Nick Cave no suele ir a conciertos cuando está de gira. Lo dijo él mismo: la experiencia en vivo le resulta “demasiado intensa”, una sobrecarga sonora y emocional difícil de procesar cuando ya está inmerso en ese mismo ritual noche tras noche. Por eso, su reciente asistencia a un show de Radiohead en el O2 Arena de Londres no fue un gesto automático ni una salida social entre músicos, sino una excepción significativa. Venía de un período de calma, lejos de las giras, y algo -una necesidad, una curiosidad, un llamado- lo empujó de nuevo hacia la música en vivo.

Radiohead, formados en Oxfordshire a mediados de los años ’80 y convertidos con el tiempo en una de las bandas más influyentes de la música contemporánea, atraviesan en 2025 una gira europea que marca su regreso a los escenarios después de siete años. Thom Yorke, Jonny Greenwood, Colin Greenwood, Ed O’Brien y Philip Selway volvieron a poner en circulación un cancionero que, desde OK Computer hasta A Moon Shaped Pool, supo redefinir los límites del rock, la electrónica y la canción política sin consignas. Ese regreso no solo movilizó a miles de fans: también interpeló a colegas de su misma estatura artística.

Nick Cave sobre Radiohead en vivo: “Son una fuerza cósmica reparadora”

Cave asistió a una de las fechas londinenses y se encontró, según sus propias palabras, en una situación inédita: sentado entre veinte mil personas, por primera vez en su vida como espectador en un concierto de semejante escala. Lo que lo impactó no fue únicamente la música -a la que calificó de “asombrosa”- sino la intensidad afectiva del espacio compartido. “Me quedé atónito por la profundidad del amor que se respiraba en la sala”, escribió. Personas bailando, gritando, llorando, abrazándose, agitándose unas contra otras: un cuerpo colectivo en plena vibración.

Cave y las cualidades de la música en vio

Esa vivencia lo llevó a una reflexión más amplia sobre el poder de la música en vivo. Cave describió la experiencia como la constatación de una fuerza singular: la capacidad de un grupo de personas de crear un sonido propio y de una multitud de conectarse con esa visión como si fuera parte de su propia biografía emocional. No habló de espectáculo ni de entretenimiento, sino de algo más difícil de nombrar. “Podía sentir su cualidad moral”, escribió, y agregó que esa fuerza tiene la capacidad de “reparar el mundo con su bondad”.

Nick Cave sobre Radiohead en vivo: “Son una fuerza cósmica reparadora”

En The Red Hand Files, el espacio donde desde hace años responde preguntas de lectores con un tono íntimo y reflexivo, Cave fue aún más lejos: definió el concierto de Radiohead como una experiencia espiritual. Enumeró actividades que forman parte de su vida interior —nadar en un lago, ir a la iglesia, caminar por la naturaleza, meditar— y sostuvo que ninguna ofrece la posibilidad trascendental que brinda un show. «Radiohead son una fuerza cósmica y reparadora. Una banda involucrada en un notable acto de coraje, una forma de heroísmo profundamente humana; la audacia de pararse frente al mundo y declarar: ‘Esto es lo que pensamos. Esto es lo que sentimos. Esto es quienes somos’”.

Nick Cave sobre Radiohead en vivo: “Son una fuerza cósmica reparadora”

El núcleo de su admiración, sin embargo, no se detiene solo en el efecto sobre el público. Cave subrayó la valentía de los intérpretes: el coraje de pararse frente a miles de personas y ofrecer algo tan vulnerable como el alma. Según su lectura, el público respondió no solo a las canciones, sino a ese gesto humano esencial.

Dicho por alguien que construyó una de las obras más intensas y personales de la música de las últimas décadas, el elogio adquiere un peso singular. No es una reseña ni un gesto de camaradería entre estrellas, sino el reconocimiento de un acto artístico que, aun en tiempos de saturación y distancia, sigue siendo capaz de producir comunidad, sentido y una rara forma de consuelo colectivo.