Luego de que la ministra de Seguridad, Sabrina Frederic, anulara buena parte de las medidas represivas que tomó el anterior gobierno, su antecesora en el cargo, Patricia Bullrich, publicó un libro en defensa de su gestión.

“Este libro condensa nuestros logros en seguridad y lucha contra el narcotráfico, que hoy están siendo desguazados por el gobierno”, resumió la ex funcionaria en sus redes sociales al compartir el libro.

El documento de 253 páginas fue titulado “Una gestión con corazón e ideas, la doctrina de seguridad que abrazaron los argentinos” y postula “los lineamientos centrales que animan nuestra política y dan sustento a nuestro modelo de seguridad. Un modelo que buscó siempre la coexistencia armónica entre orden, convivencia y paz. Un modelo que vino a poner las cosas en su lugar para combatir a las mafias y cuidar a los argentinos”.

Bullrich destacó los protocolos de uso de armas de fuego y de las Taser que fueron derogados por el nuevo gobierno y la lucha contra el narcotráfico como “la batalla central” de su política de seguridad.

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El caso Chocobar

“Para terminar con el mundo del revés hay que darlo vuelta. Hay que devolverle a las fuerzas la confianza que les fue escamoteada y enviarle a la gente el claro mensaje de que, en el partido contra la inseguridad, ellas juegan claramente a su favor”, manifiesta Bullrich y se mete de lleno en el caso Chocobar: “Era necesario terminar con esta cínica doble moral que por un lado inculpa al policía mientras, por el otro, le da las gracias. No debe haber medias tintas en estos casos y, por eso, hemos dictado el nuevo reglamento para el uso debido de armas”, señala Bullrich en un apartado sobre el caso de gatillo fácil que involucró al policía municipal Luis Chocobar.

“Ante la comisión de un delito grave como el que describimos el policía tiene que actuar. Y es lo que este policía hizo”, describió sobre el momento en el que mató por la espalda a un sospechoso de haber atacado a un turista con un cuchillo.

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El Caso Maldonado

Sin mencionar la brutal represión de la que fue víctima la comunidad mapuche donde estaba Santiago Maldonado cuando desapareció, Bullrich recorre con su mirada el caso que la tuvo en el centro de la escena política durante varios meses.

 “En el caso de Santiago Maldonado, el joven artesano que se ahogó en el río Chubut de la provincia homónima en el año 2017, la construcción de la mentira estuvo a punto de imponerse en la opinión pública”, aseguró la ex funcionaria, quien denunció haber sido víctima de “una campaña orquestada desde sectores políticos, periodistas militantes y organizaciones sociales (incluyendo a las de derechos humanos) con ramificaciones internacionales” durante un año electoral.

“La desdichada muerte de Santiago Maldonado se vio envuelta desde un principio en manipulaciones, pistas falsas y mensajes insidiosos que tuvieron un indudable impacto social. El Caso Maldonado será recordado no solo por su fatal desenlace; también lo será por haberse convertido en un símbolo de cómo opera la construcción de una mentira que tuvo por objetivo la deslegitimación del trabajo de las fuerzas de seguridad y, en última instancia, la división de la sociedad”, aseguró.

En ese contexto, también resalta la «desarticulación de la RAM», una organización que el gobierno eligió como enemigo político y que desembocó en la persecusión del lonko mapuche Facundo Jones Huala. 

La mirada de Bullrich sobre estos temas se contradice con la que le imprime el actual. El propio presidente Alberto Fernández destacó el daño que provocó la política represiva que encabezó la ex ministra.

“Esos protocolos no sirvieron para nada, sólo sirvieron para lamentar víctimas de violencia abusiva institucional», sostuvo Fernández antes de asumir, y agregó: «Cambiar un protocolo que legitima que un policía dispare por la espalda no habla bien del Estado que lo permite. Lo dije en aquel momento: el protocolo fue solo para que los policías puedan aducir una causa de justificación que se llama cumplimiento de un deber. Les dieron una norma para legitimar esa conducta».

La nueva ministra tampoco comparte la opinión de Bullrich y aseguró que esa política de seguridad «no le dio más seguridad y protección a la inmensa mayoría de la población”.

También adelantó que van a revisar la actuación de la Gendarmería en el caso Maldonado “para deslindar o determinar responsabilidades de todos los que participaron».

“Creo que el operativo (de Gendarmería) fue pésimamente realizado, tuvo decisiones desarcertadas y fuera de los protocolos, y hubo responsabilidades. Todas las decisiones estuvieron mal y los oficiales lo saben», aseguró Frederic.

Sobre el caso Chocobar, agregó: «Somos el Ministerio de Seguridad, no el de Justicia. La policía no hace justicia por mano propia. No podemos extinguir el proceso judicial».