En el marco de una nueva audiencia del Juicio Brigadas declararon Cecilia Della Flora, hermana de José María, y Sergio Szajnbaum, hermano Saúl Jaime. detenidos que continúan desaparecidos y fueron vistos en El Pozo de Quilmes y el de Banfield.

La primera en declarar fue Cecilia Della Flora, hermana de José María, quien fue secuestrado el 12 de abril de 1977 en la Ciudad de Buenos Aires y continúa desaparecido. Vivía en Quilmes, era estudiante universitario (arquitectura) y miembro de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). “Fue visto por detenidos liberados en el Pozo de Quilmes y también en Vesubio”, precisó.

“Cursó estudios primarios y secundarios. Era destacado en matemática, aficionado al dibujo. La formación en nuestra familia era educación católica. Fue adquiriendo mucha sensibilidad y empatía por la caridad, los necesitados, la justicia. Daba catecismo en la villa, esa era su vida”, lo presentó Cecilia. Comenzó en 1973 la carrera de Arquitectura y rindió su último examen en 1976, cuando se incorporó al servicio militar obligatorio en Magdalena.

En un franco, fue a su casa y se enteró por un llamado de la desaparición de Alfredo, un amigo. “Se lo habían llevado medio muerto. Mi hermano se asustó muchísimo y habló conmigo y decidió desertar porque era muy peligroso. No se presentó y unos días después, unos efectivos le comunicaron a mis padres que mi hermano había sido dado de baja por deserción simple. A partir de allí, dejó de vivir en casa y nos mandaba algunas cartas diciendo que estaba bien, buscando algún trabajo”, contó. Había “algunos” encuentros en plazas de Capital. En abril de 1977 perdieron todo contacto.

Aclaró que la fecha de desaparición, 12 de abril, es “tentativa” porque el 15 cumplía años y se iba a encontrar con su madre, pero “por razones de seguridad” habían combinado una reunión algunos días antes. “Y no se presentó”, apuntó. “Su intención firme era volver a la militancia”, precisó Cecilia.

Compañeros de detención le contaron sobre tormentos “muy cruentos” al comienzo de la detención, que constaban de picana, submarino y golpes. Pasó por el Pozo de Quilmes y el Vesubio, pudo reconstruir.

“Cambió la vida de la familia para siempre”, dijo al ser consultada por las consecuencias de la desaparición de su hermano. Sus padres “dedicaron todos sus esfuerzos” en buscar a José María. “Yo me terminé escapando de Buenos Aires. Mi hermana más chica quedó sola acompañando a mis padres. Se opacaron los festejos”, contó. “Para Navidad siempre había un plato para él en la mesa. Era imaginar, divagar, pensar qué habrá pasado”, apuntó. “Nunca tuvimos un cuerpo”, lamentó, y contó su madre “lo sigue esperando con vida”.
El siguiente testigo fue Sergio Szajnbaum, quien contó que su hermano Saúl Jaime fue secuestrado el 21 de noviembre de 1977 en Belgrano. Era estudiante de Bioquímica y Producción de Televisión, y trabajaba en una perfumería. Era militante de OCPO (Organización Comunista Poder Obrero). Fue a la Brigada de San Justo y luego de un tiempo fue trasladado al Pozo de Banfield, donde estuvo más tiempo, y el 14 de mayo de 1978 “le hacen el lamentable traslado que es el final”. Fue pasado al sector de “los uruguayos”.

Sobrevivientes le contaron las torturas a las que se fue sometido. “Las hacía reír muchísimo”, contó, respecto al testimonio de compañeras de cautiverio en San Justo, cosa que aportó a su “sanación”.

Explicó que la búsqueda la encaró con su madre porque su padre “no pudo” y tampoco su hermano mayor, sobre quien dijo que “se desmorona, nunca pudo ir a una marcha”. “Yo seguía buscando hasta que un chico, amigo de la infancia que tenía contactos con la SIDE, me dijo ´dalo por muerto´. Eso fue en 1979″ , apuntó, y el consejo fue que se fuera del país, cosa que finalmente hijo. Viajó a México, donde estuvo unos meses, pero volvió para “seguir buscando”.