“Arshak, ¿Dónde estás?  Te estoy esperando, cociné un montón. Te preparé la comida. ¿Por qué no llegás?”, preguntó en un audio de WhatsApp Vardush Datyvian, a su hijo Arshak Karhanyan, el 24 de febrero de 2019. Ese día lo esperó con un plato típico de Armenia, su país de origen. Tres años después, la mujer no sabe qué pasó con su hijo, un policía de la Ciudad de Buenos Aires que tenia 29 años al momento de su desaparición. La madre tardó siete meses en poder acceder a la causa porque la justicia no le permitía ser querellante.

Lo último que se sabe de Arshak Karhanyan es que fue a comprar una pala a un Easy de Caballito, el barrio en el que vivía, después de recibir la visita de Leonel Herba, un compañero del área de División Exposiciones. En la casa quedaron los libros con los que estaba estudiando para rendir una materia de Ingeniería en Sistemas en la UTN y dos celulares. Una cámara de seguridad los muestra a ambos en la puerta del edificio escuchando un audio. Tres años después, la familia denuncia que la Policía de Ciudad obstaculiza el proceso y que el juez Alberto Baños se niega a investigar a esa fuerza porteña. Además, tampoco se pudo acceder a las cámaras de la zona para reconstruir el recorrido de Herba y Arshak. A eso, se suma que una junta de especialistas de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Ministerio Público Fiscal determinó que las pericias que la Policía de la Ciudad hizo a los celulares de Arshak no respetaron “las buenas prácticas de la informática forense”.

A pesar de todas esas situaciones sospechosas que apuntan a la responsabilidad de la fuerza de seguridad local, la causa sigue calificada como “averiguación de paradero” y no como “desaparición forzada” como pide la fiscalía y la querella. La Cámara de Casación denegó el recurso y ahora la fiscalía apeló a la Corte Suprema de la Nación.

La legisladora porteña por el Frente de Todos y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura, Victoria Montenegro, impulsa el caso desde el principio y sostiene que “hay una cadena de complicidades que dejan sin ninguna respuesta a tres años”. “El caso debería ser un escándalo si esta Ciudad no tuviera la impunidad que tiene. Apelaron a borrarlo, al silencio. Es increíble que esto pase en plena democracia. Creemos que al policía de la Ciudad Arshak Karhanyan lo desapareció la policía de la Ciudad. La investigación no va en ese sentido. Es un caso muy grave, la democracia no puede permitirse esto. La madre sigue esperando a su hijo. Creo que no dimensionamos que a Arshak se lo tragó la tierra a plena luz del día, en uno de los barrios con más cámaras y no quedó un solo registro de él. Es grave, gravísimo. Es gravísimo que no lo haya buscado la institución. Al jefe de Gobierno, le falta un agente propio”, le dijo la legisladora a Tiempo.

El abogado de la familia, Juan Kassargian, detalló las irregularidades y pidió que la causa pase al fuero federal. “Todas las cámaras y las filmaciones que estaban supuestamente guardadas, las revisamos y no eran ni de la fecha ni de la hora correctas. Las cámaras de los lugares estratégicos no estaban. Se llevaron los teléfonos que dejó Arshak y los borraron. Eran importantes porque la madre cuenta que el día anterior recibió muchos mensajes y le dijo que quería dejar la policía. Hay otras pruebas que también van en ese sentido”, afirmó el letrado en diálogo con Tiempo. En uno de los audios que estaban en el celular Herba, se escucha un reproche de su pareja en el que hace mención a la desaparición de una persona. “Vos seguí con el teléfono, seguí hueveando, seguí, haciendo no sé, desaparecer gente (…) El que está acá en orsai porque desapareció una persona y sos el principal sospechoso, sos vos”, le dice Jazmín Soto a Herba, el padre de su hijo.

“¿Cómo está la causa? Hay muchísima actividad, este año el juez Baños hizo infinidad de pedidos de pruebas y pruebas. ¿Hubo algún avance en la causa? Cero. Baños no investigó a la policía. Investigó al hermano, a la mamá, a los amigos, a los aeropuertos a ver si se fue volando. No investiga a la policía, todas las pruebas que realizó en este año se las dió para que las haga la policía de la Ciudad. Su acutación no resiste un manual de primer año de Derecho. Hay policías que algo tienen que ver, que encubren ocultando y destruyendo pruebas a otros policías. Hay dependencias de funcionarios del Gobierno de la Ciudad donde se han destruído pruebas. Hay policías protegidos por policías y esos protegidos por funcionarios”, indicó Kassargian

Por su parte, Montenegro criticó el accionar del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. “Ni a él ni a Santilli los escuché hablar nunca de Arshak. Básicamente porque los periodistas que acceden a entrevistas con él, no le preguntan. ¿De forma tan simple puede tragarse la tierra a una persona a plena luz del día en la Ciudad de Buenos Aires? No sé que es lo que Arshak sabía, pero seguramente involucraba a muchísimas personas que hoy están sosteniendo esta impunidad”, afirmó.

Ayer, el presidente Alberto Fernández cenó en la casa de la madre de Arshak junto a Montenegro y el diputado nacional Leandro Santoro. “Vinimos con Victoria y con Alberto a visitar a su madre. No vamos a bajar los brazos. Lo seguimos buscando”, escribió Santoro en su cuenta de Twitter.