas. «