Este jueves se vivirá una jornada caliente, con 50 cortes y piquetes en accesos de grandes ciudades de todo el país. El reclamo central de esta coordinación de protestas a lo largo de la Argentina es la convocatoria urgente a “una paritaria social y popular”, que ponga en marcha una ampliación del presupuesto para planes sociales y ayuda alimentaria. Además, el cronograma de ocupaciones en calles y puntos estratégicos funcionará como caso testigo –una suerte de adelanto- de lo que organizaciones sociales y sindicatos preparan para el último tramo de 2018. Serán cuatro meses de conflictividad creciente. Un clima de lucha y actividad en las calles, que tendrá sus picos de visibilidad a partir de la discusión en el Congreso del proyecto oficial de presupuesto 2019 –cuyo contenido estará organizado en línea con el ajuste del FMI- y la realización, a finales de noviembre, de la cumbre de jefes de Estado del G-20.

El primer test de lo que las organizaciones sociales y gremiales proponen para el lapso septiembre/diciembre 2018 tendrá su escenario principal, este jueves, en el Puente Pueyrredón. Unos siete mil trabajadores desocupados, más miembros de cooperativas de trabajo, ocuparán desde las 11 esa vía tradicional de ingreso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es el mismo escenario de las luchas que, habitualmente, los 26 de junio, suelen realizar algunas agrupaciones en conmemoración del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki ocurrido en 2002.

Las organizaciones convocantes son el Frente por Trabajo y Dignidad Milagro Sala, los Frentes Barriales de CTA de los Trabajadores y la CTA-Autónoma, al igual que la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT). El anuncio de la campaña de piquetes y protestas, su horario y su ubicación, se realizó el miércoles desde una de las sedes de la agencia pública de noticias Télam.

“El pueblo argentino está en una situación desesperante. El Gobierno tiene que sentarse a dialogar con todos los sectores sociales de la Argentina para construir una paritaria social y popular que nos permita abordar esta situación de emergencia”, exigió Alejandro ‘Coco’ Garfagnini, dirigente del Frente Milagro Sala.

Esa agrupación, cercana al kirchnerismo y a la Organización Barrial Túpac Amaru, fue la principal afectada de la durísima represión que se vivió en los alrededores del Ministerio de Desarrollo Social en junio de 2017, tras cortar las dos manos del Metrobus de la avenida 9 de julio. En aquella oportunidad, el petitorio de los manifestantes consistía en cuatro puntos: la creación de un plan de obra pública para el sector autogestivo, la implementación de una tarifa diferenciada de los servicios para comedores y empresas recuperadas, un plan de emergencia alimentaria y la restitución de las pensiones por discapacidad dadas de baja.

En este jueves, según adelantó a Tiempo uno de los coordinadores de la jornada nacional de protesta, los cortes de ruta y bloqueos a ciudades se extenderán por Mar del Plata, Rosario, La Plata, Puente Pueyrredón, Cañuelas y ruta 197 y Panamericana. También habrá protestas en las provincias de La Rioja y Santiago del Estero. Un reclamo importante de estos sectores es que se restituyan a los beneficiarios del programa Ellas Hacen que dejaron de cobrar el subsidio al pasar desde el Ministerio de Trabajo al Ministerio de Desarrollo Social.  Otra bandera clave para las organizaciones es la libertad de los presos políticos.

“Nosotros queremos que haya una paritaria social multi-ministerial porque las consecuencias del modelo económico están empujando a las barriadas a una situación de catástrofe: todos los días hay nuevos desocupados, los merenderos no dan abasto, el tarifazo es impagable. Sin embargo, tras el acuerdo con el FMI, lo que se ha hecho es profundizar el ajuste social”,  aseguró a Tiempo Fernando Gómez, también dirigente del Frente Milagro Sala. 

El endurecimiento de las agrupaciones de desocupados ante la gravedad de la situación social promete seguir en los próximos días. Esta semana, las protestas arrancaron el miércoles, cuando el Frente Darío Santillán, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el MTD Aníbal Verón y otras organizaciones se movilizaron por distintos puntos de la ciudad bajo la consigna “que el ajuste lo paguen los ricos”. Mientras cortaban calles, los manifestantes exigieron cambios en las prioridades presupuestarias de la administración Cambiemos.

También el miércoles, las entidades que conforman el  triunvirato CTEP, Barrios de Pie y CCC se acercaron hasta el Congreso para respaldar la presentación de un proyecto de emergencia en adicciones. Las tres organizaciones realizan un trabajo de base en el acompañamiento a los jóvenes con adicciones, a partir de Casas de Atención que funcionan en los barrios. El viernes, la CTEP-Barrios de Pie y CCC volverán a movilizar: irán desde el Obelisco hasta el Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Vivienda, donde reclamarán por el atraso en el pago a las cooperativas que levantan casas de modo autogestivo.