Una muestra expande el mayor mito de la narración argentina contemporánea: César Aira: medio siglo de literatura. Funciona en las salas 2 y 3 del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930), es gratuita para residentes en Argentina y estará activa hasta julio. ¿Qué ofrece la exposición acerca de la vasta vida literaria de César Aira? Las tapas de las primeras ediciones de sus 124 libros circundan esas áreas del Recoleta con la afición de explorar su transgresor estilo creativo. ¿Cuántos César Aira quedan por revelarse?

Podrán tener la respuesta, a partir de esta iluminación de las tapas de sus obras, Germán Coppolecchia y Diego Cano, los curadores de la muestra César Aira: medio siglo de literatura: ambos son especialistas en la obra de autor de Coronel Pringles, y quien reside en el barrio porteño de Flores. ¿El disparador? En 2025 se cumplieron cincuenta años de la impresión de Moreira, su primera novela -inconseguible-, y haber podido exponer las tapas de las 124 ediciones requirió un arduo trabajo de investigación y catalogación.

¿Cómo lo vive el propio Diego Cano, quien impulsa en Facebook la página “Todo Aira”? Él no puede ni debe ser imparcial: en 2023 publicó el libro César Aira, el comité del significante, con veinticuatro ensayos sobre veinticuatro de sus libros. Y dice: “Es muy importante poner en valor la literatura de César Aira; es la más respetada en el mundo, hoy, de un autor argentino vivo. Y no sólo por el respeto, sino por lo que produce: es la sensación de una estética nueva y movilizadora”.
Haber llevado esta muestra al Centro Cultural Recoleta “es una satisfacción absoluta”, prosigue Diego Cano. Y acentúa: “Las tapas de las primeras ediciones de César Aira también reflejan la circulación de su literatura por las editoriales independientes, justo cuando recién estaban surgiendo: cuando él empezó a publicar no estaban tan presentes en el mercado literario argentino. Así, poder ver los artes de tapa de estas 124 ediciones es una experiencia fascinante”.
César Aira y la ruptura del sentido
A Diego Cano hay algo que lo moviliza de la escritura de César Aira: “La ruptura del sentido -dice-. Para Aira, la literatura es forma. Él puso el foco en decir ‘el sentido no es lo relevante’. Su narración va buscando los huecos por dónde correr, como el agua. Pero no es que los temas no importen: están subordinados, subsumidos a la forma. Aira hizo de eso algo maravilloso y lúdico, que genera una novedad, una posibilidad de humor y una ruptura frente a cualquier cosa esperable”.

E incluso eso se puede ver “en los propios títulos de sus obras. Salir de lo esperado es algo muy gratificante para nosotros como lectores”. ¿Qué prejuicios hay que vencer, acerca de la obra y la figura de César Aira, para adentrarse en su producción? Lo piensa Diego Cano: “Hay un estereotipo que viene de Filosofía y Letras, de Puán, acerca de una supuesta pelea o discusión, totalmente caduca, entre las estéticas de Ricardo Piglia y de César Aira. Si Piglia es un escritor de la construcción del sentido en la literatura, se tiende a valorar menos a Aira, algo que es errado”.

Otro prejuicio funge en relación con “lo prolífico de su obra”. ¿De qué manera? “Mucha gente dice ‘oh, ¡cuántos libros hizo Aira! ¡qué difícil! ¿cómo leer todo? Es un elogio y a la vez una crítica. Pero debemos pensar que sus libros, en general, son chiquitos. Por ejemplo, un solo libro de Stephen King equivale a tres de Aira. Y los prejuicios se rompen simplemente sumergiéndose en una obra tan numerosa y variada”, propone Diego Cano.
Si la muestra César Aira: medio siglo de literatura se pudiera enriquecer, ¿qué valdría agregarse para completar la inmersión en su universo múltiple? Diego Cano espera unos segundos y responde: “Yo me quedé con las ganas de complementar la exposición de las tapas de las 124 ediciones con algo de jornadas de lectura. Para un público más amplio hubiera sido algo interesante. Pero no se dio por una cuestión de espacio físico y de agenda”.

Aun así, la exposición de tapas provoca un gran impacto -sincrónico y diacrónico- y el propio César Aira dio su aprobación para que funcionara en El Recoleta: “Denle para adelante”, le respondió al director del centro cultural, Maximiliano Tomas. “César es siempre muy generoso para estas cosas -sabe Diego Cano-. Él estaba muy contento, pero no suele participar en este tipo de homenajes. Hasta yo diría que un poco le molesta que se lo celebre tanto. Es agradecido, pero al mismo tiempo se muestra tímido frente a las celebraciones de su figura. Por todo esto, tenemos muchos César Aira por delante”.