Juntos y organizados es mejor. Lo saben perfectamente las mamás, papás, hermanos, hermanas, hijos, hijas y familiares de víctimas de la violencia machista que hace unos años se organizaron bajo el nombre de Atravesados por el femicidio.

“Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales… Mujeres, todas, ¿no vamos a levantar la voz? ¡Nos están matando!” decía el tuit que escribió en ese momento la periodista Marcela Ojeda luego de que se conociera el femicidio de Chiara Páez, en Rufino, Santa Fe. Esas palabras de Ojeda se multiplicaron en las redes sociales, y la convocatoria, que ya se venía gestando en otros espacios feministas, tras el asesinato en Uruguay, de la adolescente Lola Chommalez tuvo fecha y consigna: “Ni una menos, vivas nos queremos”

Fue una convocatoria sin banderas políticas donde confluyeron sectores que jamás habían compartido un espacio de lucha. Allí, en esa manifestación, que con el correr de los tiempos, tuvo continuidad a través de asambleas y acciones nacieron también otras colectivas y organizaciones que hoy siguen trabajando intensamente contra la violencia por motivos de género.

Fue en esa marcha que hoy cumple 10 años, donde familiares de víctimas de femicidios reunidos en Atravesados por el femicidio se encontraron por primera vez. Al principio, cuentan, eran solamente 8. Hoy son 250 familias en todo el país que representan a esas mujeres asesinadas. Hoy, martes 3 de junio desde las 9 de la mañana, la organización realizará la acostumbrada instalación frente en la plaza frente al Congreso de la Nación, para pedir justicia por las víctimas. Aclararon que están totalmente a favor de que se acompañe la marcha de las y los jubilados pero que, ante el despliegue de fuerzas por el protocolo de Patricia Bullrich cada miércoles, es hace imposible instalar la muestra.

Tiempo Argentino habló con Carola Labrador, Marcela Morera, Hugo Capacio y Eva Dóminguez. Les hicimos algunas preguntas y acá van las respuestas.

¿Cómo recuerdan ese primer Ni Una Menos?

Carola Labrador, mamá de Candela Rodríguez, una nena de 11 años asesinada en 2011 recuerda que a muchos de los familiares los conoció en la inolvidable y masiva marcha que hoy cumple, 3 de junio de 2025, cumple 10 años.

“Me invitó Marcela Ojeda, hoy una amiga entrañable después de tantos años. Allí me encontré con un montón de familiares de víctimas de femicidio. Conocí a la mamá de Ángeles Rawson, también a Vero (Camargo) la mamá de Chiara Páez de quien somos amigas hasta hoy. Fue la primera vez que nos unimos los familiares de víctimas”.

A 10 años del Ni Una Menos, el día en que la violencia de género se hizo más visible
Candela Rodríguez.

Carola destaca que son cada vez más las mujeres y que cuesta mucho sostener el grupo. “No recibimos ayuda de nadie, solo entre nosotros colaboramos. Es un grupo federal, somos familiares en todo el país. Muchos estamos enfermos es difícil contener a tantas familias. Es complicado, pero aquí estamos todos los 3 de junio pidiendo justicia por todas”, dice Carola.

Julieta Mena fue asesinada a los 22 años el 11 de octubre del 2015 en La Matanza. Estaba embarazada de casi tres meses y su novio quería que abortara. Ella se negó a hacerlo y él la asesinó. El femicidio llegó a juicio y su femicida está cumpliendo prisión perpetua. “El primer Ni Una Menos fue antes del femicidio de Juli y no tengo tantos recuerdos. Sí de imágenes de algo que se venía gestando y se veía en la tele, yo no estaba tan conectada con el tema violencia de género. Estaba intentando que mi hija cortara con esa relación que me resultaba muy tóxica pero no la vinculaba con lo que es violencia de género. Era un tipo obsesivo, inseguro, manipulador, pero para mí la violencia de género tenía que ver con lo que vulgarmente llamamos el ojo en compota y no con todo lo que después aprendí que involucraba”.

A 10 años del Ni Una Menos, el día en que la violencia de género se hizo más visible
Julieta Mena

Para ella, la marcha en 2015 “fue un punto disparador que movió a mucha gente desde el plano personal, que se movieron por la suya. Después se politizó mucho, y hablo de política partidaria.”

Hugo Capacio es de Rosario. Su hija, Daiana fue asesinada en 2012, cuando tenía 17 años y decidió terminar el violento noviazgo que estaba viviendo, pero quien era su novio no lo aceptó. La degolló, le dio diez puñaladas y la llevó a un monte, a 25 kilómetros de Rosario y la prendió fuego. “Eso nos cambió a todos nosotros como familia y en lo personal decidí dedicarme junto a mis compañeros Atravesados por el Femicidio a una lucha sin cuartel en contra de la violencia de género, en contra del femicidio y apoyando a esos niños que quedan sin madre y un padre preso que mató a su mamá para que el día de mañana tengan un futuro”.

A 10 años del Ni Una Menos, el día en que la violencia de género se hizo más visible
Daiana Copacio.

Para Hugo, el primer Ni Una Menos marcó un antes y un después. “Esa marcha donde se hizo sin banderas políticas, sin colores religiosos, sino que fue toda una sociedad que se hartó de la violencia de género, de la violencia machista. Creo que sirvió para que una sociedad empiece a tomar conciencia de qué se trata, los daños que ocasiona, cómo tratar de prevenir el femicidio y cómo deberían ser las leyes para preservar las vidas de las mujeres.”

Eva Domínguez es cuñada de Vanesa Celman. El 29 de junio de 2010, Vanesa fue prendida fuego por su pareja. Cuatro 4 meses después, murió. “La justicia a mí me dijo que Vanessa se murió por amor”, dice Eva.

A 10 años del Ni Una Menos, el día en que la violencia de género se hizo más visible
Vanesa Celma.

“Después del primer Ni Una Menos la violencia se hizo mucho más visible, y toda la sociedad fue tomando más conciencia de lo que es la violencia de género, los abusos intrafamiliares y tantas otras clases de violencia. Creo que Ni Una Menos fue el hartazgo, el basta, el nunca más, que es lo que queremos todas hoy”.

¿Qué debates hacen falta en la sociedad sobre el femicidio?

Carola Labrador: El debate que debe faltar es que al que no le pasó se ponga del brazo tuyo y ayude a que no pase más, que no haya más mujeres muertas. Ese es uno de los debates que en el Estado en el que estamos y con el presidente que nos representa, es muy difícil. Tiene mucho odio contra las mujeres. Partamos de la base que niegan el femicidio, así que es terrible.

Marcela Morera: Hacen falta charlas en los colegios. Que hayan quitado la ESI (Educación Sexual Integral  ) me parece horroroso, me parece que hace falta llegar a todos los niveles educativos, llegar a fábricas, empresas, clubes concientizar tanto a hombres como a mujeres. Que el tema de violencia de género se instale para prevenir. En la sociedad todavía hay muchísima gente que dice ‘¿pero por qué se quedan? ¿les gusta que les peguen? ¿por qué provocan? ‘se lo estaba buscando’… Lamentablemente eso todavía existe, y siento que se estaba revirtiendo, pero desde hace un año y pico a esta parte, se está escuchando cada vez más, como antes. Por eso que retiren de las escuelas la ESI es una locura. Si quieren llamar de otra forma que la llamen de otra forma, pero el contenido tiene que ser el mismo. Abarcaba muchos más temas que lo sexual.

Hugo Capacio: En cada charla que vamos a dar surgen la pregunta de por qué la figura del femicidio no es la misma que la de un homicidio. En realidad, sí, el femicidio no es nada más ni nada menos que un agravante que no figura en el Código Procesal Penal, sí figura en los artículos 80 de la Constitución Nacional, pero no con la palabra femicidio. Falta mucho concientizar sobre las violencias, los noviazgos violentos. Y también hablo de todo tipo de violencia, no solo hacia las mujeres. Hoy estamos viviendo en una sociedad extremadamente violenta, donde hay una guerra creada políticamente de pobres contra pobres. Y en medio de esta guerra ilógica, queda el femicidio que es una muerte extrema donde una mujer sufre antes de morir porque el femicida disfruta de ver morir a esa persona que en algún momento dijo amarla. Y que no sólo eso que disfruta verla morir, sino que disfruta de todos los daños ocasionados antes de llegar al femicidio. Porque la violencia, más allá de ser una conducta aprendida, va en escalada. Nadie es tan loco como para arrancar con un grito, nadie es tan loco como para arrancar con un cachetazo. Por lo general, en sus primeros pasos, lo primero es destruirle la autoestima a la víctima, después aislarla y así sucesivamente va progresando en la cadena de maldad en la conducta, lo que le llamamos conducta pre-femicida hasta llegar a la muerte de esa persona que él dijo amar. Y que para nosotros fue, es y será nuestro ser amado.

Eva Domínguez: Creo tenemos que ser mucho más conscientes de la cantidad de mujeres asesinadas. Porque la gente se entera de algunos casos esporádicos, de los que salen en la noticia y las que militamos, las que estamos en los temas, sabemos que mueren más de 250 mujeres al año en todo el país y además de las que no llegan a ser noticias. Siempre hay un relevamiento por parte de los diarios y no por una estadística que se haga cargo del Estado

A 10 años del Ni Una Menos, el día en que la violencia de género se hizo más visible
Foto: Somos Télam

¿Qué demandas pudieron saldar en estos diez años como familiares de víctimas de femicidio?

CL: Las demandas que pudimos saldar es que hay familiares que al menos tuvimos juicios. Algunos ni siquiera eso. Por eso nos presentamos todos los 3 de junio con nuestras remeras, nuestras banderas, nuestro grito de justicia para los que tuvimos, para los que no, para los que no van a tener nunca. Y que las fotos de ellas, las de nuestras hijas no queden en el olvido. Ahí seguiremos todos los 3 de junio mientras nos dé Dios la vida pidiendo justicia por todas nuestras niñas, por todas nuestras mujeres.

MM: La Ley de Víctimas es un gran avance, el tema es que se cumpla. Después Ley Brisa (27.452) o Ley RENNYA (Régimen de Reparación Económica para Niñas, Niños y Adolescentes), que si bien se consiguió este resarcimiento hay un gran problema y es que en el medio para conseguirla tenés una burocracia, una cantidad de papeles que hay que presentar que además en este último tiempo se está acrecentando. Veníamos con un sistema más aceitado, desde que cuando fue que se promulgó la ley pero de golpe, nada, se frenaron un montón de beneficios. Es más engorroso conseguir las tenencias de los chicos en el medio se vencen las tutelas provisorias es más complejo llegar a la tutela definitiva. Tenés a veces que iniciar todo el trámite de nuevo.

HC: -Como demandas que pudimos saldar yo creo que fue la importancia de luchar por la ley RENNYA para el resarcimiento de los hijos e hijas de víctimas de femicidio, para que puedan tener un estudio, una pancita más o menos llena. Por lo menos es una ayuda económica que sirve para que esos chicos puedan crecer libres de violencia, educados y alimentados. Esos chicos son criados por quien no fue su mamá porque quedan al aguardo de una tía de una abuela o de algún ser que realmente se sensibilice y se haga cargo. No es fácil encontrarlo. No es fácil hacerse cargo, no es fácil administrarle la vida para que ellos puedan crecer como verdaderos seres humanos.

ED: -Hay juicios que se han hecho rápido, algunos casos, en la provincia de Santa Fe. También hemos logrado la Ley RENNYA para los niños huérfanos, una pequeña ayuda para esos niños. Aunque nosotros la queríamos, junto con la quita de responsabilidad parental, con una asistencia integral para esos niños porque cómo se integran a las familias con las que quedan, con los abuelos, con los tíos. Y también en cuanto a lo emocional cómo quedan. Quién mata a su mamá casi siempre es el papá entonces cómo han vivido todos estos años de violencia de género. Cómo sostener, cómo construir el aquí, el ahora y cuál podría ser su futuro.

A 10 años del Ni Una Menos, el día en que la violencia de género se hizo más visible
Instalación de Atravesados por los Femicidios.
Foto: Tiempo Argentino

¿Cómo se maneja la justicia con las denuncias por femicidios?

MM: Cuando hay un femicidio, en los casos en que el femicidio es 2×2 es 4, la investigación marcha rápido. El problema es con los casos en los que hay que investigar, muchos casos que han pasado por suicidio o en los que el agresor pertenece a las fuerzas de seguridad y la ayudan a hacer una limpieza de la escena o al “hijo de”. Ahí nos encontramos con que falta investigación, en los casos que no son caratulados como femicidio de una. Nosotras hablamos mucho de “las suicidadas”

Además, hay falta de información a las familias que van a ser las futuras querellantes. Una cuando le matan a un hijo, una hija, una madre, una hermana, no tiene idea de lo que tiene que hacer, de dónde tiene que denunciar, de cuáles son los pasos a seguir. Entre el dolor y la confusión y la falta de conocimiento es difícil y las familias son muy vapuleadas en ese sentido. Te hablan en un idioma que no comprendés porque nosotros no estudiamos para ser abogados. Por ejemplo, te hablan de un juicio abreviado y vos decís, “ay va a ser algo corto algo bueno, fantástico porque acá el femicida va a decir que sí, que él cometió el femicidio”. Y resulta que después el abreviado es una porquería no era algo que te ayudara a conseguir la justicia que necesitás. O cuando te hablan de un juicio por jurado y te parece fantástico, pero no sabés que, en el juicio por jurados, si al femicida lo encuentran inocente, vos no podés apelar como querellante. Pero en cambio, si al feminicida o al imputado lo encuentran culpable, él sí puede apelar y llegar a otro nivel el juicio. Todas esas cosas no te las explican. Son fallas de la justicia.

HC: Estamos un poco complicados en la justicia por algunos ideales políticos que no son lo debido. Fueron muchos años de luchas de las organizaciones feministas de compañeras y compañeros que acompañamos la lucha de las mujeres para que de repente vengan y quieran destrozar todos los derechos adquiridos. Derechos que se adquirieron en base al dolor, en base al sufrimiento de un ser amado. Creo que la justicia en algunos casos hoy está más preparada y en otros lamentablemente todavía hay muchos jueces y fiscales que todavía no se aggiornaron. La ley Micaela fue una solución porque nos sirvió para capacitarnos y capacitar y ver a los tres poderes del Estado viéndose obligados a capacitarse, hoy parece que la borraron de la faz de la tierra. Y como en todo estamento del Estado siempre están los machitos machirulos como le decimos nosotros que están en contra de lo que es el femicidio sin darse cuenta o contemplar el dolor que sentimos nosotros los padres las madres los hermanos las hermanas las tías los tíos, quienes formamos parte del daño colateral de un femicidio. Cuando te sucede, te topaste contra una pared y no sabes para qué lado tenés que correr. El Estado no te brinda el asesoramiento pertinente. Si no existieran las organizaciones no podés dar los primeros pasos. En su inicio nosotros éramos 8 hoy somos más de 250 familias.

ED: -Lo que es acá en la provincia de Santa Fe, tenemos algunos casos muy viejos que han llegado en la primera instancia como femicidio, pero luego en segunda instancia, que es donde pueden recusar, han salido absueltos. Así que hay mucho para seguir trabajando con los jueces de cámara y que tengan esta visión y esta perspectiva de género.

¿Qué respuestas tienen como familiares de víctimas de femicidio a los ataques del gobierno nacional contra mujeres?

MM: -En lo personal creo que fundamentalmente hay un tema político partidario. Las mujeres feministas no son en general de derecha y nosotros tenemos hoy un gobierno que es realmente de derecha y no comparte ideas de ningún tipo. Este gobierno descree de la violencia de género no la toma en cuenta. El presidente niega la violencia de género para este gobierno no existe el femicidio, el transfemicidio ni el travesticidio. Ahí ya estamos hablando de diferencias ideológicas muy importantes. Además, de negar esto, hay un problema: el femicidio no termina con la muerte, sino que dejan infancias que en el abandono si no son ayudados por el Estado están desamparados. Parafraseando algo que escuché en estos días es ¿qué culpa tiene el Estado de que en tal o cual familia haya un niño discapacitado? Y bueno, creo que estarían usando lamentablemente lo mismo. “¿Qué culpa tiene el Estado que a tu hija o a tu hermana o a tu… la haya matado la pareja?” Es un poco lo mismo, ¿no? Un poco la ausencia total del Estado hoy.

HC: -Es un gobierno de derecha que solo piensa en la gente con dinero. Pero se olvidan de que el femicidio ataca a cualquiera, no tiene niveles económicos. Creo que esto pasa por una cuestión lisa de discriminación, de machismo y por sobre todo una demostración de falso poder. Porque es querer exterminar algo que no le hace mal a nadie no le hace daño a nadie y no significa porque la figura penal sea contemplada como femicidio vale más que la muerte de un homicidio. Acá lo que se valora es la vida. Y pareciera que ellos hicieran distinción de si una mujer vale más o menos que un hombre. Para nosotros no existe esa distinción. Como grupo, sí luchamos contra la violencia, sí no queremos más femicidio, pero sí amamos la vida, tanto la de un varón, la de una mujer o una persona autopercibida, personas de distintos géneros, de distintos ideales. Acá el objetivo es uno vivir una vida libre de violencia.”

ED: –El gobierno ataca a todos, a todos y a todas y a todes. Es un gobierno de derecha y tiene esta mirada y no incorpora dentro de su ideología los derechos que tenemos las mujeres, las diversidades. No puede ver tampoco a les niñes en estado de vulneración, así que nunca nos va a alcanzar a ver. Pero somos nosotros quienes quizá seguimos sobreviviendo y somos nosotros los que debemos seguir haciendo visible esta temática, porque no se va a acabar. Hay que seguir la lucha y hay que seguir enfrentando al gobierno que esté de turno. Porque falta mucho, mucho para poder ser contenido, asistido para esta pandemia que son los femicidios.

Atravesados por los femicidios habilita su instalación desde las 9 a las 17 en la plaza frente al Congreso de la Nación.